El Parlamento Europeo apoya con críticas a la alemana Buch como jefa del supervisor bancario
Los eurodiputados evidencian su malestar porque el BCE ignore su apuesta unánime por la española Margarita Delgado
El Parlamento Europeo y el BCE han estado cerca del choque a cuenta del nombramiento de la alemana Claudia Buch como presidenta del Mecanismo Único de Supervisión. Pero finalmente lo han evitado. Los eurodiputados de la Comisión de Economía de la Eurocámara han respaldado la designación que hizo el BCE hace una semana: 29 votos a favor, 23 en contra y dos abstenciones. Pero antes, han evidenciado su malestar preguntándole a Buch si se sentía incómoda ante el hecho de que ...
El Parlamento Europeo y el BCE han estado cerca del choque a cuenta del nombramiento de la alemana Claudia Buch como presidenta del Mecanismo Único de Supervisión. Pero finalmente lo han evitado. Los eurodiputados de la Comisión de Economía de la Eurocámara han respaldado la designación que hizo el BCE hace una semana: 29 votos a favor, 23 en contra y dos abstenciones. Pero antes, han evidenciado su malestar preguntándole a Buch si se sentía incómoda ante el hecho de que ellos habían recomendado por unanimidad a la española Margarita Delgado.
Lo que se votaba este martes era, concretamente, una recomendación de la Comisión de Economía y Finanzas al pleno del Parlamento sobre la decisión que adoptó el Consejo de Gobierno del BCE el pasado 13 de septiembre: optando por la vicepresidenta del Bundesbank como nueva jefa de la supervisión bancaria en la zona euro en lugar de la subgobernadora del Banco de España. Pero entre los eurodiputados ya no hay dudas de que el nombramiento de Buch se ratificará definitivamente cuando voten todos.
El movimiento tiene una derivada beneficiosa para la candidatura de Nadia Calviño, vicepresidenta primera española, a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones. En teoría, ambos procesos corren en paralelo, sin estar conectados. Pero tampoco había dudas que los tradicionales equilibrios entre países y el consiguiente reparto de puestos hubiera sido un obstáculo difícil de esquivar para la actual ministra de Economía española. El potencial nubarrón se comentaba el pasado fin de semana en los corrillos de la reunión de ministros de Finanzas de la UE (Ecofin), que celebró en Santiago de Compostela.
El malestar entre los parlamentarios con la decisión del BCE es anterior incluso a la propuesta de la institución financiera. Sospechaban la preferencia de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, por Buch pese a su respaldo unánime por Delgado. Y cuando finalmente se supo la nominación que hacía el Consejo de Gobierno, varios eurodiputados comenzaron a dudar de que Buch lograra la ratificación preceptiva del Parlamento, lo que hubiera supuesto un choque institucional con pocos precedentes.
Al final Buch ha logrado en votación secreta el respaldo mayoritario de la Comisión de Economía, 29 diputados frente a 23, que podrían haber llegado a 25 de haber estado presentes los dos ausentes del grupo de La Izquierda, que ha votado en contra.
Durante la comparecencia la candidata alemana ha tenido que responder en varias ocasiones sobre qué la parecía que haber sido nombrada cuando los parlamentarios habían respaldado sin fisuras a otra candidata. Entre quienes han abordado ese asunto estaban los españoles Jonás Fernández, del grupo socialista, y Ernest Urtasun, de Los Verdes. El primero le ha recordado el apoyo unánime a la española Delgado y le ha preguntado si “estaba cómoda” con esta situación. Buch ha respondido que confía en su experiencia y sus capacidades para el puesto al que aspira.
Urtasun, por su parte, ha señalado que su grupo consideraba la decisión del BCE muy “desafortunada” y ha votado en contra. No ha intervenido en la sesión pero ya había mostrado su disconformidad en días anteriores la eurodiputada española de Ciudadanos Eva Poptcheva, quien envió un correo a sus compañeros de partido y comisión pidiendo el voto de rechazo para “defender las prerrogativas del Parlamento” y para que el resto de instituciones se tomen en serio sus dictámenes y posiciones: “¿Por qué deberían tomarnos en serio el resto si no lo hacemos nosotros mismos?”.
Los españoles no han sido los únicos que se han mostrado críticos. También lo han hecho los parlamentarios de los grupos más a la derecha, de ECR (en el que se encuadra Vox), y de ID (la Liga Norte y Agrupación Nacional, el partido de la francesa Marine Le Pen).
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal