2024, el año de la innovación

No será una traslación ni rápida ni uniforme, no habrá despidos masivos, pero el mercado se transformará

Tomás Ondarra

Si tuviésemos que definir 2023 con una sola palabra, ésta sería disrupción. El año recién finalizado fue el de la disrupción de la inteligencia artificial (IA), hasta tal punto que muchas voces de reconocido prestigio se han alzado alertando del fin de nuestra sociedad, de la democracia e incluso de la humanidad. Tal ha sido la conmoción que todas las regiones del planeta han puesto en marcha legislaciones para intentar gobernar esa IA, desde las más restrictivas como la europea, hasta las más abiertas como la d...

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Si tuviésemos que definir 2023 con una sola palabra, ésta sería disrupción. El año recién finalizado fue el de la disrupción de la inteligencia artificial (IA), hasta tal punto que muchas voces de reconocido prestigio se han alzado alertando del fin de nuestra sociedad, de la democracia e incluso de la humanidad. Tal ha sido la conmoción que todas las regiones del planeta han puesto en marcha legislaciones para intentar gobernar esa IA, desde las más restrictivas como la europea, hasta las más abiertas como la de EE UU o las basadas en directrices como la china.

Las disrupciones que surgen de propuestas con alto poder transformador, pero inesperadas, son una anomalía, pero atraen el capital, el talento y crean las oportunidades que las transforma en innovación. Lo que viene después acostumbra a ser menos inesperado, más lento y a menudo con procesos de adopción a varias velocidades, pero son estas innovaciones, producto de la disrupción, las que capturan valor, transforman las sociedades y nos hacen avanzar. 2024 será el año de la innovación, el de la transformación y el cambio. La pregunta es ¿dónde? y ¿hacia dónde?

1. Asistentes. Los copilots, es decir, los asistentes que nos ayudan a programar, a redactar, a traducir textos, a producir primeras versiones de contratos o de análisis, a transformar informes en power-points o Excels, se generalizarán y se especializarán. Ya lo vimos a finales del 2023 en campos como el desarrollo de software que ahora está asistido por copilots. Los estudios apuntan a un incremento de la productividad de entre un 20% y un 70%, siempre que las tareas se sitúen dentro de la frontera de las capacidades del modelo. Desarrollo de software es y será la primera área afectada, los grandes despachos legales o las consultoras son las siguientes, pero estará en todas las empresas. Hasta McDonalds está desarrollando copilots para asistir a sus empleados en el manejo de máquinas y procesos.

2. Servicio al cliente. El customer-service es la siguiente frontera. Veremos primero cómo el uso de la IA generativa se centra en procesos internos de poco riesgo, pero a medida que las empresas adquieran confianza con las herramientas, su uso se generalizará y transformará no sólo nuestra interacción sino también el modelo operativo de las organizaciones, convergiendo hacia un modelo prácticamente digital y altamente escalable. Una parte del sector público también se apuntará al tema, esperemos que España no sea la excepción.

3. El principio del fin de las ventanas, las carpetas y los ratones. La interfaz de usuario basada en ventanas, el ratón y las carpetas data de los setenta del siglo XX. De hecho, el punto de partida lo podríamos situar en La madre de todas las demos, de Engelbart en 1968. La interfaz natural siempre ha sido el lenguaje y el habla. Es lo que durante el 2024 se empezará a apoderar del software y los móviles.

4. La realidad virtual será o no será. Las gafas de Apple, las Vision Pro estarán disponibles a finales de enero a 3.500 euros, al igual que las Meta Quest 3, mucho más baratas, a 500 euros. ¿Serán un éxito de mercado o serán ignoradas? ¡Tanto Apple como Meta se juegan mucho! ¿Será el gran fracaso de Apple o cambiará el mundo?

5. Las baterías empezarán a dejar el litio atrás. Llevamos años de investigación y desarrollo en baterías. Durante 2024 veremos evoluciones interesantes, las de estado sólido, las de silicio y las de sodio. Las dos primeras prometen una mayor capacidad, un tiempo de carga que se podrá acercar a los 10 minutos y un menor precio. Las últimas son más grandes, pero mucho más baratas y nos permitirán almacenar energía solar a un coste razonable. Portátiles que duran 2 o 3 días y coches eléctricos que se cargan en 15 minutos con una autonomía de casi 800 kilómetros estarán a nuestro alcance a un coste mucho menor que el actual. Esta disrupción también tiene un componente geopolítico. Japón (Panasonic) y algunas firmas americanas (QuantumScape) y coreanas están bien posicionadas. China podrá perder su dominio en el terreno de las baterías.

6. Robotaxis y conducción autónoma. Los robotaxis han sufrido un duro revés con la cancelación de la licencia de Cruise (GM) en San Francisco, su cese de operaciones y el despido del 25% de la plantilla. Pero hay vida más allá de Cruise y probablemente veremos cómo esta tecnología renace en camiones ligeros autoconducidos, en la logística que tiene una enorme capacidad transformadora. Y Waymo (Google) seguirá con los robotaxis, seguro, y expandirá el servicio a más ciudades.

7. La nube, los chips y la eficiencia computacional. Hemos vivido décadas donde el hardware iba por delante del software, donde teníamos tanta potencia computacional como necesitáramos. Eso se ha acabado, la inteligencia artificial generativa ha reconducido a la industria por el sendero de la eficiencia. Las grandes tecnológicas diseñan sus propios chips (Amazon, Google, Microsoft, Tesla). En 2024 asistiremos a todo un conjunto de propuestas, desde el hardware (Nvidia), al software de base (modular) o a los lenguajes de programación (mojo, rust, julia) que se orientarán a la eficiencia. La brecha entre las plataformas en la nube (cloud) y los data centers privados seguirá ensanchándose hasta el punto en que tener un data center competitivo sólo estará al alcance de las Big Tech.

El 2024 será también un año en el que tecnología y geopolítica irán de la mano. Muchos de estos siete cambios tienen que ver con tecnologías de propósito general que van a influir en muchos sectores y tecnologías altamente escalables. Si no compites, no tienes opciones ni de ganar, ni de ser segundo y quién gane acabará imponiendo sus sistemas diseñados con sus valores, sus necesidades y sus aspiraciones. Muchos gobiernos son conscientes de ello y apostarán, las organizaciones competirán con innovación, pero los gobiernos competirán en innovación. ¡Hay mucho en juego y son los cambios y las disrupciones los que nos brindan oportunidades de reposicionarnos! Lo mismo sucederá a nivel personal. Si estás en desarrollo de software en una multinacional ya lo tienes claro: copilots, menos gente y mejores. Esto se irá trasladando a muchos otros campos como abogados, consultores, diseñadores gráficos, periodistas y también educación. No será una traslación ni rápida ni uniforme, no habrá despidos masivos, pero el mercado se transformará, destruyendo profesiones y creando nuevas oportunidades. 2024 un año de cambios, un año de oportunidades, un año de innovación.


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