Pepe Álvarez optará a un tercer y último mandato al frente de UGT

El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, optará a la reelección en el próximo Congreso Confederal del sindicato, que tendrá lugar del 25 al 27 de noviembre en Barcelona. Así lo ha anunciado este jueves en la capital catalana, en la reunión de la Comisión Ejecutiva Confederal. Álvarez dirige UGT desde 2016, cuando tomó el relevo de Cándido Méndez. “El sindicato tiene que estar orgulloso del trabajo que ha hecho durante estos ocho años, pensando en el conjunto de la organización”, ha dicho Álvarez. De lograr la reelección, el dirigente asturiano iniciaría un tercer y último mandato, ya que los estatutos del sindicato establecen un máximo de tres mandatos consecutivos. Fuentes de la organización señalan que no se vislumbran candidaturas alternativas.

La fecha del que será el 44º Congreso Confederal del sindicato se decidió a finales del año pasado. Entonces Álvarez no aclaró si se presentaría, incógnita que ha mantenido abierta hasta hoy.

Álvarez, que cumplió 68 años en marzo, nació en Belmonte de Miranda, un pueblo del interior de Asturias. Se afilió a UGT en 1975, con 19 años, cuando vivía en Barcelona y acababa de empezar a trabajar en la empresa metalúrgica Maquinista Terrestre y Marítima (ahora parte de la multinacional francesa Alstom). En 1990 fue elegido líder del sindicato en Cataluña, cargo que ostentó hasta 2016, cuando tomó las riendas de UGT a nivel nacional. Relevó a Méndez, que lideró el sindicato durante 22 años.

La primera vez que se presentó, Álvarez consiguió una victoria ajustada: recibió el 51,1% de los votos. Se enfrentaba al secretario general de Servicios para la Movilidad y el Consumo (FeSMC), Miguel Ángel Cilleros. Sin embargo, en el 43º Congreso (celebrado en 2021) logró un amplio respaldo del 86% de los delegados. Además, Álvarez fue elegido en mayo de 2019 vicepresidente de la Confederación Europea de Sindicatos (CES)

El líder ugetista superó la principal contestación a su liderazgo en octubre de 2022, cuando Pedro Hojas, el entonces secretario general de la poderosa Federación de Industria, Construcción y Agro (Fica UGT) y tres miembros de su ejecutiva dimitieron por diferencias con Álvarez. Tras la salida de Hojas, le sustituyó el que era el número dos del sindicato, Mariano Hoya.

Si certifica la reelección, a la vista dada la previsible ausencia de una alternativa, Álvarez encararía su tercer y último mandato al frente de la UGT, que en principio se extendería hasta 2028. “Mi decisión tiene mucho que ver con los retos que tenemos por delante. Merece la pena”, ha dicho Álvarez. Entre estos retos ha mencionado la elevadísima tasa de paro en España (11,3%), la más alta de Europa.

Cuando accedió a la secretaria general aún gobernaba el PP de Mariano Rajoy, en 2016. Solo dos años después, Pedro Sánchez logró la presidencia del Gobierno mediante una moción de censura. Entonces se inició una fuerte senda de subida del salario mínimo, acuerdos de los que siempre ha formado parte UGT y el otro gran sindicato de clase, CC OO.

Las dos organizaciones representativas de los trabajadores también han logrado consensos importantes con la patronal desde que Álvarez dirige UGT: los principales son los acuerdos para la negociación colectiva de 2018 y 2023 y, sobre todo, la reforma laboral de finales de 2021. El nuevo marco de las relaciones laborales ha hundido la temporalidad, mal endémico de la economía española. Antes de la reforma el 26% de los asalariados tenían un contrato temporal, mientras que ahora solo son el 16%. “Estamos con la temporalidad en términos europeos. Algo hemos tenido que ver”, ha comentado el secretario general de UGT.

En su discurso, Álvarez ha reivindicado estos acuerdos, así como las reformas del sistema de pensiones de los últimos años, la primera para vincular la actualización de las cuantías con el IPC y la segunda para reforzar los ingresos. También ha destacado la resolución del Comité Europeo de Derechos Sociales sobre el coste del despido en España, impulsada por una reclamación que presentó el sindicato y que ha abierto el debate sobre su reforma. “Podría estar una hora hablando de los cambios que se han producido en este país. Tenemos que estar orgullosos de ellos porque somos todos juntos hemos conseguido realizarlos”, ha agregado Álvarez.