El euríbor supera el 4% casi 15 años después
Tras la decisión del Banco Central Europeo de elevar los tipos de interés, el indicador diario a 12 meses alcanza una cota desconocida desde noviembre de 2008
Suma y sigue para el euríbor. El indicador del que dependen la mayoría de las hipotecas variables en España ha perdido brío en su escalada en los últimos tiempos, pero todavía es capaz de dar más de un susto a los prestatarios. El último se ha producido este viernes, cuando ha superado la barrera psicológica del 4%, algo que no sucedía desde el 26 de noviembre de 2008. Concretamente, el indicador a 12 meses ha marcado en su tasa diaria un 4,02%. Eso eleva la media mensual al 3,929%, ...
Suma y sigue para el euríbor. El indicador del que dependen la mayoría de las hipotecas variables en España ha perdido brío en su escalada en los últimos tiempos, pero todavía es capaz de dar más de un susto a los prestatarios. El último se ha producido este viernes, cuando ha superado la barrera psicológica del 4%, algo que no sucedía desde el 26 de noviembre de 2008. Concretamente, el indicador a 12 meses ha marcado en su tasa diaria un 4,02%. Eso eleva la media mensual al 3,929%, de nuevo la más alta desde noviembre de 15 años atrás.
La subida, que ha sido sostenida desde enero del año pasado, anticipa que para quienes revisen las cuotas variables con el indicador de este junio, el préstamo les va a salir más caro. No obstante, por el efecto base (en junio del año pasado ya había subido bastante) el encarecimiento no será tan abrupto como el de meses atrás. Concretamente, un préstamo medio (145.510 euros a pagar en 24 años, según los datos del INE para 2022) que incluya un diferencial de euríbor más un punto subiría cerca de 220 euros al mes de acabar con la media actual. Es una cantidad considerable, pero inferior al encarecimiento medio de 250 euros mensuales que se registró en mayo. En porcentaje supone en torno a un 35% más, cuando el pasado mes el repunte fue del 43% y en marzo superó el 50%.
Detrás de la abrupta escalada del índice se encuentra el endurecimiento de la política monetaria. Con el objetivo de reconducir la elevada inflación, el Banco Central Europeo (BCE) ha aprobado desde el pasado julio nueve subidas consecutivas de los tipos de interés. La última llegó este jueves, cuando el precio oficial del dinero en la zona euro se elevó al 4%, lo que anticipaba la posibilidad de que el euríbor, que llevaba semanas coqueteando con esa barrera, finalmente la franquease. “Las subidas de tipos siempre vienen acompañadas de una subida del euríbor diaria y, en consecuencia, mensual”, vaticinaba César Betanco, experto de la compañía de intermediación hipotecaria Hipoo, en un análisis difundido a los medios tras conocerse la decisión del instituto emisor.
Esa máxima se ha cumplido una vez más, aunque formalmente el euríbor expresa el interés al que una serie de entidades de la eurozona estarían dispuestas (no quiere decir que realmente lo hagan) a prestarse dinero entre sí. Y esa referencia a 12 meses (en otros países predomina la de seis meses) es la que se usa mayoritariamente en España para calcular las hipotecas variables. Puesto que estamos hablando de dinero que se debería devolver pasado un año, el porcentaje no solo refleja los tipos oficiales actuales, sino también lo que se cree que va a suceder en el futuro.
Esa diferencia entre realidad inmediata y expectativas es la que explica que un año atrás, cuando el BCE aún no había movido ficha y mantenía las operaciones principales de financiación al 0%, el euríbor ya se acercaba al 2%. Es decir, los bancos descontaban que el regulador subiría el coste de financiarse como finalmente sucedido. Y por eso ahora, cuando muchos analistas creen que las subidas están próximas a acabarse (la Fed estadounidense ya ha detenido las suyas, al menos de momento), el euríbor se encuentra más próximo a los tipos oficiales. Incluso algunos expertos señalan la importancia, cuando el mercado vive una inflexión, de mirar a otras referencias del BCE como la facilidad de depósito, que se mantiene medio punto por debajo y está en el 3,5%.
“Cuando hay muchísima liquidez, como pasa ahora, quien es capaz de colocar ese exceso de liquidez en el sistema como mucho va a pagar la facilidad de depósito”, argumenta Hugo Rodríguez, del Instituto de Análisis Económico del CSIC . El experto cree que, en coyunturas como la actual, el euríbor “se va a situar cerca” de esa referencia, y por tanto el hecho de que ahora esté aproximadamente medio punto porcentual por encima expresa que “el mercado está descontando que todavía hay margen que el BCE siga subiendo”.
El economista cree que hay que estar atentos a dos datos: las previsiones de inflación del propio BCE para los próximos tiempos y la evolución que va expresando la inflación subyacente, “que es la que importa”. En los primero, el banco europeo prevé actualmente estar por encima del objetivo genérico del 2% hasta finales de 2025, lo que para Rodríguez supone “malas noticias para el euríbor”. En cuanto a la subyacente, parece que en los últimos meses ha empezado a aflojar, pero “sigue siendo alta” y hay que tener en cuenta que no basta con un solo país la baje, sino que es necesario que lo hagan las cuatro o cinco mayores economías de la Unión, que son las que más influyen en el dato de la eurozona. “España, que tiene una inflación más baja, puede sufrir subidas de tipo que van a ralentizar la economía si, por ejemplo, Alemania sigue teniendo inflaciones altas”, ilustra el experto.
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