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Esta autopista transforma la vida de las personas

La Ruta del Cacao contribuye al desarrollo económico de la zona oriental de Colombia. Ferrovial, que participa en su construcción, colabora con varias ONG para beneficiar a las comunidades locales

La participación de los miembros de las comunidades por donde transcurre la autopista es uno de los logros del proyecto.

Ubicada en el corazón de Colombia, la autopista denominada Ruta del Cacao, en honor a este producto que se cultiva en la región, conecta el centro con la costa del Caribe, une los departamentos de Antioquia y Santander y las ciudades de Bucaramanga, capital de la región, y Barrancabermeja, a orillas del río Magdalena. El propósito de esta infraestructura no es otro que contribuir al desarrollo económico de la zona e impulsar el empleo y la cadena de suministros, superando problemas geológicos hasta convertirse en un corredor estratégico en la zona oriental del país.

Lo que hasta hace muy poco era un intrincado viaje a través de montañas, barrancos y ríos, hoy se ha convertido en una autopista de doble carril en cada sentido, en parte ya abierta al tráfico, cuya obra está previsto que concluya en 2022 pese a las dificultades derivadas de la pandemia; gracias a los estrictos protocolos de seguridad implementados, la Ruta del Cacao ha sido el primer proyecto en Colombia que ha reactivado su ejecución tras la covid-19. Más de 2.200 personas están vinculadas a esta obra en la actualidad y se han superado los 8.600 empleos durante su construcción; hoy se encuentra al 70% de su ejecución y se consolida como una vía de cohesión social en la región.

Ferrovial lleva varios años trabajando en la Ruta del Cacao tras ganar la adjudicación del contrato en 2015. La concesión, que tiene una duración de 25 años y supone una inversión de más de 700 millones de euros, contempla la construcción de 236 kilómetros de carretera, de los que 82 kilómetros son nuevos, y se mejoran 108,2 kilómetros de vía ya existentes. Supone, asimismo, la edificación de 34 puentes y viaductos y dos túneles con una longitud combinada de 5,95 kilómetros. Para Ferrovial, este proyecto supone también plasmar su manera de entender la responsabilidad corporativa. “Resultaría incoherente que las comunidades que van a verse favorecidas por el impulso económico de la zona gracias a la construcción de la autopista no tuvieran cubiertas unas condiciones sanitarias básicas”, explica Cristina Moral, gerente de RSC.

La obra incluye 236 kilómetros de carretera, 34 puentes y viaductos y dos túneles

La participación de los miembros de las comunidades por donde transcurre la autopista es uno de sus principales logros. Y la compañía española ha colaborado con asociaciones de las comunidades de la zona y ONG para que la transformación que implica el proyecto beneficie a los habitantes de la zona. Por ejemplo, ha posibilitado, a través del Programa Infraestructuras Sociales, que los más de 3.600 vecinos de comunidades del departamento colombiano de Santander tengan acceso a agua limpia. Y lo ha hecho acercándose e involucrando en los trabajos a los habitantes de la región. Porque la remodelación de la Ruta del Cacao es una obra de ingeniería, pero también parte de la reconstrucción de una zona muy castigada; las infraestructuras y las comunicaciones son un paso imprescindible para conseguirlo.

Contribuir al entorno

Ferrovial es consciente de que tiene un papel clave en el desarrollo sostenible. “Consideramos que las empresas somos el mayor generador de impacto socioeconómico. Influimos en las vidas de las personas, sus capacidades, sus oportunidades de futuro y sus estilos de vida”, comenta Moral.

La mejora de las condiciones de vida de las comunidades cercanas al trazado de la obra es una parte fundamental de la actuación de Ferrovial en este proyecto.

Así, en alianza con Acción Contra el Hambre, Ferrovial ha llevado a cabo a lo largo del trazado de la Ruta del Cacao la mejora de las redes de conducción, la instalación de plantas de tratamiento de agua potable y la capacitación y fortalecimiento de las Juntas de Agua, órganos que gestionan el suministro de los recursos hídricos. En total se ha mejorado el acceso al agua potable en 11 de las comunidades que componen el municipio de Lebrija, del que se han beneficiado 3.600 vecinos.

Asimismo, se han realizado mejoras para el acceso y disponibilidad de agua para consumo de personas vulnerables por la limitada atención estatal en las comunidades de Villa María, El Pozo y San Silvestre en el municipio de Lebrija, Santander; 365 personas se beneficiarán de las intervenciones realizadas. Se trata de un sistema de distribución de 4,5 kilómetros de tuberías de conducción y 5,1 kilómetros de distribución a tanques de almacenamiento.

En alianza con Acción Contra el Hambre se han mejorado las redes de comunicación e instalado plantas de tratamiento de agua

Pero esa no ha sido la única actuación dentro del proyecto. También se ha construido una nueva escuela para 30 niños en El Tapazón, en el municipio de Betulia. En cuanto a la gestión medioambiental, se han replantado especies autónomas y protegido árboles, y se han desarrollado talleres de cultura vial, actividades de formación o jornadas lúdicas en las escuelas.

Compromiso con la comunidad

Además de los siete proyectos de acceso al agua potable que Ferrovial ha desarrollado en la zona que atraviesa la Ruta del Cacao, el compromiso de la constructora española con las comunidades locales se ha reforzado para ayudar a hacer frente a la pandemia de la covid-19. Durante los primeros meses de emergencia sanitaria y social, entregó a través de la Cruz Roja Colombiana 100.000 mascarillas para su uso en los hospitales y centros de salud de la región. Además, repartió más de 500 lotes de comida a las familias más necesitadas, contando con la participación voluntaria de varios empleados para colaborar en estas intervenciones a lo largo de las obras de la Ruta del Cacao.

De forma paralela, otra acción destacable desde el punto de vista social es la orientación y ayuda económica a 46 personas para que reenfoquen su actividad y encuentren una nueva forma de ganarse la vida, que hasta ahora venían haciendo a través de la venta ambulante. Los beneficiados han recibido utensilios y materiales para facilitarles la creación de pequeños negocios como alternativa a su actividad de vendedores en la carretera, ahora convertida en autopista. Con ello, Ferrovial trata de contribuir tanto a su seguridad y protección como a la de los conductores del corredor.

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