Los empleos en España están más expuestos a la inteligencia artificial, pero son menos automatizables
Un informe de la OCDE advierte de que las nuevas herramientas tecnológicas pueden agrandar las diferencias entre comunidades autónomas
El 27,4% de los empleos en España están expuestos a la IA generativa —que permite crear contenidos como imágenes o texto—, un impacto ligeramente por encima de la media (26%), aunque el riesgo de que muchos de ellos terminen automatizándose es menor que en el resto de países: solo el 5,9% frente al 12% general.
Esta una de las conclusiones del informe Job Creation and Local Economic Development 2024: The Geography of Generative AI (Creación de empleo y desarrollo económico local 2024: La geografía de la IA generativa) que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha publicado este jueves la sobre la repercusión que la inteligencia artificial (IA) tendrá en las relaciones laborales de los países más desarrollados del mundo.
La exposición del mercado de trabajo español ante los cambios en la forma de trabajar que proyecta la inteligencia artificial es una variable que todos los agentes del ecosistema laboral tienen en cuenta a la hora de lanzar sus pronósticos. Que la transformación resulte más o menos exitosa para empresarios o trabajadores es otro asunto a valorar. Sin embargo, se trata de una circunstancia que se descuelga, irremediablemente, de la primera cuestión: ¿cuánto van a cambiar las cosas?
En el informe, la OCDE no entra a valorar la forma en la que la inteligencia artificial impactará sobre los empleos —si los alterará o directamente acabará con ellos al poder llevar a cabo de manera autónoma esas mismas tareas—, o si la automatización derivará en la asunción de determinadas cargas que derivarán en la extinción de algunos puestos intermedios (como pronostican muchos otros estudios). Simplemente, se limita a valorar la exposición que tienen, en su conjunto, a las nuevas herramientas tecnológicas que viene desarrollándose para su aplicación en distintos entornos laborales.
Lo que sí plantea el informe es que las desigualdades que existen actualmente entre las distintas regiones del país pueden agrandarse con la expansión de la IA. Para ello se basa en los registros particulares de cada una de las comunidades, y las variables de exposición y posibilidad de automatización de sus empleos.
Así, indica que mientras que Madrid tiene la mayor proporción de trabajadores expuestos (36,6%), Castilla-La Mancha presenta la menor (19,6%). En cuanta a las áreas urbanas, el texto detalla que la exposición es un 11,7% mayor que en áreas rurales, aunque esta diferencia es menor que la observada en la media de la OCDE.
Políticas públicas
Respecto al riesgo de automatización, pese a que el 5,9% de los empleos están altamente expuestos, hay comunidades que se distancia mucho de la media, tanto hacia un extremo como al otro. Las Islas Canarias tienen el menor porcentaje (1,5%) —por tratarse de un polo turístico, con empleos dirigidos a cubrir servicios de hostelería—, mientras que La Rioja registra el más alto (11,2%).
Al mismo tiempo, el documento advierte de la correlación inversa entre los empleos expuestos a la IA generativa y aquellos en alto riesgo de automatización, lo que indica que las tecnologías impactan de manera diferenciada según la región y el tipo de trabajo.
Para tratar de evitar que las diferencias entre territorios ganen distancia con la llegada de la IA, la OCDE plantea como remedio que las políticas públicas se enfoquen en gestionar las transiciones laborales y apoyen a las regiones con menor productividad o mayores tensiones en sus mercados laborales.
Recuperación precovid
Más allá de la IA, el informe analiza la situación general del mercado de trabajo en España, y su comportamiento en 2023 en los distintos territorios. Por un lado, señala que la tasa de empleo en España varió significativamente según la región, con un mínimo de 57,9 % en Andalucía y un máximo de 69,9% en País Vasco, Cataluña y Madrid.
Tras los estragos causados por la covid, 14 de las 15 regiones españolas recuperaron sus niveles de empleo previos a la crisis, según los cálculos de la organización. Extremadura lideró esta recuperación con un incremento de 4,1 puntos porcentuales, mientras que Navarra quedó rezagada. En términos generales, la recuperación en España fue más fuerte (1,8 puntos porcentuales) que la media regional de la OCDE (1,5 puntos).