El bitcoin sufre una fuerte caída de más del 7% en unos minutos de vértigo

Las razones no están del todo claras, pero sí el resultado final: el bitcoin sufrió anoche una importante caída de su cotización, superior al 7%, tras desplomarse su valor en apenas 10 minutos. El varapalo hace retroceder a la criptomoneda a sus mínimos de dos meses, algo por encima de los 26.000 dólares, aunque todavía acumula una revalorización cercana al 60% en lo que va de año.

Entre los argumentos que se barajan para explicar el descenso se citan la continuidad de las subidas de tipos por parte de la Reserva Federal, el aumento de la rentabilidad de los bonos o la crisis en China, ...

Las razones no están del todo claras, pero sí el resultado final: el bitcoin sufrió anoche una importante caída de su cotización, superior al 7%, tras desplomarse su valor en apenas 10 minutos. El varapalo hace retroceder a la criptomoneda a sus mínimos de dos meses, algo por encima de los 26.000 dólares, aunque todavía acumula una revalorización cercana al 60% en lo que va de año.

Entre los argumentos que se barajan para explicar el descenso se citan la continuidad de las subidas de tipos por parte de la Reserva Federal, el aumento de la rentabilidad de los bonos o la crisis en China, pero el que gana más fuerza tiene que ver con una información publicada por The Wall Street Journal.

El diario estadounidense publicó este jueves que SpaceX, la compañía aeroespacial propiedad de Elon Musk, célebre por sus lanzamientos de cohetes, rebajó el valor de sus reservas de bitcoin adquiridas entre 2021 y 2022 a 373 millones de dólares, y luego las vendió. Esa falta de confianza del magnate habría provocado un momento de pánico en el mercado, aunque tras ese abrupto hundimiento, su cotización se estabilizó.

Hasta hace no mucho, Musk era considerado por los defensores de las criptomonedas como uno de los suyos. Más que eso, también albergaban la esperanza de que parte de la riqueza y la influencia del controvertido multimillonario, dueño de X (antigua Twitter) y jefe de la empresa de coches eléctricos Tesla, fueran dedicadas a empujar la adopción de las criptomonedas y su normalización, y con ellas, hacer crecer su precio.

Durante un tiempo, pareció que así sería. Musk llegó a permitir en 2021 la compra de vehículos Tesla con bitcoins en Estados Unidos, pero a los pocos meses, en uno de sus habituales bandazos, cambió de idea, provocando una desbandada de los inversores que habían desembarcado en el bitcoin tras su decisión inicial de aceptarlo.

A esa rectificación hay que sumar sus habituales coqueteos con las criptomonedas meme, cuyo valor hizo repuntar a su antojo en numerosas ocasiones con solo mencionarlas en su cuenta de X a sus decenas de millones de seguidores (hoy son 153 millones), generando una ola especulativa de compras y ventas en cuestión de segundos.

Tras alcanzar sus máximos históricos en noviembre de 2021 cerca de los 70.000 dólares, el bitcoin se hundió a 16.000 dólares, entrando en una fase complicada que sus partidarios denominan criptoinvierno. Hoy, aunque ha remontado algo, conserva apenas un tercio de su valor máximo, y se ha visto damnificado por las denuncias presentadas el pasado junio por la Comisión de Valores y Bolsa (la SEC) estadounidense contra Binance y Coinbase, las dos principales plataformas de compra y venta de estos activos.

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