Ryanair amenaza con un nuevo ajuste de un millón de asientos para el verano de 2026
El consejero delegado del grupo, Michael O’Leary, exige la retirada de la subida del 6,5% en las tasas de Aena para el próximo ejercicio
El consejero delegado del grupo Ryanair, Michael O’Leary, no afloja la presión a Aena y el Ministerio de Trasportes al advertir de la posibilidad de un nuevo recorte de un millón de asientos en la temporada de verano de 2026 si el gestor aeroportuario no revierte su intención de elevar las tarifas un 6,5% a partir de marzo. El ejecutivo irlandés ha señalado en una entrevista concedida a Financial Times que podría anunciar el nuevo ajuste en Madrid en las próximas semanas.
Ryanair ya redujo su oferta en 800.000 plazas en aeropuertos regionales españoles en lo que respecta a la actual temporada de verano, que se abrió en abril y expira a finales de octubre. La aerolínea con mayor tráfico en España abandonó Valladolid y Jerez, y ha bajado su actividad en Vigo, Santiago, Zaragoza, Asturias o Santander. A ello ha sumado un nuevo repliegue para la inminente temporada de invierno, que se extenderá hasta final de marzo y en la que la low cost ha sacado un millón de asientos de su programación en aeropuertos secundarios. Con ello, ha cerrado la base de Santiago, donde reduce un 80% su oferta, se va de Vigo, mantiene su salida de Jerez, Valladolid y asesta un severo recorte en aeropuertos canarios o en Santander, Asturias y Zaragoza. El paso dado por Ryanair, que lo achaca a los costes de operar en esos aeropuertos, ha sido duramente contestado desde el Gobierno y Aena, que aprecian un chantaje de la aerolínea en busca de rebajas tarifarias.
“Si los precios en la España regional son demasiado altos, vuelo a otro lugar”, ha señalado O’Leary, quien insta al Gobierno a convencer a Aena de que debe congelar sus tarifas. El veterano jefe de Ryanair se ha reunido este viernes en Bruselas con el comisario europeo de Transportes, Apostolos Tzitzikostas. Con el griego habría hablado de cómo afectan a los vuelos europeos las huelgas nacionales −por ejemplo, un vuelo Colonia-Oporto que sobrevuela Francia o España en un día de paro−, de la competitividad del sector aéreo y de la necesidad de inversiones, según la portavoz de Transportes de la Comisión Europea, Anna-Kaisa Itikone.
El encuentro mantenido entre O’Leary y Tzitzikostas ha encendido los ánimos en el Ministerio de Consumo. El ministro Pablo Bustinduy reclamó este jueves a la Comisión Europea que desoiga las quejas de Ryanair contra el trato recibido en España. La portavoz de Transportes de la Comisión ha informado a este diario que el comisario tiene previsto verse de forma telemática con el ministro español el próximo martes. No obstante, desde el gabinete de Bustinduy señalaban que no les constaba que hubiera una reunión en agenda.
Ryanair no solo es crítica con la política tarifaria de Aena, sino que acusa al control aéreo de retrasos en sus operaciones y, sobre todo, está tratando de tumbar en las instituciones europeas y ante la justicia la multa de 108 millones que le impuso el pasado noviembre el propio Ministerio de Consumo. La sanción va contra prácticas como el cobro de la maleta de mano cuando esta se sube a la cabina de viajeros o la tarificación extra por reunir los asientos de menores y personas con discapacidad con los de sus padres o acompañantes.
Bustinduy apuntó ayer que su ministerio mantendrá la acción en defensa de los derechos de los viajeros, independientemente de las decisiones que se tomen en el seno de la Comisión Europea.