Goldman Sachs se convierte en el segundo accionista de Repsol, con un 5,7% del capital
El fondo de inversión estadounidense aflora una participación de alrededor de 1.000 millones de euros en la petrolera española a través de derivados
El banco de inversión estadounidense Goldman Sachs ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una participación de casi un 5,2% en Repsol a través de derivados financieros. Sumando a esa participación el casi 0,5% a que controla de forma indirecta, la firma presidida por David M. Solomon se convierte en el segundo mayor accionista de la petrolera española con casi un 5,7%, solo por detrás de JP Morgan Chase (6,6%). Al actual...
El banco de inversión estadounidense Goldman Sachs ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una participación de casi un 5,2% en Repsol a través de derivados financieros. Sumando a esa participación el casi 0,5% a que controla de forma indirecta, la firma presidida por David M. Solomon se convierte en el segundo mayor accionista de la petrolera española con casi un 5,7%, solo por detrás de JP Morgan Chase (6,6%). Al actual valor de mercado, la participación de Goldman Sachs tiene un valor aproximado de 1.000 millones de euros.
Tras la salida definitiva de la constructora Sacyr del accionariado de Repsol, en junio pasado —después de varias ventas que habían diezmado su participación en la energética—, los primeros puestos en el capital de la petrolera presidida por Antonio Brufau quedan en manos de bancos y fondos de inversión, en su mayoría de origen estadounidense. Tras JP Morgan Chase y a muy poca distancia de Goldman Sachs figura la mayor gestora de fondos del mundo —Blackrock (con casi un 5,5%)—, el fondo soberano noruego Norges Bank (3,3%) y la firma francesa de gestión de activos Amundi (3,2%).
La comunicación de Goldman Sachs a la CNMV ha llegado, paradójicamente, justo el día en el que el Gobierno español ha confirmado que pondrá en marcha un impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios de las grandes energéticas —entre ellas Repsol—, con el que pretende recaudar 2.000 millones de euros al año.
Como el resto de grandes petroleras europeas y mundiales, Repsol atraviesa uno de sus mejores momentos en años desde el punto de vista de su cuenta de resultados. La semana pasada la española comunicó una mejora muy sustancial en el margen de refino, que se triplicó entre abril y junio respecto a los tres meses precedentes y que se multiplicó por 15 en comparación anual. No es esa la única línea de negocio que marcha viento en popa: con el petróleo en el entorno de los 100 dólares por barril, las actividades de exploración y producción viven una de sus etapas más dulces en la última década.