El G-7 impondrá el tope al precio del petróleo ruso “en las próximas semanas” para golpear las finanzas de Putin
El grupo pretende reducir los ingresos del Kremlin por la exportación de crudo sin afectar a la cantidad que sale al mercado
El G-7 lleva meses estudiando cómo golpear las exportaciones de combustibles fósiles rusos y evitar así que el régimen de Vladímir Putin siga ganando dinero y financiando con él su maquinaria de guerra en Ucrania. Tras muchas negociaciones, el grupo de naciones más industrializadas del mundo ha llegado a un acuerdo: impondrá un tope al precio del petróleo ruso, pero solo al que llega por mar. Una vez tomada la decisión, ese lím...
El G-7 lleva meses estudiando cómo golpear las exportaciones de combustibles fósiles rusos y evitar así que el régimen de Vladímir Putin siga ganando dinero y financiando con él su maquinaria de guerra en Ucrania. Tras muchas negociaciones, el grupo de naciones más industrializadas del mundo ha llegado a un acuerdo: impondrá un tope al precio del petróleo ruso, pero solo al que llega por mar. Una vez tomada la decisión, ese límite se implementará con rapidez, en “las próximas semanas”, asegura la declaración que los ministros de Exteriores del grupo han firmado este viernes al término de su reunión en Münster, en el oeste de Alemania.
Las sanciones energéticas contra el Kremlin han estado en el centro del debate desde el inicio de la crisis. Pese a los vetos al crudo ruso puestos en marcha en varios países, Moscú ha seguido exportando sus hidrocarburos y ganando ingentes cantidades de dinero. Desde que empezó la invasión, Rusia ha ingresado más de 108.000 millones de euros por ventas energéticas, según datos actualizados del instituto CREA. Mientras, los precios de la energía han estado disparando la inflación en gran parte del mundo.
Unas semanas después de la invasión rusa de Ucrania, Canadá, Estados Unidos y Australia prohibieron las importaciones de petróleo ruso. El Reino Unido anunció una reducción progresiva para finales de 2022. En estos casos, se trataba de medidas más políticas que económicas, ya que estos países tenían escasa o nula dependencia del petróleo ruso. La Unión Europea, mucho más dependiente de los suministros rusos —suponían aproximadamente el 25% de su demanda de petróleo—, tardó algo más en adoptar medidas similares. Finalmente, acordó a finales de mayo prohibir la exportación de crudo ruso a la UE por vía marítima, que supone dos tercios del total, en un plazo de seis meses. Está, por tanto, a punto de entrar en vigor.
La UE también trató de poner obstáculos a Rusia para que no pudiera redirigir los flujos de petróleo a terceros países. Más del 90% de los buques del mundo están asegurados a través del International Group of P&I Clubs, una asociación de aseguradoras con sede en Londres, explica el experto de Bruegel Simone Tagliapetra en un análisis publicado en julio. De acuerdo con el Reino Unido, la UE prohibió el seguro de los buques que cargan petróleo ruso, lo que encarecerá el transporte de este producto, que tendrá que recurrir a un seguro menos eficaz. “La propuesta del G-7 pretende mitigar las consecuencias negativas para la economía mundial del embargo de la UE sobre el seguro marítimo, permitiendo a terceros países importar todo el petróleo ruso que quieran, siempre que se comercialice por debajo de un límite de precio fijo”, escribe el economista.
Por ahora, se desconocen los detalles concretos de la aplicación del tope al precio del petróleo. Según la agencia Reuters, la fecha límite para poner en marcha el plan es el 5 de diciembre, que es cuando entra en vigor la prohibición de la UE sobre el crudo ruso. Los representantes del grupo todavía están perfilando cuestiones clave, como el precio máximo. Este se aplicará en la primera venta en tierra, pero después podrá revenderse a precio de mercado, explicó una fuente a la agencia. Los socios del G-7 van a revisar regularmente esa cantidad y a modificarla según sea necesario. El precio no incluirá el coste del transporte, añadió la fuente.
Condena de los ataques rusos a infraestructura civil
Los ministros de Exteriores del G-7 más la Unión Europea han acordado también crear un mecanismo de coordinación para la reconstrucción de Ucrania, en la línea de lo pactado hace unos días en Berlín en una conferencia internacional dedicada a ese propósito. El mecanismo ayudará a Kiev a reparar y defender su infraestructura crítica, señala la declaración hecha pública tras la reunión de Münster.
Los jefes de la diplomacia del grupo han condenado “la irresponsable retórica nuclear de Rusia” y alertado de “graves consecuencias” si Moscú llega a emplear un arma de destrucción masiva. “Seguimos comprometidos a contribuir a la recuperación, reconstrucción y modernización de Ucrania. Nos mantendremos firmes con Ucrania durante el tiempo que sea necesario”, añade el G-7, que ha lamentado los ataques recientes a infraestructura civil, especialmente de energía y agua, mediante misiles y drones. “A través de estos ataques, Rusia está tratando de aterrorizar a la población civil. Reiteramos nuestra determinación de garantizar la plena rendición de cuentas por estos y los crímenes de lesa humanidad”, añade la declaración.