Alemania se suma al corredor europeo del hidrógeno
Berlín, llamado a ser el gran consumidor de este vector energético, prolongará el tubo H2Med hasta su territorio. España podrá vender sus excedentes al resto de Europa a partir de 2030
El BarMar o H2Med, el proyecto de hidroducto entre la península Ibérica y el resto del continente europeo, suma un nuevo socio de envergadura. Alemania, el país llamado a copar la mayor parte de las exportaciones ibéricas de hidrógeno verde, ha pactado este domingo con Francia, España y Portugal —sus promotores originales— su adhesión a la infraest...
El BarMar o H2Med, el proyecto de hidroducto entre la península Ibérica y el resto del continente europeo, suma un nuevo socio de envergadura. Alemania, el país llamado a copar la mayor parte de las exportaciones ibéricas de hidrógeno verde, ha pactado este domingo con Francia, España y Portugal —sus promotores originales— su adhesión a la infraestructura y su compromiso de alargar el tubo hasta su territorio.
“Hemos decidido alargar el H2Med, que gracias a fondos europeos unirá Portugal, España y Francia, hasta Alemania, que será un socio en la infraestructura de este proyecto”, ha manifestado el presidente francés, Emmanuel Macron, en la rueda de prensa posterior a la cumbre francoalemana celebrada en París. El canciller alemán ha asentido: “Este gasoducto que conectará Portugal, España, Francia y también a Alemania es un buen proyecto de futuro y estoy muy contento de que hayamos estado trabajando mucho tiempo en esa dirección”. El tubo original discurrirá entre Barcelona y Marsella; ahora, el reto será prolongarlo desde la segunda ciudad francesa hasta los principales puntos de consumo industrial de la mayor economía europea. Macron ha señalado que “quizá, sin duda”, podrá ampliarse hacia los socios de Europa central y del este.
“El corredor verde refuerza definitivamente su dimensión paneuropea. Una nueva solución ibérica, y ya van dos, en favor de la soberanía energética europea”, ha destacado, por su parte, el presidente español, Pedro Sánchez, en un mensaje publicado en Twitter. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha calificado por su parte de “excelente noticia” la voluntad alemana de formar parte del corredor europeo del hidrógeno. “Una vez cubiertas las necesidades industriales de la Península, podrá exportarse hacia el norte, (...) haciendo del eje de la transformación energética un pilar más para la modernización europea”, ha agregado.
Financiación comunitaria
La entrada de Berlín en el proyecto de interconexión energética que conectará la península con Alemania y tal vez otros países de Europa central y oriental, como ha adelantado Macron, aumenta las de por sí muy altas posibilidades de que el H2Med consiga financiación europea. La guerra de Ucrania ha renovado el interés de Alemania por asegurarse proyectos de hidrógeno, el combustible del futuro, como lo suele llamar Scholz. Aunque el país adoptó su estrategia nacional de hidrógeno ya en 2020, la repentina necesidad de conseguir fuentes de energía alternativas a los hidrocarburos rusos ha hecho que Berlín se enfoque todavía más en este elemento para avanzar en su transición energética.
Alemania prácticamente ha eliminado la energía nuclear —aunque actualmente mantiene prorrogado hasta abril el funcionamiento de sus dos últimos reactores— y sus planes para acabar gradualmente con el carbón, hasta 2038, se mantienen. Por eso necesita encontrar nuevos aportes para su industria y el transporte. En este último ámbito ya ha dado pasos decididos al inaugurar varios trenes de hidrógeno que cubren una ruta de cercanías en el Estado de Baja Sajonia en sustitución de los antiguos que funcionaban con diésel.
“Se alcanza de esta manera un logro definitivo a la vocación necesariamente europea con que España dimensionó este hidroducto desde que comenzara a impulsarlo desde los inicios del proyecto”, ha valorado, por su parte, el Gobierno español en un comunicado publicado a última hora de la tarde de este domingo. La incorporación de Berlín subraya, a su juicio, “dos compromisos expresados siempre por España con la puesta en marcha de este corredor verde de la energía”: el refuerzo de la seguridad y la autonomía energética de la UE, y la ambición de Europa con la neutralidad climática. La ambición de España, reiterada por el Ejecutivo en los últimos meses, es convertirse en un hub (foco) de exportación de energía verde —hidrógeno y electricidad— a sus socios del centro y el norte.
Semanas de negociaciones
El pacto sellado este domingo culmina varias semanas de negociaciones a varias bandas. El 9 de diciembre se celebraba en Alicante la cumbre en la que los Gobiernos español, francés y portugués trasladaron a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, su intención de presentarlo como proyecto de interés común (PCI), lo que permitiría que hasta la mitad de su coste fuese sufragado con fondos de los Veintisiete. Menos de una semana después, los operadores del sector gasista alemán se unieron a la carta conjunta enviada por el español Enagás y sus pares francés y portugués, dejando explícito su “apoyo” firme al mismo y su deseo de hacer del BarMar la “columna vertebral” para el suministro de hidrógeno renovable de la Europa meridional a la septentrional. El BarMar, o H2Med, es fruto de un acuerdo que en octubre sustituyó el proyecto de gasoducto terrestre MidCat, a través de los Pirineros, por un conducto submarino de hidrógeno verde.
Aunque en caso de urgencia podría transportar también gas natural, el tubo pirenaico estará íntegramente diseñado para el trasiego de hidrógeno. La expectativa de los gobiernos implicados es que entre en funcionamiento en 2030 y que pueda transportar dos millones de toneladas de hidrógeno verde cada año. De esa forma, en primera instancia España podría aportar hasta el 10% de las necesidades europeas de ese gas, fundamental para la descarbonización de los sectores en los que la electrificación es poco menos que una quimera.