Elizabeth Holmes, condenada a más de 11 años de prisión por defraudar a los inversores de Theranos
Considerada tiempo atrás una de las mayores promesas de Silicon Valley, la empresaria había sido declarada culpable en enero de cuatro cargos criminales
Se cierra la historia de uno de los mayores escándalos de Silicon Valley. Elizabeth Holmes ha sido condenada a más de 11 años (135 meses) de prisión por fraude. La empresaria fue considerada tiempo atrás una de las grandes estrellas ascendentes de la meca tecnológica estadounidense gracias a su compañía, Theranos. Esta prometía revolucionar el mercado de la salud con una máquina de análisis de sangre. Los fiscales han comparado esta aventura multimillonaria al choque de un avión. “Desde 2015 había señales...
Se cierra la historia de uno de los mayores escándalos de Silicon Valley. Elizabeth Holmes ha sido condenada a más de 11 años (135 meses) de prisión por fraude. La empresaria fue considerada tiempo atrás una de las grandes estrellas ascendentes de la meca tecnológica estadounidense gracias a su compañía, Theranos. Esta prometía revolucionar el mercado de la salud con una máquina de análisis de sangre. Los fiscales han comparado esta aventura multimillonaria al choque de un avión. “Desde 2015 había señales claras de que la empresa iba a fracasar. Los inversores estaban encerrados en esa nave, no había forma de que se pudieran deshacer de sus acciones. Invirtieron cientos de millones de dólares y no pudieron retirar nada”, ha dicho un abogado de la acusación. La Fiscalía solicitaba 15 años de prisión para Holmes. La defensa buscaba que la pena no superara los 18 meses de cárcel.
“Me arrepiento de mis fracasos con cada célula de mi cuerpo”, ha dicho Holmes este viernes. Leyó unas palabras escritas entre lágrimas, minutos antes de que el juez de distrito Edward Davila diera a conocer su decisión. “Di todo lo que tenía para construir una compañía”, afirmó la empresaria. Al condenarla, Davila dijo que Holmes “se intoxicó con la fama”. “Este fue un caso de fraude donde una emocionante empresa provocó altas expectativas y despertó esperanza solo para que estas fueran tachonadas por falsedades, engaños, arrogancia y mentiras”, aseveró el juez. Otro implicado, Ramesh Balwani, socio y pareja sentimental de la emprendedora, recibirá sentencia el próximo 7 de diciembre.
Holmes fue declarada en enero culpable de cuatro delitos de fraude a inversores. No hubo consenso en el jurado en torno a tres cargos más, sobre el fraude a pacientes, quienes se sintieron engañados con los servicios que prometía la máquina de análisis de sangre. Sus máquinas ofrecían una supuesta tecnología revolucionaria que podía hacer decenas de diagnósticos con solo una gota de sangre. Esa expectativa fue suficiente para que la cadena Walgreens instalara los aparatos en 41 de sus farmacias en los Estados de Arizona y California. Los pacientes debían pagar 2,99 dólares por prueba. La mayorista rompió el acuerdo en 2016 cuando recibió cientos de quejas de clientes que no recibieron sus resultados.
Este viernes, parte del debate dentro de un tribunal federal de San José, pretendía cifrar el monto con el que Holmes defraudó a los inversores de Theranos. La defensa de la empresaria de 38 años argumentó que este rondaba entre los 40 y los 48 millones de dólares. La acusación estuvo en completo desacuerdo con esto. Asevera que la cifra real supera los 800 millones de dólares. El juez se quedó a medio camino, y decretó finalmente que el daño patrimonial fue de 385 millones de dólares.
Durante varias semanas de septiembre de 2021, los miembros del jurado escucharon el testimonio de decenas de inversores afectados por Holmes. Una de estas voces que pasaron por el estrado fue la de Jim Mattis, el general que fue secretario de Defensa con Donald Trump. El militar afirmó haber invertido 85.000 dólares en Theranos, que llegó a estar valorada en 9.000 millones de dólares. No fue el único que vio esfumarse su dinero. La empresa de análisis de sangre llegó a atraer fortunas como las de Bill Clinton, Carlos Slim y Rupert Murdoch, quienes compraron acciones.
El juez Davila ha nombrado al magnate de los medios de comunicación como una de las 10 víctimas de Holmes. The Wall Street Journal, uno de los periódicos de Murdoch, ha sido fundamental para revelar el esquema fraudulento de la empresaria, que se extendió al menos durante cinco años. El magistrado también consideró afectados a la familia DeVos. Betsy DeVos, quien fue secretaria de Educación en la Administración de Trump, era la persona más rica del Gabinete. Es miembro de una de las dinastías más acaudaladas de Estados Unidos con vínculos con Amway y la empresa BlackWater. Esta familia entró en Theranos con 50 millones de dólares, pero después de conocer a Holmes en persona, a quien se le comparaba con Steve Jobs por su elocuencia, decidieron duplicar el monto a 100 millones.
La acusación afirmaba que existían casi 30 víctimas, pero el juez solo nombró a 10 para facilitar el proceso de sentencia. En la sala estaba también Tyler Shultz, un exempleado de Theranos cuya denuncia pública terminó con el hechizo que Holmes tenía ante la opinión pública. Su padre contó este viernes que tras dar el chivatazo, Holmes contrató a un detective privado para seguir a Tyler. Este dormía con un cuchillo bajo la almohada porque pensaba que alguien lo iba a matar. “Mi familia y mi hogar fue profanado por Elizabeth y sus abogados”, acusó. La familia Shultz también invirtió en la empresa. George, el abuelo de Tyler, fue director de Theranos y no creyó inicialmente lo que su nieto ventilaba.
El juez Davila dijo a las partes que consideraba que las pruebas presentadas a lo largo del proceso eran suficientes para una condena que estaba dentro del rango de los 11 y los 14 años de prisión. Después de esto pidió a la defensa y a la acusación que expusieran sus motivos para convencerlo.
Kevin Downey, uno de los nueve abogados del equipo de defensa de Holmes, por el que la empresaria pagará unos 30 millones de dólares, argumentó que esta no utilizó los fondos del esquema fraudulento para tener una vida de excesos en yates u otros caprichos. El dinero se empleó para levantar la compañía, como la mayoría de emprendimientos. “No hay evidencia de que la guiara la ambición”, afirmó el letrado.
La Fiscalía ha admitido que la empresaria no tuvo ganancias financieras al inflar el precio de las acciones con una campaña que gozó de muchísima atención mediática. El juicio mostró que de no haber sido por esa estrategia, las acciones de la empresa habrían sido 31% más baratas, lo que habría rebajado el valor de la empresa en más de 120 millones.
“La relación entre los innovadores y los inversores de Silicon Valley requiere confianza. La señora Holmes destruyó esa confianza”, dijo Jeff Schenk, quien pedía una sentencia de 15 años. “Esta es la condena correcta que repara la relación para que la próxima generación de innovación tecnológica pueda ocurrir”, añadió.