Romance prohibido en el BID: un informe independiente sostiene que el presidente violó las políticas del banco
El documento, al que ha tenido acceso EL PAÍS, apunta a una relación amorosa entre Claver-Carone y la jefa de gabinete, que incluyó ascensos de cargo y salario
La llegada al cargo del actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el estadounidense Mauricio Claver-Carone, en septiembre de 2020, estuvo cargada de polémica. Nunca hasta entonces el banco había tenido una primera cabeza no latinoamericana. Era el candidato de Donald Trump y su elección ...
La llegada al cargo del actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el estadounidense Mauricio Claver-Carone, en septiembre de 2020, estuvo cargada de polémica. Nunca hasta entonces el banco había tenido una primera cabeza no latinoamericana. Era el candidato de Donald Trump y su elección fue muy cuestionada. Dos años después, Claver-Carone es el centro de una nueva tormenta, con todos los ingredientes de una novela, que lo han colocado contra las cuerdas. Un informe independiente solicitado por el BID, al que ha tenido acceso EL PAÍS, sostiene que el presidente y la jefa de gabinete mantenían una relación amorosa antes de llegar al banco, algo prohibido por la política interna del organismo multilateral. No solo eso, en estos dos años, la mujer, J. B, obtuvo dos aumentos salariales. El presidente niega todas las acusaciones.
El BID tendrá que decidir estos días qué acciones tomar ante una situación inédita en sus 73 años de vida. El origen de esta historia se remonta al pasado mes de marzo. Un denunciante anónimo elevó sus sospechas a la Asamblea de Gobernadores del banco, que puso en manos de la firma de abogados Davis Polk la labor de iniciar una investigación independiente. El informe, que Claver-Carone asegura no haber visto todavía, sostiene que ni él ni J. B. colaboraron con la investigación, lo que también iría en contra de la política interna. El presidente alegó este martes lo contrario: “Apoyé y participé en esta investigación sin precedentes que, como era de esperar, no corrobora las acusaciones falsas y anónimas que se hicieron contra mí o el personal del BID en la prensa”.
El informe asegura que él nunca accedió a entregar su teléfono de empresa para analizar los mensajes, ni los de su teléfono personal, ni sus correos electrónicos. Ella, por su parte, se negó a una entrevista para la investigación. “Hay evidencias que apoyan la conclusión de que tenían una relación romántica antes de unirse al Banco y que la relación puede haber continuado durante su empleo”. En menos de un año, el presidente aprobó dos aumentos salariales para J. B, el primero nada más llegar. La mujer fue contratada el 23 de septiembre de 2020 por un sueldo anual neto de 287.000 dólares (290.000 euros). Una semana después, el 1 de octubre, Claver-Carone aprueba un aumento del 20%, hasta los 350.000 dólares (354.000 euros). En julio de 2021, el presidente vuelve a firmar una nueva subida del 20% (420.000 dólares, 424.000 euros al cambio).
Solo dos días antes, ella le había hecho llegar su enfado porque alguien le había pedido ayuda para coordinar un recorrido por la colección de arte. Este fue el intercambio de correos que consta en el informe:
- ¿En serio?, escribe la mujer.
- Ignóralo, diles que se vayan a la mierda.
J. B. escribe que está “harta” y que algo tiene que cambiar.
- Bueno. Dime que quieres. (...) Yo haré cualquier cosa que usted quiera.
- Quiero tener un título de vicepresidente ejecutivo como directora de estrategia de banca y recaudación.
Al día siguiente, Claver-Carone solicita a recursos humanos el aumento salarial y el cambio de cargo para J. B.
La guerra está ya sobre la mesa del organismo multilateral. El presidente, en su comunicado, asegura que “el proceso de investigación no cumplió con los estándares internacionales de integridad, que tanto el BID como la región se esfuerzan por ejemplificar”. Además, cuestiona que se haya abierto un proceso a raíz de una denuncia anónima. Claver-Carone critica también no haber visto el informe y añade que, “como era de esperar”, la investigación no corrobora los hechos. Eso es verdad solo en parte.
Sobrecostes en viajes
La garganta profunda de este caso no solo se refirió a la relación sentimental entre ambos, sino que acusó al presidente y a la jefa de gabinete de incurrir en sobrecostes en viajes para tapar su romance. El informe sí ha comprobado que algunos gastos en viajes de negocios realizados por los dos “son incompatibles con la política del Banco”, pero no han encontrado evidencia de que tuvieran el propósito de encubrir la relación. La investigación descubrió, además, que Claver-Carone violó las políticas de tarjetas de compras internas, pero “no está claro” si él sabía que eso era así o lo hizo con esa intención.
El denunciante aseguró que varios empleados habrían sufrido represalias dentro del banco por hablar de la relación amorosa, lo que tampoco ha sido probado. Sin embargo, los investigadores sí reconocen que durante el proceso, en el que se solicitaron decenas de entrevistas entre el personal del BID, algunos trabajadores se mostraron incómodos.
Claver-Carone, nacido en Miami en una familia con orígenes cubanos hace 47 años, formó parte de la administración de Trump y fue conocido por su mano dura ante el chavismo y el castrismo. La investigación actual buceó en su acta de divorcio y no halló ninguna causa concreta. Sin embargo, en la petición de divorcio del exmarido de J. B., de julio de 2019, sí señala que se debe a una infidelidad con Claver-Carone, aunque ella lo negó y finalmente llegaron a un acuerdo. Eso fue un año antes de que ambos llegaran al BID. El mandato del presidente es de cinco años, por lo que no terminaría hasta 2025, pero ahora el futuro del dirigente ya no está en sus manos.