La justicia europea anula la sanción a los dueños de Dia por colaborar con Putin
El fallo de Luxemburgo a favor de los oligarcas rusos Fridman y Aven señala que no hay pruebas de que hayan colaborado en la agresión a Ucrania ni que se hayan beneficiado de ella
La justicia europea ha sacado de la lista de sancionados por colaborar con el régimen ruso en su invasión de Ucrania al oligarca ruso Mikail Fridman, dueño en España de la cadena de supermercados Dia. El Tribunal General de la UE cree que la cercanía del magnate “no prueba que haya apoyado acciones o políticas que comprometan o amenacen la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania”, por lo que...
La justicia europea ha sacado de la lista de sancionados por colaborar con el régimen ruso en su invasión de Ucrania al oligarca ruso Mikail Fridman, dueño en España de la cadena de supermercados Dia. El Tribunal General de la UE cree que la cercanía del magnate “no prueba que haya apoyado acciones o políticas que comprometan o amenacen la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania”, por lo que no estaría justificada la sanción aprobada por el Consejo de la UE el 28 de febrero de 2022, apenas cuatro días después de que comenzara la guerra. De este fallo, que todavía no es firme y puede recurrirse, también se beneficia otro oligarca, Petr Aven, dueño de Alfa Bank, el mayor banco comercial de Rusia y socio de Fridman en el fondo LetterOne, quien también fue castigado al comienzo de la agresión rusa.
La pronta sanción de Aven y Fridman al comenzar la guerra puede ser un indicio de su gran cercanía al autócrata Vladímir Putin. La lista de sancionados rusos por la UE desde que comenzó la invasión ha ido creciendo en varias de las rondas de sanciones contra el régimen que han ido aprobando los Veintisiete contra aquellos que de una forma u otra han colaborado con las autoridades rusas. Pero eso no basta para los jueces europeos, que consideran “insuficientemente acreditadas” las razones por las que se les incluyó en las listas de sanciones.
“Aunque los motivos alegados por el Consejo puedan servir para demostrar cierta proximidad con Vladímir Putin o con su entorno, no prueban que hayan apoyado acciones o políticas” vinculadas con la agresión a Ucrania, ni siquiera “que se hayan beneficiado ellos”, señala el comunicado emitido por los tribunales europeos este martes.
No es la primera vez que la justicia europea tumba sanciones de la UE impuestas contra ciudadanos rusos por su cercanía al régimen autocrático. Ya ha sucedido en varias ocasiones, probablemente la más llamativa fue la que anulaba el castigo impuesto a Violetta Prigozhina, madre del fallecido Yevgeni Prigozhin, quien era el dueño de la compañía de mercenarios Wagner y quien se rebeló contra el Kremlin el pasado junio.
El castigo contra los dueños de LetterOne, fondo propietario del 77% de Dia, les apartó de la gestión de la cadena de supermercados española, puesto que perdieron sus derechos como accionistas. “No van a seguir implicados o tener influencia en las decisiones del negocio o sus inversiones”, explicaban desde el fondo poco después de la decisión del Consejo de la UE.
La inclusión en la lista de sancionados implicaba que los oligarcas no podían viajar a ningún país de la UE y congelaba sus activos, lo que significa que no podía venderlos, traspasarlos o recibir beneficios causados por su gestión. La consecuencia de eso era que la inversión en Dia de Fridman y Aven estaba, por así decirlo, atrapada en España sin que ellos pudieran hacer nada al respecto. Lo mismo sucedió con los activos que LetterOne tenía en la empresa holandesa de telefonía Veon, de la que poseen casi la mitad del capital.
Fuentes de LetterOne, por su parte, consideran que la sentencia deja claro que las acusaciones formuladas contra Mikhail Fridman y Petr Aven eran infundadas y que sus designaciones originales de sanciones de la UE no estaban justificadas. Sin embargo, también inciden en que la decisión no cambia la gobernanza de LetterOne o Dia, ya que se realizaron los debidos cambios tras la invasión rusa y en ellos se estableció que ni Fridman ni Aven tuvieran control alguno ni influencia. Ni siquiera derecho a un eventual dividendo.
En Francia, la sanción puso en aprietos al Estado. Cuando llegó el castigo había una exposición de unas 200 obras de arte en la Fundación Louis Vuitton de París. En aquella muestra había una obra que pertenece a Aven, que finalmente París decidió retener en su territorio escudándose en ese castigo, como adelantó EL PAÍS entonces.
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