Nueve de cada diez españoles rechazan el retraso de la edad de jubilación de 67 a 70 años
Un estudio de Funcas muestra un gran desconocimiento del sistema de pensiones: apenas el 20% conoce mínimamente como funciona
Hace unos meses Dinamarca fue el primer país europeo en retrasar la edad de jubilación a los 70 años. En España, la última ampliación de la edad de retiro fue en 2011, cuando se aprobó un aumento progresivo de los 65 a los 67 años (que será edad legal de jubilación desde 2027, salvo excepciones). Sin embargo, a las puertas de inaugurar los 67 años como límite legal para jubilarse, los españoles no quieren ni oír hablar de un nuevo retraso hasta los 70 años: nueve de cada diez personas en España (el 87%) rechaza esta ampliación. Y la negativa es mayor entre los hombres (90%) que entre las mujeres (83%).
Esta es una de las principales conclusiones de la encuesta sobre el conocimiento que tiene la sociedad española del sistema de pensiones que ha realizado la profesora de Sociología de la Universidad Nacional a Distancia (UNED) e investigadora de Funcas Elisa Chuliá. En concreto, la Encuesta Funcas 2025 sobre Pensiones y Educación Financiera ha preguntado a 1.200 residentes de entre 18 y 75 años, de los cuales 1.070 son de nacionalidad española.
La autora destaca que ante este rechazo generalizado a retrasar la edad de legal de jubilación no sorprende que también sea elevado (el 76%) el porcentaje de personas en activo que, sin llegar al horizonte de los 70 años, también rechazan “trabajar más allá de los 67 años”. Incluso un 61% de encuestados y un 64% de encuestadas afirman que les “gustaría jubilarse antes de esa edad”, manifestando la mayoría de ellos una preferencia por hacerlo entre los 61 y los 65 años. Solo un 15% de los encuestados con estudios universitarios y un 8% de las encuestadas con el mismo nivel formativo mantienen que les gustaría trabajar más allá de los 67 años.
Si bien, en general, a la hora de abordar la duración de las vidas laborales, la autora destaca que de los aproximadamente 8,2 millones de hombres y mujeres babyboomers (los nacidos entre 1958 y 1977) hasta medio millón (391.000 hombres y 99.000 mujeres) podrían estar planteándose prolongar su carrera laboral por encima de la edad legal de jubilación. Además, de los actuales pensionistas, casi tres de cada diez no ven con malos ojos volver a trabajar parcialmente cobrando una parte de la pensión y otra parte del salario proporcional a la jornada que realicen (esto es acogerse a la jubilación flexible que el Gobierno va reformar en las próximas semanas) o a través de la jubilación activa. Aunque Chuliá ha insistido en que esta posibilidad no depende tanto de los jubilados como de la disposición de las empresas a contratar a personas con sus cualificaciones y su disponibilidad.
El principal motivo por el cual los países retrasan la edad de jubilación de sus ciudadanos o incentivan la prolongación de sus vidas laborales suele ser la mala salud financiera de sus sistemas de pensiones (necesitan que se trabaje más tiempo y se cobre pensión durante menos años). Si bien, aunque esta encuesta no entra a evaluar la viabilidad económica de las pensiones, de este trabajo sí se desprende que este motivo no está detrás del rechazo de los españoles a trabajar más o menos años, ya que por lo general existe un “profundo” desconocimiento de cómo funcionan las pensiones en España, apuntan sus autores.
El título de la presentación de las conclusiones de esta encuesta para Funcas lo deja claro: Preocupada y un tanto desorientada: la sociedad española ante las pensiones. Según Chuliá, que ha presentado su trabajo para Funcas este martes, “esta encuesta no es para polemizar ni generar debate sino para ser útiles (a los poderes públicos) en el manejo de esta información”.
