Vivir (y bien) del trabajo de fin de grado: cómo facturar 8 millones de euros vendiendo burritos
Fran González creó la cadena de comida ‘tex-mex’ González & Co en 2016 tras finalizar sus estudios
Fran González compaginó durante un tiempo los fogones y libros de sus clases de cocina con los de Administración y Dirección de Empresas, así que no es de extrañar que, años después, su trabajo de fin de grado se centrase en un negocio de restauración. Aquel proyecto saltó del papel, de la teoría, al barrio barcelonés de Gracia, donde abrió un primer restaurante en 2016. Hoy, siete años después, Gonzalez & Co es una pequeña cadena de comida tex-mex con siete locales, principalmente en Cataluña, y una facturación de och...
Fran González compaginó durante un tiempo los fogones y libros de sus clases de cocina con los de Administración y Dirección de Empresas, así que no es de extrañar que, años después, su trabajo de fin de grado se centrase en un negocio de restauración. Aquel proyecto saltó del papel, de la teoría, al barrio barcelonés de Gracia, donde abrió un primer restaurante en 2016. Hoy, siete años después, Gonzalez & Co es una pequeña cadena de comida tex-mex con siete locales, principalmente en Cataluña, y una facturación de ocho millones de euros.
“Me convenció como cliente”, dice González por videollamada sobre la razón que lo llevó a apostar por los burritos. Por aquel entonces vivía en Australia —adonde se mudó en 2012 con los estudios de cocina ya terminados y cursando ADE a distancia— y se dedicó a probar las diferentes ofertas de este tipo de comida. “Es como el primer proyecto del que recuerdo no parar de buscar, un poco obsesivo”, cuenta.
Luego volvió a Barcelona, hizo prácticas y el trabajo final de grado que orbitaba en torno a aquel concepto. “Lo ves, te vas metiendo en la película y hay un momento en el que ya no hay vuelta atrás”, asegura. Con 26 años y gracias a la financiación aportada por familia y amigos, los mismos socios que continúan hoy en día, abrió el primer local. Durante los primeros meses, González trabajaba mañanas y tardes, seis días a la semana, junto a un equipo de otras cinco personas, entre las que estaba su mujer, que se desvió temporalmente de su camino profesional para ayudar en el arranque.
Fondos propios
La idea era que la cosa no quedase ahí: “Hay una frase de uno de mis socios: ‘Diez restaurantes en diez años’... Es algo que se me quedó grabado”. A día de hoy están a tres de cumplir ese pronóstico, con siete puntos de venta —uno de ellos en régimen de franquicia y únicamente de reparto a domicilio— en siete años de actividad. “Siempre hemos ido creciendo con fondos propios”, cuenta este barcelonés de 33 años. “Desde la covid, que crecimos de manera importante, introdujimos financiación bancaria algo que no tuvimos durante los primeros cuatro años de vida”. Este tipo de recursos bancarops, señala González, permiten apuntalar el crecimiento y mejorar los márgenes.
En González & Co, dice su fundador, se centran mucho en el producto, con una concepción del tex-mex más actual que huye de las ideas habitualmente asociadas a la comida rápida. “Hemos adaptado ese tipo de cocina a los gustos mediterráneos”, asegura. En el menú se pueden encontrar burritos, burritos en plato, nachos, tacos y fajitas, entre otras elaboraciones. “Las recetas son mías. Sigo estando muy encima de todo lo que es producto. No está para nada delegado, las recetas pasan por mí”, apunta. “Es la única forma. Tienes que pivotar en muchas cosas y si no estás muy cerca de la acción, cuando te llega la información ya es demasiado tarde”.
González quería poner sobre la mesa una oferta que pudiera ser asequible, pero sin renunciar a aspectos como la calidad de la materia prima y para eso, dice, apostó por restaurantes sin servicio a mesa. “Nuestro food cost es un poco más alto que el de un restaurante tradicional en cuanto a precio, pero por otro lado no tienes ese coste de las personas que sirven la comida”, cuenta. “A la vez, este es un producto que viaja muy bien, que performa muy bien online, y eso nos ha hecho crecer mucho”. Actualmente, tras el empujón de la comida a domicilio durante la pandemia, las ventas están volviendo a dividirse prácticamente al 50% entre ambos canales.
Este año la compañía, que genera beneficios desde el primer día, se ha centrado en la rentabilidad, sobre todo a raíz de la subida de los precios de las materias primas: “No sirve de nada abrir restaurantes como setas si estamos perdiendo margen en los que ya están operativos”, dice González. Sin embargo, no descartan nuevas aperturas el año que viene o finales de este, principalmente en Cataluña, donde tienen mayor presencia. Por otro lado, quieren impulsar la vertical de franquicias virtuales de la marca, un modelo que les permite crecer en otras ciudades sin inversión propia.
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