Villaseca certifica el cambio de etapa en Celsa con el relevo en la presidencia
El nuevo presidente es recibido en la planta de Castellbisbal por su predecesor en el cargo y propietario hasta la pasada semana, Francesc Rubiralta
Cambio de etapa en Celsa. Francesc Rubiralta se ha despedido este viernes del grupo siderúrgico que fundaron su tío y su padre y del que era presidente desde 2010. Ha recibido en las instalaciones de la compañía en Castellbisbal (Barcelona) a quien desde el pasado viernes ya era su sustituto, Rafael Villaseca, nombrado por los fondos acreedores que, tras un proceso judicial, quitaron a la familia la propiedad de la compañía con un intercambio de deuda por la totalidad del capital. El simbólico re...
Cambio de etapa en Celsa. Francesc Rubiralta se ha despedido este viernes del grupo siderúrgico que fundaron su tío y su padre y del que era presidente desde 2010. Ha recibido en las instalaciones de la compañía en Castellbisbal (Barcelona) a quien desde el pasado viernes ya era su sustituto, Rafael Villaseca, nombrado por los fondos acreedores que, tras un proceso judicial, quitaron a la familia la propiedad de la compañía con un intercambio de deuda por la totalidad del capital. El simbólico relevo se ha producido en un encuentro con el equipo directivo de la empresa y los miembros del comité de empresa, tras lo que Villaseca ha realizado una visita a las instalaciones de la siderúrgica.
Junto a Villaseca ha estado en todo momento Sergio Vélez, responsable de FTI Consulting España y que ocupará el cargo de director general interino hasta que se produzcan los cambios definitivos en la dirección. Los fondos ya tienen el nombre de quien será el consejero delegado, Jordi Cazorla, hasta ahora director general para el Sur de Europa de DS SMITH, grupo industrial del sector del embalaje.
Además del cambio de manos, el relevo en la propiedad de Celsa supone un aligeramiento de su pasivo, puesto que las nuevas acciones suponen reducir la deuda en 1.400 millones de euros. Asimismo, gana cinco años para enjugar el resto de su pasivo, por una cantidad equivalente.
Con un negocio que funciona, el pasado año el grupo siderúrgico obtuvo un beneficio operativo bruto de 867 millones de euros, la fuerte carga financiera era la principal debilidad de la compañía. Los fondos acreedores la aprovecharon para presentar un plan de refinanciación aprovechando la modificación de la ley Concursal. El juez encargado del caso les dio la razón al dar por hecho que, al contrario de lo que defendía la empresa, la deuda valía más que la propia empresa.
El cambio de manos, sin embargo, no ha sido tan fácil, dado el carácter estratégico del grupo. Esa posición daba voz al Gobierno para decidir si fondos extranjeros podían asumir la totalidad de las acciones, a lo que han accedido con las garantías de que el grupo se mantendría en su integridad, que su sede seguiría en España y que estaba asegurada la permanencia de sus 10.000 empleados.
El responsable de asumir las llaves del grupo ocupará una presidencia no ejecutiva, aunque esa posición no acaba de convencer entre fuentes empresariales que consideran que tendrá un rol activo. Villaseca fue consejero delegado de Gas Natural Fenosa y tiene experiencia en las relaciones con administraciones y fondos de inversión y con operaciones corporativas. Es previsible que algún grupo industrial entre en el accionariado de la nueva Celsa, tal y como ha demandado el Gobierno.
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