Ir al contenido

El desplome laboral de la educación no reglada: las academias despiden a un 38% de sus trabajadores en verano

La ocupación en los centros de idiomas, de refuerzo o de música ha restado 150.000 empleos entre abril y agosto

Cuando se habla de estacionalidad en el empleo es habitual pensar en la agricultura o el turismo, actividades, en promedio, de ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Cuando se habla de estacionalidad en el empleo es habitual pensar en la agricultura o el turismo, actividades, en promedio, de jornadas largas, salarios bajos y escasa cualificación. Es la situación contraria a la educación, con la jornada promedio más corta de la economía española, retribuciones superiores a la media y con mayoría de empleados con educación superior. Y, pese a estos atributos positivos, las aulas acompañan al campo y bares y restaurantes como una de las actividades con mayor fluctuación del empleo a lo largo del año: de abril a agosto el sector perdió 254.154 trabajadores, un 19% del total, según las últimas cifras de afiliados a la Seguridad Social. El mayor bajón se concentra en la educación privada no reglada, como academias, escuelas de música o centros de idiomas, donde se pierden cuatro de cada diez empleos de abril a agosto, lo que ha representado este año 149.500 puestos de trabajo.

En la desagregación por tipo de centro, esa caída es la más profunda, tanto en términos relativos como absolutos. También es importante el bajón en la educación privada, que se deja 25.549 empleos, un traspié del 20%. La educación pública retrocede un 11% su número de afiliados (-72.757) y los centros concertados de financiación pública pierden un 4,4% (-6.348).

Son cifras muy parecidas a las de años anteriores, un fenómeno que solivianta a los sindicatos, particularmente en lo que atañe a la educación no reglada. Los representantes de los trabajadores vienen denunciando el empeoramiento de la situación laboral dentro del sector desde que los exámenes de recuperación se han adelantado de septiembre a junio.

La contracción es aún más llamativa si se analiza el peso del bajón de cada tipo de centro respecto al total educativo. Los centros académicos no reglados representaban en abril el 30% de los afiliados en educación, pero, a la vez, suponen el 59% de los afiliados perdidos por el conjunto del sector hasta agosto.

“Que las cosas vayan bien en términos generales no significa que tengamos la más mínima autocomplacencia, nos estimula a hacer las cosas mejor. Y es evidente que sigue habiendo elementos en el ámbito educativo donde hay que seguir incidiendo”, reconoció este lunes el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez. A la vez, reivindicó que la mayoría de estos trabajadores son fijos discontinuos desde la reforma laboral y que ello les permite volver a sus puestos tras el parón estival.

Los datos de la Seguridad Social indican que de los 393.540 empleados en la educación no formal en abril, 212.938 (54%) son indefinidos a tiempo completo y 137.522 (35%) son fijos discontinuos. Este grupo es el que se va a la inactividad en verano: los primeros solo retroceden un 3%, mientras que los segundos pierden el 89% de los ocupados.

El uso habitual del contrato fijo discontinuo en la educación no reglada no se replica con la misma intensidad en el resto de centros, una posibilidad vetada por la jurisprudencia en las actividades docentes. Es decir, es posible hacer fijo discontinuo a los empleados del comedor, pero no a los profesores y maestros. Los datos de la Seguridad Social indican que el 14% de los empleados en colegios e institutos privados son fijos discontinuos, el 0,4% en los centros públicos y el 0,1% en los concertados.

El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, subrayó este lunes que Inspección está pendiente de este fenómeno: “Es inaceptable que haya realidades similares en educación que se atiendan con contratos distintos”. Ante estas suspicacias, el número dos del ministerio subraya que Inspección “vigila” el ámbito educativo: “Se revisa detalladamente la naturaleza de los contratos. En julio de este año se han convertido 722 contratos en indefinidos porque no estaba justificada su estacionalidad”. A la vez, Pérez Rey subraya que gracias a la reforma laboral se ha desechado el uso del contrato de obra y servicio. “Con fijeza discontinua u ordinaria, los trabajadores de la educación tienen absoluta seguridad de que se incorporan con el nuevo curso una vez pasado el periodo estival”.

Los datos indican que el número de empleados no solo se recupera con la llegada del nuevo curso, sino que en los últimos años se viene incrementando. Ese balance positivo hace que desde 2019 los ocupados en educación se hayan incrementado un 34%, más del doble que el avance del resto del empleo en el mismo periodo (14%). El siguiente gráfico muestra el comportamiento cíclico de la afiliación en el sector, con un profundo bajón en los meses estivales y que repunta en octubre.

Los representantes de los trabajadores denuncian que, pese a que el fijo discontinuo da más seguridad que las anteriores relaciones temporales, ello no quita el perjuicio para esos ocupados por los emolumentos que pierden en verano.

Por otro lado, ambos secretarios de Estado se han referido a otro foco de precariedad en educación: la gran bolsa de interinos que hay en España. En ellos descansa el bajón de la educación pública de abril a agosto. Según los datos de la Seguridad Social, España pasó de tener 167.495 profesores y maestros interinos en abril a 123.149 en agosto, lo que representa un bajón del 26%. “Hay casos de precariedad que no tienen que ver con los fijos discontinuos, sino con el gran volumen de interinos, que sigue siendo excesivo y que está en el tejado de otras administraciones competentes”, dijo ayer Suárez, una declaración que terminó con un apunte de Pérez Rey: “Que son las autonómicas”.

Sobre la firma

Archivado En