El presidente de Mediaset defiende la fusión como el “cauce” para su expansión
Algunos accionistas critican el canje de acciones y reprochan la caída de su inversión
A la segunda ha ido la vencida. Los accionistas de Mediaset España han aprobado este miércoles la fusión con Media For Europe (MFE), empresa que agrupa el imperio televisivo del empresario y político italiano Silvio Berlusconi. Durante la celebración de la junta extraordinaria, el presidente de la empresa que gestiona Telecinco y Cuatro, Borja Prado, ha defendido la absorción como “el cauce más seguro” para la expansión de la compañía y para poder compe...
A la segunda ha ido la vencida. Los accionistas de Mediaset España han aprobado este miércoles la fusión con Media For Europe (MFE), empresa que agrupa el imperio televisivo del empresario y político italiano Silvio Berlusconi. Durante la celebración de la junta extraordinaria, el presidente de la empresa que gestiona Telecinco y Cuatro, Borja Prado, ha defendido la absorción como “el cauce más seguro” para la expansión de la compañía y para poder competir en un negocio en el que operadores globales como Netflix, HBO o Amazon Prime están arrebatando cuota de mercado a las televisiones tradiciones.
La compañía italiana, que ha fijado su sede social en Ámstserdam, controlaba ya el 82,9% de Mediaset gracias a la OPA que lanzó el año pasado, pero no pudo culminar la fusión por absorción al no haber alcanzado el 90% que se fijó como objetivo. Ahora, ha conseguido “una mayoría suficiente” para llevar a cabo la construcción de un potente grupo paneuropeo de medios de comunicación y entretenimiento con intereses en Italia, Alemania y España. Tras la operación, MFE prevé llegar a más de 100 millones de espectadores y ampliar así las oportunidades de negocio para competir desde una posición más ventajosa con los productores estadounidenses.
Pese a todo, Prado ha querido transmitir la idea de que la compañía no dejará de invertir en contenidos locales y al mismo tiempo protegerá la identidad cultural nacional y respetará el pluralismo informativo. Y ha remarcado que la fusión no contempla la integración desde el punto de vista legal ni la transferencia de empleados ni directivos. En su mensaje a los accionistas, ha destacado que la fusión “tiene todo el sentido” desde una perspectiva estratégica y constituye “una evolución lógica” para garantizar la pervivencia de la compañía, que opera en España desde 1990, cuando Telecinco fue adjudicataria de una licencia en el primer concurso de televisiones privadas en España, convocado por el Gobierno de Felipe González. En este largo tiempo, la cadena española ha sido una de las más rentables de Europa. En los últimos 23 años ganó más de 3.700 millones de euros y hoy se ha convertido en un gigante audiovisual, con siete canales de cobertura nacional, productoras de cine y televisión, una agencia de noticias, un diario digital y una gestora publicitaria, entre otros negocios.
A la vista de estos resultados, los accionistas han criticado durante la junta la valoración “chusquera” del canje de las acciones y han reprochado al equipo gestor que no haya defendido los intereses de los accionistas españoles frente a la cúpula italiana. Uno de los asistentes, que se ha confesado “engañado, frustrado y desencantado”, ha recordado que en 2017 la acción de Mediaset valía 10 euros y que desde entonces su cotización ha caído un 61%. Además, ha cuestionado que la caja de 422 millones del grupo no se haya repartido el dividendos. En su respuesta, Prado ha lamentado la pérdida de inversión de los accionistas durante muchos años y ha defendido que el canje se ha valorado con todas las garantías bajo la supervisión de entidades financieras como Deutsche Bank y Banco Santander. La fusión se materializa mediante el canje de cada una de las acciones de Mediaset por siete de Clase A de MFE.
Un día antes de la celebración de la junta, el grupo de comunicación francés Vivendi (accionista del Grupo PRISA, editor de EL PAÍS) vendió su participación en Mediaset España, donde tenía el 1,05%, por 10,7 millones de euros. También Sinclair Capital, que controlaba el 0,48%, se desligó de su parte, por la que recibió 4,8 millones. Estas adquisiciones fueron comunicadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado martes.
A esta convocatoria de la junta extraordinaria celebrada en Madrid han acudido 968 accionistas, entre presentes y representados, que suponen el 92 % del capital social de Mediaset España, con una valoración de 156,5 millones de euros. La aprobación de la fusión se ha efectuado por una mayoría suficiente (91,3%). La junta ha aprobado también el nombramiento del consejero delegado Alessandro Salem, que asume parte de la competencias desempeñadas Paolo Vasile, quien abandonó el grupo el pasado 1 de enero tras 23 años como consejero delegado.
Los accionistas también han respaldado la segregación de Mediaset España a favor de su filial íntegramente participada, Grupo Audiovisual Mediaset España Comunicación, y el balance intermedio auditado cerrado a 31 de octubre de 2022 como balance de segregación. Paralelamente, los accionistas del MFE, con la familia Berlusconi a la cabeza, han dado luz verde este miércoles a la fusión de Mediaset España.
Por el momento, las operaciones y actividades de producción de Italia y España permanecerán en los respectivos países, aunque la empresa matriz se propone revisar el modelo organizativo y operativo de modo que la toma de decisiones sea más ágil y se realice de manera centralizada. Este nuevo esquema permitirá, según MFE, evitar la duplicación de inversiones y el uso más eficiente de los recursos financieros. La compañía estima en esta primera fase unas sinergias de superiores a los 50 millones al año.
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