El juez disuelve la matriz de Abengoa
La compañía, vacía de activos, entra en fase de liquidación al no presentar a tiempo el convenio de acreedores
La lenta agonía de la empresa de ingeniería sevillana Abengoa llega a su fin. El juez de lo Mercantil ha decretado que la matriz, entre en fase de liquidación al no haber presentado el convenio de acreedores, cuya fecha de vencimiento cumplía este mismo viernes, 1 de julio, tal y como ha adelantado Diario de Sevilla y han confirmado a este periódico fuentes del TSJA. La cabecera de la compañía, fundada en 1941 por Javier Benjumea, acaba de ser disuelta,...
La lenta agonía de la empresa de ingeniería sevillana Abengoa llega a su fin. El juez de lo Mercantil ha decretado que la matriz, entre en fase de liquidación al no haber presentado el convenio de acreedores, cuya fecha de vencimiento cumplía este mismo viernes, 1 de julio, tal y como ha adelantado Diario de Sevilla y han confirmado a este periódico fuentes del TSJA. La cabecera de la compañía, fundada en 1941 por Javier Benjumea, acaba de ser disuelta, después de ocho años de una interminable zozobra. Este proceso no afecta a la petición de preconcurso de 27 filiales que ayer solicitó Abenewco 1, la sociedad que aglutina la mayoría de los activos del conglomerado empresarial.
El hasta ahora presidente de Abengoa S. A., Clemente Fernández, había solicitado al juez encargado del concurso de acreedores de la compañía que ampliara en dos meses el plazo para la presentación del convenio de acreedores, una vez que la SEPÎ denegó la ayuda de 249 millones de euros solicitada por seis filiales de Abenewco 1 para poder ser rescatadas por el fondo Terramar Capital, que se había comprometido a inyectar 200 millones de euros para hacerse con el 70% de Abenewco 1, siempre que la sociedad estatal aprobara la cantidad requerida. Fernández explicó a este diario que quería ganar tiempo para presentar una propuesta alternativa de reestructuración para poder salvaguardar no solo la matriz, sino al resto de sociedades del grupo. El magistrado no lo ha autorizado.
La disolución de la matriz lleva aparejada la destitución de su consejo de administración, presidido por Fernández, que será sustituidos por la administración concursal que ahora deberá presentar el plan de liquidación de los bienes de Abengoa S.A. Unos bienes que son casi testimoniales porque los acreedores acordaron en 2020 vaciar de activos productivos a la matriz y transferirlos a Abenewco 1. Un plan que no terminó de fructificar porque pasaba por conseguir una nueva liquidez a través de un contrato de financiación de hasta 203 millones de euros con garantía del 70% del ICO, que también aportaría 50 millones de euros de ese crédito; así como líneas de avales por valor de 126,4 millones de euros, ampliables hasta 300 millones de euros con el aval de Cesce. Esta operación dependía de que la Junta de Andalucía aportara otros 20 millones de euros en avales a los que se comprometió, pero que finalmente no aporto, esgrimiendo que carecía de una herramienta legal que le permitiera aportar esa cantidad. El fracaso del que hubiera sido su tercer rescate, llevó a la matriz a declararse en concurso de acreedores en febrero de 2021.
Entre los pocos bienes que Abengoa S. A. tiene en propiedad destacan el San Pedro Penitente, un Murillo que la compañía adquirió en 2014 por seis millones de euros y cuyo valor actual su presidente calcula en ocho millones. Un valor que en una subasta se devaluarían hasta los cinco, al haber sido declarado BIC por la Junta para blindar que no salga de España. La matriz también posee un inmueble en La Antilla (Lepe, Huelva) destinado a las vacaciones de sus empleados, pero que lleva años en desuso y el 100% de las acciones de Abenewco 2.
Salvar las unidades de negocio viables
La prioridad del grupo, ahora mismo, es salvar Abenewco 1, y tras frustrarse la operación de Terramar, la salida para proteger sus activos pasa por el preconcurrso de acreedores solicitado este jueves para 27 de las 293 filiales que penden de la compañía. Se trata de las más rentables y con posibilidades de futuro y entre ellas se encuentran las seis para las que se solicitó el rescate de la SEPI. Ahora se abre un margen de cuatro meses para negociar con los acreedores.
Y en ese último esfuerzo para tratar de salvar a la compañía por enésima vez desde que en 2015 reconociera una deuda de más de 9.000 millones de euros y entrara en su primer preconcurso de acreedores, se enmarca la reunión que el próximo lunes mantendrán la ministra de Industria, Reyes Maroto, el consejero de Transformación Económica en funciones de la Junta, Rogelio Velasco y la dirección de la empresa. En ese encuentro, casi forzado por el Ayuntamiento de Sevilla, las partes tratarán de garantizar la viabilidad de un grupo que, pese a todas las dificultades financieras y de gestión que lo ahogan, sigue siendo un referente estratégico de la industria en Andalucía, que emplea a 3.000 trabajadores en España, de los que 2.000 se encuentran en esa comunidad.
En 2021 Abengoa facturó más de 1.000 millones de euros anuales y registró unos beneficios operativos superiores a los 160 millones, pero está lastrada por una deuda que roza los 5.000 millones de euros. En su informe, la SEPI advirtió de que no se había justificado el origen de ajustes fiscales por valor de 2.000 millones de euros o que las contingencias por litigios y reclamaciones extrajudiciales ascendían a 962,6 millones.