La última subasta del 5G apenas recauda 36 millones por el desinterés de las compañías

Telefónica, Vodafone y Orange se hacen con las frecuencias estatales, aunque una sexta parte queda desierta así como todas las licencias autonómicas, salvo Castilla y León

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La subasta de la banda de frecuencias de 26 gigahercios (GHz), la última que quedaba libre para la telefonía móvil de 5G, apenas duró unas horas y se saldó con una recaudación decepcionante de 36,2 millones de euros, lejos de los 56 millones del precio de salida y más aún del objetivo de 100 millones que se había fijado el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Telefónica, Orange, Vodafone se han adjudicado 1.800 de los 2.400 megahercios subastados en los bloques estatales, mientras que la empresa vallisoletana Globe Operator Telecom se ha hecho con las frecuencias de Casti...

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La subasta de la banda de frecuencias de 26 gigahercios (GHz), la última que quedaba libre para la telefonía móvil de 5G, apenas duró unas horas y se saldó con una recaudación decepcionante de 36,2 millones de euros, lejos de los 56 millones del precio de salida y más aún del objetivo de 100 millones que se había fijado el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Telefónica, Orange, Vodafone se han adjudicado 1.800 de los 2.400 megahercios subastados en los bloques estatales, mientras que la empresa vallisoletana Globe Operator Telecom se ha hecho con las frecuencias de Castilla y León.

Telefónica ha adquirido cinco bloques nacionales de 200 MHz, un total de 1 GHz, alcanzando el límite establecido, por un importe de 20 millones de euros. Orange y Vodafone han adquirido dos bloques cada uno, por ocho millones de euros cada operador. Globe Operator ha pagado 200.000 euros. La subasta tenía un precio de salida de 56 millones de euros, con 12 concesiones de nivel nacional, de cuatro millones de euros cada una; y 38 concesiones autonómicas, cuyo valor estaba fijado según la población. Salvo el bloque de Castilla y León, el resto de los bloques autonómicos han quedado desiertos. Las concesiones tendrán una duración de 20 años —prorrogables una sola vez por otros 20 años— y los bloques de espectro licitados, un tamaño de 200 megahercios (MHz).

La subasta, incluida como uno de los hitos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia pactados con Bruselas, fue duramente criticada por los operadores, al considerarla prematura, puesto que no existían equipos técnicos suficientemente maduros para el desarrollo de la tecnología. Las compañías pidieron su aplazamiento para 2023 o 2024 pero el Ministerio no accedió.

Se trata de la cuarta subasta de frecuencias para redes 5G realizada en España, después de la subasta de la banda 3,6 GHz celebrada el año 2018, de la licitación de 20 MHz de esa misma banda realizada en febrero de 2021 y de la de 700 MHz en julio de 2021. En esta última, la principal por el importe de salida, el Gobierno pinchó también en sus objetivos, puesto que se sustanció en apenas dos jornadas desde su comienzo por la escasa puja, con una recaudación de 1.010 millones de euros, ligeramente por encima (1,5% más) del precio de salida de 995,5 millones de euros. Se trata de la cuarta subasta de frecuencias para redes 5G realizada en España, después de la subasta de la banda 3,6 GHz celebrada el año 2018, de la licitación de 20 MHz de esa misma banda realizada en febrero de 2021 y de la de 700 MHz en julio de 2021. En esta última, la principal por el importe de salida, el Gobierno pinchó también en sus objetivos, puesto que se sustanció en apenas dos jornadas desde su comienzo por la escasa puja, con una recaudación de 1.010 millones de euros, ligeramente por encima (1,5% más) del precio de salida de 995,5 millones de euros.

La industria es uno de los sectores que más se beneficiará de la puesta a disposición de esta banda, ya que se espera que sea la que permita poner en marcha fábricas conectadas con redes privadas propias (con su propia banda de ancha separada del uso general). Este régimen, del que Estados Unidos y Alemania son exponentes, da mayores garantías de ciberseguridad y de disponibilidad de la red a las empresas. Al estar muy alta, la banda de 26 GHz puede contener mucha información, pero la envía a una distancia limitada, por lo que es adecuada para despliegues en zonas donde se acumulan muchos dispositivos o personas, como la mencionada fábrica, o aeropuertos y estadios, por ejemplo.

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