La actividad en la eurozona se estanca de nuevo en julio, lastrada por las fábricas alemanas
El índice PMI indica que tanto el sector de servicios como el manufacturero no logra levantar cabeza tras una ralentización alemana más marcada de lo esperado
La confianza de la zona euro se tambaleó este mes al caer los indicadores económicos en todos los sectores, tanto en producción industrial como en actividad empresarial. La fuerza manufacturera del bloque se vio arrastrada por la débil producción de las fábricas alemanas y francesas durante el mes de julio. Así lo han indicado los datos preliminares del índice de gestores de compra (PMI) para la zona euro, adelantado cada mes por S&P Global: el indicador no logra abandonar el territorio de contracción, en el que navega por séptimo mes consecutivo. La actividad empresarial de los servicios, no obstante, ha logrado crecer ligeramente por sexto mes seguido, aunque el PMI del sector se contrajo de 52,8 puntos en junio a 51,9 este mes.
El indicador compuesto —que registró 50,1 puntos en julio— sigue de momento en la zona limítrofe entre recesión y expansión económica, aunque ha decepcionado a los economistas, situándose 0,9 puntos por debajo de sus expectativas. Los principales motores económicos de la Unión Europea, Alemania y Francia, vieron sus índices manufactureros caer por debajo de los 50 puntos —el umbral que señala un entorno de recesión—, en 42,6 y 44,1 puntos respectivamente. Las fábricas alemanas y francesas se contrajeron de nuevo en julio, y continúan lastrando el resto de la zona euro.
El panorama se ve un poco distinto en el sector de servicios francés, que anota un crecimiento de 1,1 puntos en junio, impulsado por los Juegos Olímpicos y el aluvión de nuevos pedidos. Para Norman Liebke, economista del Hamburg Commercial Bank (HCOB), la cita deportiva está alimentando a la segunda economía más grande del bloque. “La actividad empresarial de los proveedores de servicios franceses aumentó por primera vez en tres meses,” ha apuntado. “Las pruebas anecdóticas sugieren que esto se debe en parte a los Juegos Olímpicos”.
No obstante, la expectación suscitada por los Juegos Olímpicos en Francia no ha sido suficiente para apuntalar a los demás sectores de la zona euro, incluyendo el entorno laboral. La creación de nuevos empleos en la comunidad europea se frenó inesperadamente en julio —poniendo fin a un periodo fructífero laboral de seis meses— tras una pausa en la actividad y la caída de nuevos pedidos por segundo mes consecutivo.
En el ámbito de comercio, los puertos europeos siguen teniéndolo difícil a la hora de aumentar sus ventas con clientes internacionales. Las exportaciones desde los Veintisiete siguen deprimidos desde hace dos años y medio, y cayeron a un paso más veloz en este mes que en junio. Los nuevos pedidos anotaron una caída de 0,2 puntos, pasando de 49,4 en junio a 49,2 puntos en julio.
Cyrus de la Rubia, economista jefe del Hamburg Commercial Bank (HCOB), ha tachado como preocupante esta evolución laboral. “Resulta inquietante la constancia con la que las empresas del sector manufacturero recortan puestos de trabajo mes a mes”, apunta el economista en una nota. “Las empresas son un poco cautelosas a la hora de recortar personal, ya que aún puede haber alguna esperanza de tiempos mejores”. El indicador también apunta a un descenso en la productividad dentro de los países europeos encuestados por S&P.
A pesar de las presiones actuales, S&P no descarta que se alcance un crecimiento en la zona euro durante el tercer trimestre del año, e indica que aún existe margen para una recuperación. Simon White, estratega en macroeconomía para Bloomberg, comparte esta opinión y prevé que esta pausa solo será a corto plazo, y que “la debilidad no durará”. White señaló a Suecia y el auge de nuevos pedidos como ejemplo clave.
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