La eliminación de la brecha de género entre la población jubilada elevaría el PIB en 1,8 puntos
La diferencia a favor de los hombres es de 25.000 millones anuales en pensiones públicas y de 1.300 millones en planes privados, según ClosinGap y Mapfre
Los hombres jubilados en España reciben alrededor de 28.500 millones de euros más que las mujeres en su misma situación, sumando los ingresos de las pensiones públicas y las rentas privadas (alquileres, dividendos y fondos y planes de pensiones). Esta cantidad es equivalente al 1,8% del PIB español, por lo que erradicar esa brecha de género supondría elevar la riqueza nacional en ese mismo porcentaje.
Así lo indica el informe Coste de oportunidad de la brecha de género en pensiones y ahorro previsional elaborado por la asociación ClosinGap (que promueve la eliminación de las diferencias de género en todos los ámbitos de la sociedad) y la Fundación Mapfre. Este trabajo desglosa las diferencias de ingresos en el plano público y privado de quienes ya se han retirado y denuncia que las menores percepciones de las mujeres no solo repercuten en un peor bienestar, sino que se traducen en un menor consumo, entre otras cosas, lo que genera una pérdida de la riqueza potencial.
En concreto, además de la diferencia agregada sobre el PIB, los autores de este informe (con datos sobre los ingresos públicos hasta 2024 y de los privados hasta 2022, según las últimas cifras disponibles de los datos fiscales individualizados del Panel de Hogares del Instituto de Estudios Fiscales y los registros de la Seguridad Social) han calculado que eliminar la brecha de género en este ámbito también generaría medio millón de puestos de trabajo más y contribuiría en casi 5.000 millones más anuales a las arcas públicas por la recaudación del IRPF y el IVA.
En el terreno de las pensiones públicas, los datos de 2024 confirman que las mujeres continúan percibiendo pensiones contributivas de cuantía inferior. En promedio, un hombre pensionista recibe 1.595 euros mensuales, frente a los 1.087 euros que percibe una mujer, lo que representa una brecha de 508 euros al mes. Aunque en términos relativos la brecha se ha reducido: ha pasado del 35,8% en 2018 al 31,9% en 2024, la diferencia sigue siendo muy abultada.
Así, cuantitativamente, la mayor diferencia se produce precisamente en las prestaciones públicas, a través de las cuales las mujeres reciben 25.206 millones de euros al año menos que los hombres, a pesar de que los perceptores de pensiones se reparten casi por igual entre hombres y mujeres. Pero bajo esta paridad aparente, esta brecha se concentra en la pensión de jubilación (que reciben el 82% de los beneficiarios hombres y el 57% de las mujeres de la misma edad). Mientras que las mujeres tienen masivamente pensiones de viudedad (tres de cada diez mujeres pensionistas reciben esta prestación frente a apenas el 1% de los hombres). La diferencia es que las pensiones de viudedad son generadas por las cotizaciones del cónyuge y no con las del beneficiario, como sí lo son las de jubilación.
De ahí que tanto, la presidenta de ClosinGap, Marieta Jiménez, como el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, hayan coincidido en apuntar a la erradicación de la brecha de género en el mercado laboral como paso previo e imprescindible para acabar con las diferencias de ingresos entre hombres y mujeres tras la jubilación.
De hecho, el informe también ha analizado si la incorporación más reciente de las últimas cohortes de jubilados está reflejando una menor brecha de género, producto de una mayor igualdad laboral en las últimas décadas. De esta forma, al analizar las altas y bajas en las pensiones de jubilación, “se observa una progresiva mejora entre las generaciones más recientes, pero también la persistencia de diferencias significativas”, precisa el informe. Pero, en promedio, los hombres siguen percibiendo una pensión 1,2 veces superior a la de las mujeres (esto es un 20% superior, que coincide con la brecha salarial de las mujeres en activo).
En términos absolutos, esta diferencia se materializa en que entre quienes causan baja del sistema, la diferencia en los ingresos mensuales alcanza los 540 euros, mientras que entre quienes acceden por primera vez, la brecha se reduce a 255 euros mensuales. “Aunque estas cifras indican una cierta convergencia, el sistema continúa reflejando el legado de las desigualdades históricas del mercado laboral español”.
Pensiones y otras rentas privadas
En cuanto al terreno de los ingresos privados, la brecha es mucho menor pero porque también lo son este tipo de rentas entre los jubilados. El estudio ha analizado las diferencias de género de los ingresos de los jubilados por tres conceptos: los alquileres de viviendas y locales; los intereses y dividendos; y los ingresos derivados del rescate de planes de pensiones privados. De forma conjunta, los hombres recibieron en 2022 112 millones más que las mujeres por este ahorro previsional.
No obstante, desglosando estas tres fuentes de ahorro privado, emergen matices importantes en la distribución de la desigualdad, indican los autores del informe. Así, las mujeres obtienen mayores ingresos por alquileres, con una diferencia a su favor de 1.800 millones de euros. Mientras que los hombres superan a las mujeres tanto en los ingresos procedentes de planes de pensiones privados —con una brecha de 1.300 millones de euros— como en los rendimientos del capital mobiliario (intereses y dividendos), donde la diferencia asciende a 611 millones de euros.
Estas diferencias per cápita en las rentas privadas de las jubiladas apuntan a que las mujeres mayores de 67 años perciben, en promedio, 680 euros menos al año por este tipo de ingresos que los hombres de sus mismas edades. Al igual que en términos agregados, se observa la diferencia a favor de las mujeres en las rentas obtenidas por los alquileres (unos cien euros más al año que los hombres). Al tiempo que las diferencias son más marcadas y económicamente relevantes en los ingresos por intereses y dividendos —con una brecha per cápita de 311 euros al año en favor de los hombres— y, especialmente, en los ingresos procedentes del rescate de planes de pensiones privados, donde los jubilados superan a las mujeres en 465 euros anuales por persona.
Los responsables de Mapfre han recordado que este menor peso de las rentas privadas, proviene de la evolución de los tipos de interés en los últimos años, que ha recortado las rentas provenientes de los dividendos. Pero, sobre todo, de los últimos cambios fiscales para desincentivar los planes individuales de pensiones y favorecer los planes de empleo, que, sin embargo, no están tirando entre los trabajadores. Los datos así lo evidencian ya que la penetración de los sistemas privados de pensiones apenas alcanza el 11,2% en 2024, con un crecimiento muy moderado respecto al 9,5% de 2016.
Dicho todo esto, el desequilibrio entre los pilares del sistema —el primer pilar son las pensiones públicas; el segundo lo forman los planes colectivos de pensiones privadas en las empresas; y el tercero los planes privados individuales— lleva a los autores del estudio a destacar que el sistema español “contrasta con el modelo de diversificación de ingresos en la jubilación de otros países de la OCDE”.