La ola de calor empuja al precio de la luz cerca de máximos anuales

La electricidad volverá a superar los 100 euros por megavatio hora en el mercado mayorista por sexta vez este verano y es un 47% más cara que hace un mes

Un ciclista se hidrata este martes en el Parque Lineal del Manzanares en Madrid, en una nueva jornada de calor.Mariscal (EFE)

El segundo episodio de calor intenso del verano amenaza con seguir encareciendo la factura de la luz de millones de españoles: el precio de la electricidad alcanzará este viernes los 102,31 euros por megavatio hora (MWh), cerca de máximos anuales, según los últimos datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE).

El coste de mantenerse fresco en el hogar dará un salto coincidiendo con el repunte de las temperaturas de este viernes, cuando se superarán los 40 grados en diversos puntos de la Península. La luz es casi un 10% más costosa a las puertas de este fin de semana que la semana anterior, cuando registró una media de 93,49 euros. Y el efecto de las temperaturas en el consumo de los hogares es aún más notable si se compara con hace un mes: el recibo se ha disparado de media en un 47% desde el 9 de julio.

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No ha sido habitual llegar a estos precios en 2024. Hasta finales de junio, el precio medio del mercado mayorista —el llamado pool— solo había superado el margen de 100 euros en otras tres ocasiones: el 8 de enero (105,51 euros/MWh), el 9 de julio (113 euros/MWh) y el 17 de julio (101,37 euros/MWh). Sin embargo, los avances recientes han empujado ese número de días en triples dígitos hasta los nueve.

El precio de la luz impactará únicamente a los casi nueve millones de clientes del mercado regulado. Y hasta ahora, las cuentas de la OMIE ya reflejan que esta partida se está convirtiendo en una carga más pesada para los bolsillos: según el operador del mercado ibérico de la electricidad, los hogares gastarán un 2,6% más en la luz respecto al año pasado.

En un entorno en el que la demanda ha crecido un 1,5% a lo largo de agosto por el mayor uso del aire condicionado para combatir las altas temperaturas, el aumento de los precios aumenta la importancia de evitar los horarios más caros para usar los electrodomésticos. Este viernes, por ejemplo, los precios alcanzarán su pico de 127 euros por megavatio hora a las diez de la noche. La combinación de una mayor demanda, unida a la menor producción de energía fotovoltaica, está contribuyendo a impulsar esta subida de los precios. Si se toma el conjunto del año, el aumento de demanda es ligeramente más moderada, de un 1,3%, según los últimos datos de Red Eléctrica de España (REE).

No todas las noticias son negativas. El mercado de futuros indica que los precios se moderarán de septiembre en adelante y volverán a los dobles dígitos. Además, apunta a que los valores medios llegarán a caer hasta los 86,15 euros en septiembre, y se pronostica que, de media, la factura de la luz por megavatio hora se rebajará hasta los 76,65 euros de cara a 2025.

Subida del gas

Junto al aumento del precio de la luz, hay otro indicador que está dando muestras de un preocupante despertar para los consumidores. El mercado holandés TTF, la referencia gasista en toda Europa, alcanzó este jueves los 40 euros por megavatio hora (MWh), su nivel más elevado de los últimos ocho meses, ante la amenaza de que se frene el ritmo de los envíos desde Rusia. Las noticias sobre una incursión de tropas ucranias en territorio ruso que duraría ya tres días y que afectaría directamente a la ciudad fronteriza de Sudzha, en la región de Kursk, ha sido el detonante del aumento de los precios hasta niveles que no se veían desde diciembre. En esta localidad se localiza la estación de bombeo donde arranca el gasoducto que, hasta el momento, transporta gas desde Rusia hasta la UE vía Ucrania.

Por ahora, los volúmenes se mantienen en línea con semanas anteriores, pero el runrún desatado ha bastado para propulsar la cotización más de un 10% desde el lunes, todavía muy lejos de los más de 170 euros que llegó a alcanzar en el verano de 2022, poco después del comienzo de la invasión rusa, cuando Europa hizo acopio a marchas forzadas ante el temor de que las reservas no fueran suficientes para cubrir las necesidades de los consumidores en invierno.

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