Opinión

Más beneficios y menos salarios en Europa

Dadas las dificultades para restablecer los salarios por la vía de la negociación, parece más prudente que el Gobierno siga aumentando el SMI para evitar una crisis social y un parón económico

Manifestación por el Día Internacional de los Trabajadores en Madrid.Alejandro Martínez Vélez (Europa Press)

Los trabajadores europeos sufrieron una pérdida del poder adquisitivo del 4% en 2022, una caída sin precedentes en los últimos 20 años. Esta es la constatación del análisis sobre la negociación colectiva realizado por los investigadores Thilo Jansen y Malte Lübker, del Institute of Economic and Social Research (WSI), vinculado a la Federación Alemana de Sindicatos (DGB), con seis millones de afiliados.

Según el estudio, la pérdida...

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Los trabajadores europeos sufrieron una pérdida del poder adquisitivo del 4% en 2022, una caída sin precedentes en los últimos 20 años. Esta es la constatación del análisis sobre la negociación colectiva realizado por los investigadores Thilo Jansen y Malte Lübker, del Institute of Economic and Social Research (WSI), vinculado a la Federación Alemana de Sindicatos (DGB), con seis millones de afiliados.

Según el estudio, la pérdida del poder adquisitivo se ha producido por “el rápido aumento de los precios al consumidor mientras que el crecimiento de los salarios nominales se redujo significativamente”. La investigación, que se basa en datos de la Comisión Europea y del Banco Central Europea (BCE), destaca que “la inflación ya no está impulsada por los precios de importación de energía sino por factores internos”. Precisa que “los mayores márgenes de beneficio de las empresas son una de las principales razones de la persistencia de la inflación”. Los investigadores prevén que los salarios volverán a caer un 0,7% en 2023. En Alemania las pérdidas del poder adquisitivo han sido del 4,1% y 1,3%, en 2022 y 2023, respectivamente. En España los salarios reales cayeron el 4,8%, el año pasado, pero se recuperan un 0,9% en 2023.

Los autores descalifican las acusaciones que atribuyen a las demandas sindicales la causa de la inflación. Por el contrario, subrayan que los datos del BCE y Eurofound muestran que la evolución de los salarios negociados (2,8% en la zona euro en 2022) no pueden explicar las altas tasas de inflación. Recuerdan que una tasa de crecimiento inferior al 3% se considera en línea con la estabilidad de los precios.

A consecuencia de su depreciación, los salarios han reducido su peso en la distribución de la renta. En la Unión Europea su peso ha descendido desde el 56,8% en 2020 al 54,6% en 2023. En España, el descenso ha pasado desde el 57,9% al 54,1% en los mismos años.

El aumento del peso de los beneficios en la distribución de la renta a costa de los salarios significa un claro aumento de las desigualdades y un problema de justicia distributiva. La investigación estima que “las empresas tienen la responsabilidad de contribuir a retomar la senda de estabilidad política reduciendo los excesos de beneficios”.

Sorprende que la receta del BCE para dominar la inflación se centre en subir los tipos de interés con los consiguientes daños para hogares y empresas. Llama la atención que no haya tomado medidas para controlar los beneficios estratosféricos de las corporaciones. Sigue anclado en los salarios. En nuestro país, el espectacular crecimiento del empleo desautoriza las amonestaciones del Banco de España por la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) por sus efectos negativos sobre el empleo. Los hechos indican que las alzas del SMI fueron muy acertadas. Evitaron el empobrecimiento de millones de trabajadores y restablecieron el consumo. Dadas las dificultades para restablecer los salarios por la vía de la negociación, parece más prudente que el Gobierno siga aumentando decididamente el SMI para evitar una crisis social y un parón económico.

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