El agujero negro de la ITV: nueve millones de vehículos sin control
El absentismo de la inspección obligatoria crece pese al peligro para la seguridad vial y el aumento de sanciones
El estado de los neumáticos es el principal impedimento para que un coche supere la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Ese elemento tan reconocible de los vehículos está detrás de 15 de cada 100 informes desfavorables (el 19,2% del total), que impiden la circulación del coche afectado y obligan a superar una nueva revisión en un máximo de dos meses para demostrar que se ha solventado ese defecto grave. Pero ese no es ni mucho menos el principal problema de las ITV, sino otro que...
El estado de los neumáticos es el principal impedimento para que un coche supere la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Ese elemento tan reconocible de los vehículos está detrás de 15 de cada 100 informes desfavorables (el 19,2% del total), que impiden la circulación del coche afectado y obligan a superar una nueva revisión en un máximo de dos meses para demostrar que se ha solventado ese defecto grave. Pero ese no es ni mucho menos el principal problema de las ITV, sino otro que pasa mucho más desapercibido: los nueve millones de vehículos existentes en España que no se han presentado en los centros homologados para pasar la inspección pese a estar obligados a ello, según datos de 2021.
A falta de cifars oficiales porque la Dirección General de Tráfico (DGT) no las facilita, la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) denuncia que un 36,4% de los vehículos que tenían que pasar la ITV en 2021 ni siquiera se presentaron. Es un porcentaje ligeramente inferior al de un año antes, cuando un estudio de la Universidad Carlos III señalaba que 4,7 millones de coches, 3,2 millones de furgonetas y 1,5 millones de motocicletas no se presentaron a la inspección obligatoria. Una cifra que no ha parado de crecer en los últimos años.
Pese al aumento de las sanciones que año a año va imponiendo la DGT, este problema que supone mayores riesgos de accidentes en carretera no se reduce. “El absentista al que se le olvida pasar el control cuando toca no es el problema, el problema grave es el propietario que no acude al centro porque sabe que su vehículo no va a superar la inspección y va a tener que afrontar una reparación que puede ser más cara que el propio coche”, explica Guillermo Magaz, director de la patronal de operadoras de ITV.
No cumplir es barato
Un motivo para no pasar el trámite, dice, es lo barato que es incumplirlo. Si la policía para a un conductor o detecta (estando estacionado en la calle o en un aparcamiento) que no cuenta con el certificado en regla, la sanción se sitúa en los 200 euros, que se reduce a la mitad en el caso del pronto pago. En ese momento, el conductor puede decidir si acudir a los centros de control o directamente renunciar y dar de baja el vehículo. De esta forma, ha ganado tiempo por una pequeña cantidad de dinero. En el caso de que se detecte el uso del coche sin haber reparado los defectos, las multas pueden ser de 200 o de 500 euros en función de la gravedad de la anomalía detectada. Circular sin póliza de seguro es mucho más caro: 1.500 euros. “Es una paradoja”, indica Magaz, “porque el seguro es importante, pero quizás lo es más el riesgo de que circule un vehículo en mal estado, que es un riesgo para los propios ocupantes, pero también para el resto de vehículos que circulan con todos los papeles en regla”.
Un informe de hace dos años de la DGT, que no ha atendido las peticiones de este diario, señala que existe relación directa entre la antigüedad de los vehículos accidentados y el estado de su inspección técnica de vehículos. Por ejemplo, el 7% de los turismos de entre 5 y 9 años no tenía la ITV superada, mientras que ese porcentaje superaba el 15% cuando el vehículo tenía más de 15 años. En el caso de los camiones de hasta 3.500 kilogramos, esa horquilla de ITV no superada se situaba entre el 7% y el 33%. Un estudio de la Universidad Carlos II de Madrid a instancias de AECA-ITV señalaba que el trámite de la inspección evita 11.000 accidentes, 11.000 heridos y 170 muertes.
Además de quién no acude a los centros de inspección, están los vehículos que lo hacen y no obtienen un informe favorable. “Los seis millones de vehículos que no pasan cada año la ITV es un síntoma más de que nuestro parque rodante está muy degradado. ¿Por qué ese número tan elevado? Pues porque, seguramente, no pasarían la inspección por viejos, poco eficientes y por inseguros”, denuncia Montse Martínez, directora comercial de la patronal de concesionarios de automóviles Faconauto.
El número de sanciones vinculadas a la ITV caducada ha crecido desde 2015 un 55%, hasta situarse en las 618.000 multas. Esas cifras no incluyen las impuestas en Cataluña y País Vasco, comunidades con las competencias de tráfico transferidas. Pero la patronal lo considera insuficiente y reclama mayor dureza para reducir unos niveles que están a años luz de otros países. En Alemania, con un modelo similar al español, el porcentaje de coches que no hacen caso del control es el 2%. Y en otros países como Bélgica y Holanda el descontrol puede superar por poco el 5%, pero nada que ver con la tercera parte del parque obligado cada año a pasar el control. Los controles habilitados en algunas ciudades para acceder en zonas de bajas emisiones se podrían utilizar, si existiera voluntad política, para detectar vehículos sin el control.
En opinión de Montse Martínez, el problema del incumplimiento de las ITV aflora otro problema, que es el de la vejez del parque de vehículo español. “En España, los coches de más 15 años representan el 44% del parque automovilístico”, dice. Hacer una limpia de los coches más vetustos ayudaría a reducir una media de antigüedad del coche medio español que no ha hecho más que crecer en los últimos años, hasta situarse en los 13,8 años en el caso de los turismos. Si se añaden motocicletas, camiones y el resto de vehículos, aún sube más la cota: 14,9 años. Ha subido 1,6 años en solo seis años. Lo cierto, no obstante, es que no hay una estadística pública que permita visualizar qué segmentos tienen esos vehículos que ni tienen ITV ni han sido dados de alta en el Registro General de Vehículos.
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