Por qué llevar llaves en el bolsillo es algo ‘viejuno’
La ‘start-up’ catalana Akiles diseña productos y sistemas para la apertura de puertas por control remoto y factura un millón de euros
La tradicional apertura de una puerta con llave o con tarjeta puede ser una acción en vías de desaparición si los dispositivos de acceso en remoto, como los que fabrica e instala la empresa Akiles, extienden su uso. De momento, parece que en su punto de mira solo están algunos sectores inmobiliarios, pero, quizá, podría ser solo el principio.
La firma catalana nació en 2018 de la mano de Borja Rossell, ...
La tradicional apertura de una puerta con llave o con tarjeta puede ser una acción en vías de desaparición si los dispositivos de acceso en remoto, como los que fabrica e instala la empresa Akiles, extienden su uso. De momento, parece que en su punto de mira solo están algunos sectores inmobiliarios, pero, quizá, podría ser solo el principio.
La firma catalana nació en 2018 de la mano de Borja Rossell, Dario Nieuwenhuis y Nicolás Salame cuando percibieron el crecimiento continuado y sostenido de nuevas clases de activos como los alquileres turísticos, los coworking o los coliving. Una oferta que promueven y concentran los grandes fondos de inversión y los operadores profesionalizados y a los que, desde Akiles, comenta Salame, se les facilita un ahorro en los costes operativos que se derivan de la gestión del control de accesos. “Además, el usuario tipo de estos espacios suelen ser mileniales o de la generación Z, grupos de edad que incorporan la tecnología en sus vidas, que no quieren siete llaves para entrar en su casa”, apunta.
La empresa en la actualidad instala y pone en marcha sus productos y sistemas en tres segmentos inmobiliarios: oficinas, espacios turísticos (hoteles, albergues, hostales…) y el residencial, como residencias de estudiantes o coliving. “Nos centramos en los que tienen entre 50 y 100 alojamientos, por ejemplo. Ahora el particular no está en el radar, aunque si lo pide se le atiende”, concreta Salame.
Sus dispositivos, fabricados en una factoría propia en Barcelona, se adaptan a cualquier puerta: de cristal, madera, abatibles o ascensores, y cuentan con una sencilla operativa. Mediante un software, el usuario puede controlar los accesos a través de la nube. Con el móvil, el cliente puede abrir y cerrar puertas, recibir notificaciones cada vez que hay algún movimiento, cambiar el acceso de usuario e incluso enviarle las llaves por WhatsApp. Un acceso que no se frena por la falta de cobertura o de electricidad ya que también puede incorporarse manualmente tecleando un código numérico.
Salame cuenta con orgullo que Akiles es propietaria de la tecnología, que no usa canales de distribución alternativos para su venta y que se encarga del servicio posventa. “Somos como Apple o Tesla, no vendemos fuera de nuestras tiendas”.
Fondos propios
Los tres socios pusieron en marcha la empresa con una inversión inicial de dos millones de euros, para la que contaron con varias rondas de financiación, entre las que destaca la de 2020 que alcanzó los 600.000 euros. Una ronda que, según indica Salame, fue necesaria para poner en marcha la actividad, “pero ahora tenemos suficientes fondos propios para acometer la expansión de la empresa en solitario”, subraya.
En 2022 facturaron un millón de euros, con beneficios, y cuentan con 16 empleados y 47 técnicos colaboradores. Tienen en marcha un plan estratégico muy ambicioso, sin concretar datos de inversión, con el que quieren multiplicar por 10 su facturación en los próximos años mediante el desarrollo de nuevas tecnologías, abrir nuevos segmentos y mejorar su posicionamiento, con el punto de mira en el sector residencial.
Cuentan con más de 1.000 clientes entre hoteles, promotoras, residencias de estudiantes, colegios o centros logísticos y han gestionado más de 13 millones de accesos que “nunca han fallado, a no ser por vandalismo”. España es su principal base, con el 80% de sus ventas, mientras que el resto llega desde París, Londres, Dubái, Roma o Panamá. “No hemos sido proactivos en la internacionalización, pero ha llegado. Ahora vamos a reforzar estos destinos, pero no abriremos nuevos mercados”.
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