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La agencia Fitch recorta la nota de la deuda francesa por la crisis política

El veredicto remata una semana horrible en la que la incertidumbre ha colocado la prima de riesgo de Francia por encima del resto de países europeos

La crisis política francesa comienza a tener un impacto visible en la economía. La enorme incertidumbre tras la caída de François Bayrou el lunes y las sombras que pesan sobre la capacidad de desbloquear la situación de su sucesor, Sébastien Lecornu, dispararon esta semana la prima de riesgo de Francia por encima del resto de países europeos. Este viernes, además, la esperada revisión del rating por parte de Fitch, una de las grandes agencias de calificación de deuda, ha terminado de rematar una semana horrible. La entidad ha recortado un peldaño la nota de la deuda de Francia de AA- a A+, con perspectiva estable, por la persistente inestabilidad política y las incertidumbres presupuestarias que dificultan un saneamiento fiscal. Otra mala noticia.

El informe de la calificadora de riesgo Fitch cierra una semana difícil para el Gobierno de Emmanuel Macron, que enfrenta la elaboración del presupuesto para 2026 sin saber todavía si el nuevo primer ministro tendrá los apoyos suficientes. El plan de Bayrou de recortar 44.000 millones de euros, que preveía reducir el déficit (5,8% del PIB en 2024) y la deuda pública (alrededor del 114%), ha quedado en el aire. Las protestas en la calle del pasado miércoles no invitan al optimismo al nuevo ejecutivo. “El fracaso del Gobierno en una moción de confianza ilustra la creciente fragmentación y polarización de la política interna”, escribe la calificadora de riesgo en un comunicado.

Fitch ha cumplido con su advertencia de marzo, cuando mantuvo la AA- con perspectiva negativa, pero avisó que degradaría la nota si la segunda economía de la UE no aplicaba un “plan creíble” a medio plazo. La degradación de la nota -que la sitúa en una suerte de notable alto, la misma altura a la que la agencia S&P acaba de colocar la española- implica que la capacidad de Francia para pagar su deuda podría ser menor ante condiciones económicas adversas, lo que podría incrementar la prima de riesgo, ya disparada en las últimas semanas.

Lecornu se ha dado dos semanas -se las ha concedido Macron, más bien- para intentar cerrar acuerdos que permitan sacar a flote la norma presupuestaria. El objetivo, sobre todo, será compaginar una posible abstención o voto a favor de los socialistas, con el apoyo de Los Republicanos (derecha gaullista). Pero eso, justamente, es lo que ya intentaron sin éxito sus predecesores, provocando la caída de sus respectivos ejecutivos. “Desde las elecciones legislativas anticipadas de mediados de 2024, Francia ha tenido tres gobiernos diferentes”, recuerda la calificadora. La agencia señala también que “esta inestabilidad debilita la capacidad del sistema político para llevar a cabo una consolidación fiscal importante y hace poco probable que el déficit fiscal se reduzca al 3% del PIB para 2029, como se había fijado como objetivo el Gobierno saliente”.

La prima de riesgo de Francia llegó a rebasar el martes por primera vez a la de Italia, país considerado durante años como un mal alumno en términos de control de su deuda. “Lo que realmente importa no es la calificación otorgada por las agencias, sino la trayectoria de las finanzas públicas y la capacidad del Estado para cumplir sus compromisos”, destacó Lucile Bembaron, economista de Asterès. “Los mercados ya sacaron sus conclusiones, mientras que las calificaciones parecen ir con retraso”.

La única buena noticia llegó a París esta semana de la mano del instituto nacional de estadística (Insee), que elevó el jueves al 0,8% del PIB su previsión de crecimiento para Francia en 2025, frente al 0,6% anterior, aunque consideró frágiles los motores de la economía en plena crisis política.

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