El optimismo cala poco a poco en los inversores
El índice de JPMorgan AM sigue en negativo, pero muestra un cambio de tendencia en el sentimiento del mercado
El apocalipsis económico que se preveía para el último tramo de 2022 no llegó. La desaceleración de la actividad en las principales zonas del mundo continuó, pero sin un desplome severo. Además, los datos relativos a la inflación empezaron a dar muestra de moderación, aunque los bancos centrales siguieron la senda anunciada con más subidas en los tipos de interés. Este escenario, de preocupación, pero sin llegar al pánico, tuvo...
El apocalipsis económico que se preveía para el último tramo de 2022 no llegó. La desaceleración de la actividad en las principales zonas del mundo continuó, pero sin un desplome severo. Además, los datos relativos a la inflación empezaron a dar muestra de moderación, aunque los bancos centrales siguieron la senda anunciada con más subidas en los tipos de interés. Este escenario, de preocupación, pero sin llegar al pánico, tuvo su reflejo en las Bolsas. Los índices de renta variable rebotaron tras los mínimos marcados en octubre pasado y la recuperación de las cotizaciones se ha acelerado en el arranque de 2023.
Todavía son muchos los factores de incertidumbre que pesan en el ánimo de los inversores (guerra en Ucrania, tensiones en los precios, encarecimiento de las hipotecas), pero también empieza a observarse un cambio en su estado de ánimo. El índice de confianza de ahorradores e inversores que elabora JPMorgan Asset Management cerró el año en terreno negativo (-0,99 puntos). Sin embargo, este nivel es sensiblemente mejor al del tercer trimestre de 2022, cuando el indicador estaba en -2,71 puntos.
El índice de la gestora de fondos estadounidense se configura con las respuestas que dan los encuestados (1.356 en la oleada que va de octubre a diciembre) a la pregunta sobre qué hará la Bolsa en los siguientes seis meses. Los optimistas, es decir, aquellos que creen “probable” o “muy probable” que los precios de las acciones suban, representan el 35,4% de las respuestas; los que barruntan caídas en las cotizaciones son el 31,4%, y el grupo que más crece en la última oleada son los indecisos, es decir, aquellos que piensan que la renta variable se mantendrá en sus niveles actuales.
Europa recupera interés
Durante la larga fase de tipos de interés próximos al 0%, la fiesta del dinero gratis contribuyó a la emergencia bursátil de los grandes conglomerados tecnológicos. Sin embargo, el giro de guion en la política monetaria de los bancos centrales debido al fortísimo repunte de la inflación ha penalizado precisamente a los grandes nombres de Silicon Valley. Como consecuencia del enorme peso que tienen estos valores en los índices, las Bolsas estadounidenses han notado el impacto en mayor medida que las europeas. Esta situación quizás explique el sorpasso que refleja la encuesta de JPMorgan AM, ya que, tras varios trimestres liderando las preferencia de los inversores, Wall Street cae al segundo lugar. Donde ven ahora más potencial los españoles es en las Bolsas europeas.
A pesar de la mejoría del estado de ánimo de los inversores, sus estrategias siguen siendo muy conservadoras. Cuando se les pregunta qué es lo que más valoran a la hora de invertir, el 45,4% (tres puntos más que en la tercera oleada de 2022) reconocen que su objetivo es “no perder dinero”. El 26,3% dicen que están dispuestos a sacrificar cierta rentabilidad potencial a cambio de mayor seguridad, y solo el 28,2% aseguran que su aspiración es lograr el mayor rendimiento posible a sus ahorros.
Este conservadurismo tiene su reflejo en los productos en los que invertirán los españoles durante el primer semestre de 2023. Los bancos, mientras suben escrupulosamente el coste de préstamos escudándose en la subida del euríbor, se hacen los remolones a la hora de remunerar el pasivo de sus clientes. A pesar de ello, el 38,7% de los encuestados aseguran que invertirán sus ahorros en un depósito o una cuenta remunerada. Con lo que están pagando las entidades, la rentabilidad dista mucho de cubrir la inflación. El siguiente producto financiero que más demanda atrae son los planes de pensiones (16%), seguidos por los fondos de inversión (15,9%). Casi un cuarto de los entrevistados aseguran que no invertirán en nada durante el semestre.
Algo de calma tras la tormenta
“Los riesgos de recesión todavía están ahí, pero nosotros creemos que este año habrá algo de crecimiento. El mundo crecerá de forma débil, por debajo de su potencial, pero al fin y al cabo habrá crecimiento”. Lucía Gutiérrez-Mellado, responsable de estrategia de JPMorgan Asset Management para España y Portugal, se muestra prudentemente optimista, “siempre que no surjan nuevos sucesos imprevistos”.
El principal factor que desestabilizó los mercados financieros y desinfló el crecimiento mundial en 2022 fue la inflación. “El nivel de precios está volviendo a posiciones más normales y creemos que el final de las subidas de los tipos de interés está más cerca. Sobre todo en EE UU, porque empezaron antes con las alzas y porque en Europa el BCE aún tiene que ver mejoras en los datos de la inflación subyacente”, explica. La gestora estadounidense es ahora más optimista que hace unos meses con respecto al crecimiento de la economía europea. “Los efectos de la guerra en Ucrania no están siendo tan duros como se esperaba. Además, el continente será unos de los principales beneficiados de la economía china”, argumenta Gutiérrez-Mellado. En el caso de EE UU, cree que a finales de este año coqueteará con la recesión, “aunque puede terminar evitándola”.
Dentro de este contexto, JPMorgan AM sigue ligeramente infraponderada, aunque gestionando las carteras de forma activa para aprovechar las oportunidades que surjan. Están aún infraponderados en Bolsa porque piensan que la desaceleración económica terminará pasando factura a los beneficios empresariales. En renta fija prefieren crédito empresarial, sobre todo de alta calidad.
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