Los smartphones, ordenadores y volar al extranjero, lo que más baja de precio al final de las vacaciones

Los equipos de tecnología móvil son casi un 12% más baratos que en 2023, mientras que los portátiles se abaratan casi un 6%

Interior de la tienda de Apple Store en la Puerta del Sol de Madrid. Foto de ArchivoÁlvaro García

En agosto de este año, los consumidores en España se han encontrado con la sorpresa de que comprar un móvil o un ordenador es, a día de hoy, notablemente más barato que hace un año. Los equipos de telefonía móvil han registrado una impresionante bajada del 11,7% respecto al mismo mes de 2023, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El caso de los ordenadores personales sigue una tendencia similar, con una caída del 5,9%. La creciente adopción de nuevas tecnologías, como dispositivos más potentes, junto con la mayor oferta en el mercado, parece haber generado este abaratamiento. Además, las tendencias hacia el teletrabajo y la educación a distancia, aunque persisten, no son tan intensas como durante la pandemia, lo que ha suavizado la demanda. Esto ha provocado que ambos productos sean alrededor de un 20% más baratos que antes de la crisis inflacionaria, de acuerdo con la estadística oficial, cuyo índice de base 100 toma como referencia lo que valía cada producto en 2021.

Otros productos tecnológicos y de ocio también han mostrado moderadas caídas en sus precios. Los televisores, reproductores DVD, grabadoras y demás equipos similares han registrado una caída en la tasa del 1,8%, según el INE. Esta tendencia refleja un panorama en el que disfrutar de los últimos avances en ocio digital y audiovisual es más económico que en el pasado.

Otro sector donde se ha notado una moderación de los precios respecto al año pasado son los vuelos internacionales, que se han abaratado un 8,1%. La cifra contrasta con el repunte de los viajes nacionales, que a día de hoy son un 21% más caros que en verano del año pasado. También los paquetes turísticos internacionales son un poco más accesibles que hace un año (caen un 0,4%), mientras que los nacionales han repuntado más de un 12%. Esto demuestra que el sector ha aprovechado una época de vacaciones vertiginosas en las que los turistas extranjeros se han vengado de las excursiones que se perdieron durante la pandemia, para encarecer los servicios en las distintas regiones. De ahí que el transporte de pasajeros por mar también haya repuntado un 14%, afectando no solo a los compradores de cruceros, sino también a quienes se desplazan en ferry entre las islas.

Los carburantes son la otra pata de esta moderación de precios. La gasolina es un 7,3% más barata que en verano de 2023, el gasóleo ha caído incluso más: hasta el 9%, y en general los combustibles líquidos reflejan una tasa del 10% menor a la de hace un año. Los analistas prevén que estos productos sigan jugando a favor del bolsillo de los consumidores. Manuel Hidalgo, economista y profesor de la Universidad Pablo de Olavide, cree que se mantendrán en estos niveles en el medio plazo gracias al coste del barril de Brent ― de referencia en Europa―, que se ha situado incluso por debajo de los 70 dólares en las últimas semanas.

En el otro extremo, el gran protagonista es el aceite de oliva, que cuesta un 25% más que hace un año. La cifra evidencia los problemas de producción que ha tenido el campo derivado de sequías y otras condiciones climáticas adversas. No obstante, la reciente evolución de precios sugiere que la escalada ha llegado a su fin. De mayo a agosto, el oro líquido ha encadenado caídas intermensuales, lo que no ocurría desde el verano de 2022. Solo entre julio y agosto, el precio cayó un 1,7% y se espera que la tendencia continúe gracias a que este año, finalmente, los agricultores esperan recuperar la producción habitual.

En general, la evolución de la cesta la compra es bastante heterogénea, con variaciones que van desde descensos notables en algunos productos básicos hasta aumentos que superan el doble dígito en otros. La leche desnatada se ha abaratado un 3,3%; las pastas un 1,2% y las legumbres y hortalizas frescas un 1,1%. La leche entera y la mantequilla también han experimentado una leve moderación de precios, lo que ha ayudado a contener la inflación en productos que forman parte de la alimentación básica de las familias. Pero otros productos, como las patatas, la carne de cordero y el cacao en polvo se han encarecido por encima del 10% de un año a otro. Los zumos y el chocolate han repuntado incluso más, por encima del 16%, hasta convertirse en casi artículos de lujo.

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