Fin de semana de precios ‘cero’ de la luz: el viento lleva la factura a mínimos desde enero

El viento y, en menor medida, el agua y el sol son los mejores aliados de los consumidores de electricidad. El precio mayorista de la luz caerá este sábado hasta una media de 6,4 euros por megavatio hora (MWh), mínimos de nueve meses y la tercera cota más baja en lo que va de año. La habitual caída de la demanda los fines de semana y el buen tono renovable llevará, incluso, la electricidad a cotizar a cero euros entre las dos y las cinco de la tarde de este sábado; una dinámica que probablemente también se repita el domingo. Los grandes beneficiados de esta bajada serán ...

El viento y, en menor medida, el agua y el sol son los mejores aliados de los consumidores de electricidad. El precio mayorista de la luz caerá este sábado hasta una media de 6,4 euros por megavatio hora (MWh), mínimos de nueve meses y la tercera cota más baja en lo que va de año. La habitual caída de la demanda los fines de semana y el buen tono renovable llevará, incluso, la electricidad a cotizar a cero euros entre las dos y las cinco de la tarde de este sábado; una dinámica que probablemente también se repita el domingo. Los grandes beneficiados de esta bajada serán los hogares acogidos al mercado regulado (también conocido como PVPC), aproximadamente uno de cada tres, cuyas tarifas dependen de lo que ocurre en el mayorista.

El precio de la electricidad bajará, así, de los 10 euros por MWh por cuarta vez en lo que va de 2023. Quedará solo por detrás de dos fechas: el 17 de enero, cuando cayó a una media diaria de 4,6 euros, y el día de Año Nuevo, cuando superó por poco los seis euros, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), el organismo que celebra cada mediodía la subasta para fijar los precios de las 24 horas siguientes.

Si la sobremesa será el momento más barato de este sábado, el pico se alcanzará entre las ocho y las nueve de la noche, cuando el megavatio hora rondará los 23,5 euros. Una cifra baja, en todo caso, respecto a lo ocurrido en los últimos meses, en los que el triple dígito ha sido la norma en muchos tramos horarios.

En este paulatino aterrizaje de los precios influyen, en síntesis, dos factores. El primero es puramente meteorológico: el regreso del viento y de la lluvia han mejorado, y mucho, la producción eólica e hidráulica, expulsando a las centrales de gas —por definición, las más caras— en muchos pasajes del día y cubriendo por sí solas —o con la nuclear— todas las necesidades del sistema eléctrico español. El segundo tiene que ver con el aumento de la capacidad instalada: en los últimos tiempos, España no ha dejado de añadir aerogeneradores y paneles solares. Con idéntico resultado: el arrinconamiento del gas.

Para este sábado, OMIE calcula que las centrales de ciclo combinado (gas) no serán necesarias en ningún tramo horario. El viento, entretanto, aportará casi el 47% del total, la hidráulica superará el 14% y la solar (fotovoltaica y térmica) rozará el 12%. En suma, las tecnologías renovables aportarán más del 73% de la electricidad. Y las no emisoras (con la nuclear) rondarán el 90%, una de las cifras más altas de las que hay registros.

España, a la cabeza de los descensos en el primer semestre

España fue, según los datos de la agencia estadística comunitaria (Eurostat), el país de la Unión Europea en el que más bajó el precio de la electricidad en el primer semestre de 2023, con un recorte del 44% respecto al mismo periodo del año anterior. A renglón seguido, Dinamarca registró una caída del 16% y Portugal, del 6%. Estos tres países son líderes en el despliegue de la energía eólica y solar.

En el lado contrario, donde más subieron los precios fue en Países Bajos, que registró un alza del 953%, un aumento que Eurostat achaca a la no continuidad de las ayudas públicas y a la subida —a contracorriente— de los impuestos sobre la electricidad. También se registraron grandes subidas de precios en Lituania (88%), Rumania (77%) y Letonia (74%).

Los precios más bajos de la luz en el primer semestre de 2023 se registraron en Bulgaria, Hungría y Malta, mientras que los más altos se dieron en Países Bajos, Bélgica, Rumania y Alemania. En líneas generales, la agencia estadística de los Veintisiete apunta a una “estabilización” de los precios de la luz y del gas tras el estallido de 2021 y 2022.

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