¿Por qué llora mi bebé? Esta científica de datos, usando la inteligencia artificial, le dirá si tiene hambre, sueño o gases
Zoundream, fundada por Ana Laguna, ha recaudado financiación por 1,75 millones y espera ser rentable en 2024
Ana Laguna empezó a interpretar los llantos de su hijo durante su baja de maternidad. Por pura afición, trató de clasificarlos a partir de una catalogación muy básica: hambre, sueño, gases, estrés y apego. “Existen algoritmos que permiten interpretar el canto de las aves e, incluso, comunicarse con los chimpancés. Pensé que también debía haber un modo de hacerlo con los bebés”, cuenta desde su casa en Ciudad Real. Cuando comparaba sus resultados con los de sus amigos y familia, empezó a darse cuenta de que realmente existían...
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Ana Laguna empezó a interpretar los llantos de su hijo durante su baja de maternidad. Por pura afición, trató de clasificarlos a partir de una catalogación muy básica: hambre, sueño, gases, estrés y apego. “Existen algoritmos que permiten interpretar el canto de las aves e, incluso, comunicarse con los chimpancés. Pensé que también debía haber un modo de hacerlo con los bebés”, cuenta desde su casa en Ciudad Real. Cuando comparaba sus resultados con los de sus amigos y familia, empezó a darse cuenta de que realmente existían patrones comunes. Así empezó Zoundream, la start-up que analiza por qué los recién nacidos rompen a llorar y aplica inteligencia artificial y reconocimiento de sonidos para descifrar los mensajes.
Todo empezó cuando expuso sus hallazgos en un encuentro informal donde los emprendedores hablan de sus proyectos personales. “La ponencia tuvo una repercusión mediática increíble. Fue entonces cuando decidí que aquello no podía quedarse en un simple hobby”. Unos meses más tarde dejaba su puesto de científica de datos en BBVA para dedicarse al proyecto de forma exclusiva.
Zoundream se fundó de forma oficial en 2019, coincidiendo con su segundo embarazo. Para ello, contó con el apoyo de su actual socio y consejero delegado de la compañía, Roberto Iannone, y la incorporación de Matteo Ingravalle y Paolo Ingratio en la parte técnica. El equipo lo cerró Stavros Ntalampiras, profesor de procesamiento de audio en Milán que actualmente ejerce como asesor de la compañía.
La vocación de Laguna por la inteligencia artificial es, en realidad, bastante reciente. De hecho, ella es traductora. “Estudié traducción e interpretación porque me encantaba aprender idiomas. Tras dar un giro a mi carrera al poco de terminar los estudios, da la casualidad de que finalmente he acabado dedicándome a traducir. Pero no de la forma que esperaba”.
Sus clientes potenciales son las compañías de tecnología y el sector de los dispositivos del hogar, como Alexa o Google Home. “Desarrollamos tecnología para que esa interpretación sea efectiva. A partir de aquí, el software puede aplicarse a una larga cantidad de dispositivos y herramientas”. Por ahora únicamente son capaces de transcribir las necesidades de hambre, sueño, gases, estrés y apego de los bebés de entre cero y seis meses de vida. Cuando superan el medio año, cuenta Laguna, las necesidades se multiplican y se vuelven mucho más difíciles de catalogar. También trabajan con pediatras para tratar de diagnosticar posibles patologías. Han recaudado 1,75 millones en varias rondas, y aunque en 2022 no han facturado prácticamente nada —apenas 16.000 euros en una prueba piloto con Catalana Occidente—, esperan empezar este año a tener unos ingresos estables: “En 2024 Zoundream ya debería ser una empresa rentable”.
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