La desinformación genera más ansiedad
De hecho, ha destacado que los resultados del muestreo reflejan, por una parte, el fuerte desconocimiento de cómo funciona y se financia el sistema de pensiones de la inmensa mayoría de la población. A la vez, indican la creciente preocupación sobre el futuro de estas prestaciones, especialmente entre los jóvenes. Chuliá relaciona ambas cuestiones: “Es probable que el desconocimiento genere más ansiedad. Y sabiendo que la mayoría conoce muy poco cómo funciona el sistema es posible que haya mucha gente más preocupada de la cuenta”
Para medir la ignorancia de los españoles sobre las pensiones se han realizado dos preguntas a los encuestados, que solo un 20% de la población consultada ha respondido correctamente en ambos casos; y el 51% da una respuesta incorrecta a las dos preguntas. Según esto, ocho de cada diez españoles no sabe como funciona el sistema.
La primera de estas preguntas ha sido si conocen cómo se pagan fundamentalmente las pensiones de los actuales jubilados. La respuesta correcta habría sido contestar: con las cotizaciones sociales que pagan los trabajadores en activo; aunque también hubiera sido correcto responder que con cotizaciones e impuestos, ya que una parte de las prestaciones se financia de manera creciente con la imposición genera. Menos de la mitad de los encuestados ha respondido correctamente.
En concreto, el 46% ha citado las cotizaciones de los trabajadores en activo, a los que se pueden sumar el 3% que ha optado cotizaciones sociales actuales e impuestos. De esta forma rozan la mitad de la muestra (49%) quienes sí saben como se pagan las prestaciones de jubilación. Por el contrario, algo menos de uno de cada cinco (el 17%) piensa erróneamente que las pensiones se financian con “las cotizaciones que pagaron los pensionistas cuando trabajaban”. Y esta opción es aún mayor entre los propios jubilados actuales: uno de cada cuatro (el 26%) piensa que su pensión se abona mes tras mes con lo que pagaron ellos cuando trabajaban, en lugar de con lo que pagan los ocupados actuales.
Con la segunda pregunta, esta encuesta trataba de determinar si, en términos generales, los españoles saben cómo de generosas son las pensiones y a este respecto el desconocimiento de los ciudadanos es incluso mayor. Dos terceras partes dijeron que la pensión media de jubilación era más baja o mucho más baja que el salario mínimo, cuando esto no es ni mucho menos así.
En el momento de realización de la encuesta (entre el 1 y el 13 de septiembre pasados) la pensión media de jubilación superaba ligeramente los 1.500 euros (por 14 pagas), mientras que la pensión media del sistema de pensiones, calculada incluyendo todas las clases de pensión (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares), rebasaba los 1.300 euros. Ambas cifras se hallaban, por tanto, por encima de los 1.200 euros aproximados del SMI.
Sin embargo, para el 30% de los encuestados la pensión media de jubilación es “bastante menor” al salario mínimo y para otro 36% es “algo menor”, por lo que el 66% están equivocados y “albergan mayoritariamente la creencia de que el sistema de pensiones rinde menos de lo que efectivamente rinde”, señala Chuliá.
Esta socióloga ha dicho entender esta confusión debido a que es cierto que casi la mitad de las pensiones contributivas no llega al salario mínimo y, por eso, mucha gente o recibe pensiones más bajas o conoce a alguien que las cobra". Pero, dicho esto, ha añadido: “Explicarlo o entenderlo no nos debe de llevar a aceptarlo. Y difícilmente la sociedad puede participar de un debate sobre el sistema de pensiones si no se les da la información suficiente”.
En este punto llega la creciente y extendida preocupación por la suficiencia de las futuras pensiones que también pone de manifiesto las conclusiones de la encuesta. Así, a casi siete de cada diez españoles (el 67%) le preocupa mucho o bastante, la posibilidad de que su futura pensión no sea suficiente para vivir sin aprietos. En especial, las mujeres mayores de 60 años están más preocupadas por esta cuestión (el 76% mucho o bastante). Si bien es mayor la inquietud, sobre todo entre los hombres de 18 y 30 años y las mujeres de entre 21 y 45 años, sobre la posibilidad de que dentro de diez años las pensiones serán más reducidas: el 80% de estos dos colectivos lo opina así.