Sánchez, dispuesto a fijar precios de la electricidad en España si no lo hace la UE

La crisis energética agravada por la guerra en Ucrania ha sido una de los asuntos centrales de la cumbre informal de la UE en Versalles, que ha concluido con un mandato a la Comisión Europea para que plantee fórmulas “para las repercusiones del aumento de los precios de la energía en nuestros ciudadanos y empresas, especialmente en ciudadanos vulnerables y pymes”. Esto es un paso adelante sobre lo visto en citas anteriores, pero España quiere más, y cree contar con el apoyo de la mayoría de los países para intervenir ya el mercado y cambiar el sistema de formación de precios, sobre todo permit...

La crisis energética agravada por la guerra en Ucrania ha sido una de los asuntos centrales de la cumbre informal de la UE en Versalles, que ha concluido con un mandato a la Comisión Europea para que plantee fórmulas “para las repercusiones del aumento de los precios de la energía en nuestros ciudadanos y empresas, especialmente en ciudadanos vulnerables y pymes”. Esto es un paso adelante sobre lo visto en citas anteriores, pero España quiere más, y cree contar con el apoyo de la mayoría de los países para intervenir ya el mercado y cambiar el sistema de formación de precios, sobre todo permitir a los países que establezcan topes, y desvincular la evolución de los precios de la electricidad del gas. El presidente busca una solución europea, pero ha apuntado que si la UE no llega a un acuerdo España se prepara para establecer los límites a los precios de la electricidad de forma individual.

Las palabras la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, al acabar la cita apuntan que España va ganando terreno: “A finales de mes la Comisión presentará opciones para limitar el contagio del precio del gas a la electricidad”. Pero hay resistencias, especialmente de Alemania. Pedro Sánchez, el presidente español, se está volcando en este asunto que es central para España, un país donde algunas industrias amenazan con parar ante el aumento de los precios de la energía. Sánchez ha anunciado en la cumbre que la próxima semana iniciará una gira europea para convencer a los socios antes de la decisiva reunión formal del 24 y 25, donde se tomará la decisión.

“El Gobierno de España hará todo lo que esté en su mano para que las empresas no sean rehenes de este chantaje energético de Putin”, ha insistido Sánchez cuando le han preguntado si está dispuesto a establecer topes de precios en España de forma individual. “Tenemos que tomar decisiones, estamos en una situación de emergencia. Es mucho mejor tomarlas a nivel europeo. El sistema de precios no está respondiendo de manera efectiva. Emprenderé una gira en todos los países europeos para aunar una propuesta que frene esta escalada irracional de precios, para que podamos defender a la industria del chantaje energético. Vamos a hacer todo lo que esté en la mano del Gobierno de España. Me gustaría que la oposición no utilizara esta guerra para atacar al Gobierno, sino que arrimen el hombro. Agradezco que no me insulten pero estaría bien que por una vez arrimaran el hombro”, ha sentenciado el presidente, reforzando la posición expresada por la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, hace unos días.

En la cita que dentro de dos semanas volverán a tener los líderes de la UE en Bruselas es cuando la Comisión presentará su propuesta para limitar el impacto que la escalada de precios de la energía está teniendo en hogares y empresa. La invasión de Ucrania ha cambiado el escenario mucho. Los precios de la energía llevan meses altos, pero con el comienzo de la guerra han subido incluso más. Esto ha hecho que España empiece a sumar adeptos a una postura que lleva casi un año defendiendo: la necesidad de desvincular la evolución del mercado mayorista de la electricidad, que fija los precios de la tarifa regulada, de la cotización del gas.

Pero esta primera propuesta de la Comisión será solo un primer paso, porque fuentes comunitarias explican que a mitad de mayo, en la que podría replantearse la forma en que se configuran los precios de una forma más permanente. El Ejecutivo que preside Ursula von der Leyen abría la puerta el martes, por primera vez, a fijar límites en los precios eléctricos para frenar su impacto sobre hogares y empresas. Entonces no fijó plazos ni dio detalles. Algo que sí ha hecho Von der Leyen después de reunirse con los jefes de Estado y de Gobierno de Los Veintisiete, es decir, después de pulsar en la cumbre la opinión de todos sobre este asunto.

El aumento de los precios del gas en los últimos meses ha disparado la factura de la luz de los hogares que, en España, tienen las tarifas reguladas. Esto se debe a que esta fuente energética es la más cara y la que, en el sistema actual, se toma como referencia para determinar los precios en el mercado mayorista de electricidad. Ese segmento del mercado es, a su vez, decisivo para fijar lo que se paga en los contratos regulados, los que suelen tener los hogares más humildes.

Eso explica que en los gráficos con la evolución de precios se observe cómo lo que se paga por el gas y por la electricidad corran en paralelo. También se ve con claridad lo que ha pasado desde que ha comenzado la guerra en Ucrania: una subida de vértigo de ambas cotizaciones. En España el lunes se batió el récord del megavatio hora, 550 euros.

Y en paralelo a los precios de la energía ha corrido la inflación, que en España ha superado el 7% en febrero y ha llegado a cotas no vistas desde 1989. No es el único país de la Unión Europea en la que el IPC está disparado. Los incrementos del IPC vistos en los últimos meses en bastantes países muestran con claridad que la inflación esta erosionando rápido el poder adquisitivo de los hogares y eso atemoriza también a los Gobiernos.