Sprinter coge carrerilla en su crecimiento

La firma de ropa deportiva ilicitana busca reforzarse mediante la apertura de nuevas tiendas y la compra de competidores digitales

La cadena de material deportivo Sprinter tiene 180 tiendas en España.

La firma ilicitana Sprinter, enseña de las tiendas de venta de material y ropa deportiva, quiere llegar a lo más alto del podio. Para hacerlo, el grupo Iberian Sports Retail Group (ISRG) al que pertenece —propiedad a su vez de la multinacional británica JD Sports—, ha sacado la chequera para realizar compras selectivas de empresas que refuercen la actividad en aquellas divisiones donde el holding comprobó su debilidad durante 2020 y para promover su expansión comercial con la apertura de...

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La firma ilicitana Sprinter, enseña de las tiendas de venta de material y ropa deportiva, quiere llegar a lo más alto del podio. Para hacerlo, el grupo Iberian Sports Retail Group (ISRG) al que pertenece —propiedad a su vez de la multinacional británica JD Sports—, ha sacado la chequera para realizar compras selectivas de empresas que refuercen la actividad en aquellas divisiones donde el holding comprobó su debilidad durante 2020 y para promover su expansión comercial con la apertura de nuevas tiendas.

“El pasado año fue duro con todas las tiendas cerradas, y aun así crecimos un 10% respecto a 2019. Por lo que hemos pasado nos ha servido para adelantar retos que teníamos entre manos para los próximos tres o cuatro años”, explica Ángel Segarra, director general de Sprinter y miembro de las dos familias fundadoras de la marca. La otra, los Bernard, abandonaron la empresa tras caer en manos de JD Sports.

Sprinter, que nació en Elche en 1995, cuenta con 180 tiendas en España que operan bajo esta marca. Durante este año, la compañía ha abierto la puerta de 15 nuevos establecimientos y espera cerrar el año con al menos nueve más. Unas tiendas que, de momento, siempre serán en propiedad, “no está en nuestros planes implementar la franquicia”, apunta Segarra. Entre sus nuevas aperturas se encuentra una tienda con un modelo más ligado a las experiencias, en el Centro Comercial ParqueSur de Madrid, en la que se han invertido 1,3 millones de euros. Se trata de un local en el que apuestan por un desarrollo más interactivo y tecnológico con servicios como análisis biométricos, test de pisada o planes de entrenamiento y nutrición personalizados. “Con este nuevo concepto queremos diferenciarnos del resto del retail deportivo”, explica el directivo.

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Además de la expansión comercial, las adquisiciones selectivas es otra de las apuestas del grupo ISRG. Una estrategia que han querido reforzar tras poner al descubierto algunas carencias como la venta online. Una debilidad que han afrontado con la compra del 80% de la catalana Deporvillage por 140 millones, una empresa nativa digital, fundada en 2010, con una facturación de 120 millones en 2020. “Con esta compra nos complementamos en deportes individuales como el ciclismo, outdoor y natación en los que ellos son importantes”, comenta Segarra.

Pese a esto, el directivo apunta que el crecimiento se notará más en la venta física que en el canal digital, aunque no se aventura a concretar cifras. Aun así, “el peso de las ventas en el comercio electrónico en el negocio ha evolucionado de un 2% en 2019 a una expectativa del 15% en 2021”.

Pero las compras no se han parado ahí. En verano, anunciaban la adquisición del 50,1% de la murciana Bodytone, especialista en la fabricación de máquinas para entrenar, que en 2020 ingresó 28 millones y tiene presencia en 40 países. Una compra, de la que no se ha desvelado el importe, que tiene como objetivo aumentar la presencia de Sprinter en el fitness, un sector que ha crecido en progresión geométrica desde la crisis sanitaria. “Con esta operación nos posicionamos en este sector. Una categoría que la que Sprinter no estaba asentada”.

Salto exterior

A estas dos adquisiciones hay que sumar en julio de 2021 la incorporación al holding ibérico de las tiendas de la holandesa Sports Unlimited Retail, una filial del grupo JD Sports, que cuenta con 80 establecimientos con las enseñas Perry Sports y Atkiesport. “Vamos a remodelarlos y a implementar el modelo de gestión que tenemos en España”, explica Segarra. Un cambio en la estrategia holandesa que podría derivar en la unificación del nombre y llevar la enseña Sprinter más allá de la frontera española. “Puede que en algún momento se tome la decisión de unificar el rótulo, pero no por ahora. No nos aprieta el zapato, de momento. Nos preocupa más que el modelo de negocio funcione”, asegura el directivo.

Con este salto internacional, el holding Iberian Sports Retail Group (ISRG) mantiene 465 tiendas repartidas entre España, Portugal y Holanda, con una plantilla de más de 8.000 empleados (6.500 en España y Portugal) y una facturación de 660 millones de euros en 2020 entre España y Portugal.

Por su parte, Sprinter, presente solo en España, facturó 400 millones de euros en el pasado año, de los que 300 millones corresponden a la venta tanto por el canal online como en tienda física y el resto a la venta al por mayor a empresas del grupo y franquicias. El beneficio antes de impuestos fue de 18 millones de euros.

La cuota de mercado del grupo en España y Portugal alcanza un 12%. Un porcentaje que incluye la marca propia de Sprinter que mantiene con 10 enseñas entre ropa y el área de deportes. “La participación en la facturación está alrededor del 20%. La estrategia es continuar así y dar cobertura a un consumidor que no quiere o no puede acceder a la marca internacional. Pero en general, la apuesta más fuerte es por la marca internacional”, concluye Ángel Segarra.

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