Calviño: “Solo una candidatura con mi nombre tenía las máximas opciones de prosperar”
La vicepresidenta en funciones asegura que su candidatura “no interfiere” con seguir en el Gobierno en una posible próxima legislatura hasta final de este año
La vicepresidenta primera en funciones Nadia Calviño tiene previsto compatibilizar su candidatura a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones con su presencia en el Gobierno de Pedro Sánchez, incluso en la próxima legislatura, si este consiguiese los apoyos. Eso sí, si Calviño lograra el refrendo europeo necesario, sus funciones en el Ejecutivo espa...
La vicepresidenta primera en funciones Nadia Calviño tiene previsto compatibilizar su candidatura a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones con su presencia en el Gobierno de Pedro Sánchez, incluso en la próxima legislatura, si este consiguiese los apoyos. Eso sí, si Calviño lograra el refrendo europeo necesario, sus funciones en el Ejecutivo español se desarrollarían “hasta final de año”, ha expresado la también ministra de Asuntos Económicos. “Sánchez ha expresado claramente su confianza en mí; y yo, mi compromiso con él liderando, coordinando y dirigiendo la política económica del Gobierno en los próximos meses y en la siguiente legislatura. El proceso que se abre ahora no interfiere en absoluto con esas funciones”, ha puntualizado en una comparecencia en Cádiz.
El Gobierno de España comunicó el viernes la formalización de la candidatura de Calviño. La decisión, según ha expresado la vicepresidenta, surgió tras reuniones informales entre ella y Sánchez, en las que ambos coincidieron en que era la mejor posicionada para intentar conseguir para España la presidencia del BEI por primera vez en su historia. “Dado el calibre del resto de las candidaturas, Sánchez y yo vimos que solo una candidatura con mi nombre tenía las máximas opciones de prosperar. [Presentar a] cualquier otro candidato habría sido dar la batalla por perdida”, ha dicho. “Dada la importancia, el presidente opta por una candidatura fuerte”, ha añadido. En cualquier caso, desde el equipo de la ministra también han precisado que, en caso de no salir elegida, su intención es la de seguir formando parte de ese hipotético Gobierno liderado por Sánchez.
La presentación de la candidatura de Calviño no afecta a las negociaciones de investidura, según trasladan fuentes gubernamentales. “Esa es una apuesta personal del presidente y de la vicepresidenta, que han mostrado una sintonía total en la pasada legislatura. Si consigue la presidencia [del BEI] se va una figura de peso, difícil de sustituir, que a su perfil de gestora ha sabido añadir un perfil más político”, apuntan las mismas fuentes. Sin embargo, tal y como ha defendido la propia aludida desde Cádiz, ambos han entendido que era la oportunidad adecuada para intentar aupar a una candidata española hasta la presidencia del BEI. “Es ahora cuando hay que presentar la candidatura, y es ahora cuando había que optar por una candidata con las máximas posibilidades de competir por ese cargo, que daría a España más presencia en las instituciones europeas”, han defendido desde el Ejecutivo.
Para la vicepresidenta, en su propuesta se concita la combinación del prestigio que en estos años ha adquirido la política económica española en Europa, su perfil internacional y su experiencia atesorada en estos años, con cargos como el de presidenta del Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI, que vence este año. Es la tercera vez que Calviño se postula para cargos de máximo nivel europeo tras intentar, sin éxito, ser elegida para la dirección del FMI y la presidencia del Eurogrupo. De conseguir ahora la máxima representación en el Banco Europeo de Inversiones, sería la primera vez que un español y una mujer lo lograse. “Por primera vez en nuestra historia, España puede optar a un puesto de primer nivel como es la presidencia del BEI”.
Ahora se abre un proceso que marcará el devenir político de Calviño de aquí a final de año. “Lo que hacemos es poner en marcha un proceso”, ha aclarado la vicepresidenta, en unas declaraciones realizadas en la Subdelegación del Gobierno de Cádiz, aprovechando su estancia en la provincia. Ese calendario tiene marcado en rojo el próximo 17 de agosto, momento en el que se validarán formalmente las candidaturas. Pero el nombramiento —que requiere “mayorías supercualificadas” en la votación de los Estados miembros, como ha aclarado la propia candidata— se decidirá en el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) informal de Santiago de Compostela, previsto para los próximos 15 y 16 de septiembre. El nombre escogido se hará formal en el Consejo de Gobernadores del BEI en octubre y la persona entraría en el cargo en enero de 2024, cuando está previsto que culmine el mandato del alemán Werner Hoyer.
Calviño pretende compatibilizar todo este calendario de la candidatura con su presencia en el Gobierno en funciones e, incluso, con el hipotético Ejecutivo que Sánchez armase, si consigue finalmente los apoyos suficientes del Congreso. “No interfiere con mis funciones que, en todo caso, se desarrollarían hasta final de año y yo confío en que eso sea no solo en un Gobierno en funciones, sino en el nuevo en la próxima legislatura”, ha aclarado la vicepresidenta a preguntas de EL PAÍS.
España es uno de los principales clientes del BEI, aunque la institución fundada en 1958 nunca ha contado con un presidente español. El año pasado recibió unos 10.000 millones de euros —a la par con Italia y Francia—. Eso permitió movilizar otros 23.000 millones para la economía española. En total, el país tiene un saldo vivo de 66.000 millones de euros en préstamos. Calviño competirá con candidatos potentes, como Margrethe Vestager, actual vicepresidenta de la Comisión Europea, y el exministro de Finanzas italiano Daniele Franco. La vicepresidenta ha reiterado que, dado “el calibre” de esas candidaturas, era necesaria una apuesta fuerte desde España para lograr “las máximas opciones de éxito”.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal