El Gobierno dará hasta 900 millones en ayudas a la planta de baterías
A los subsidios del PERTE se sumarán los recursos de otras ayudas para territorios
La fábrica de baterías que pretende impulsar el Grupo Volkswagen en España será la principal inversión que contemple el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del vehículo eléctrico y la que más ayudas considera el Gobierno que recibirá durante su ejecución: podría aproximarse a los 900 millones de euros, según fuentes del Ejecutivo. De esa cifra, casi 600 millones llegarán del propio ...
La fábrica de baterías que pretende impulsar el Grupo Volkswagen en España será la principal inversión que contemple el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del vehículo eléctrico y la que más ayudas considera el Gobierno que recibirá durante su ejecución: podría aproximarse a los 900 millones de euros, según fuentes del Ejecutivo. De esa cifra, casi 600 millones llegarán del propio marco de ayudas que recibió el beneplácito de la Comisión Europea la semana pasada, mientras que el resto lo complementarían fondos estructurales como el FEDER, cuya intensidad en las ayudas varía en función del mapa y del grado de desarrollo económico de cada territorio. El Gobierno calcula una inversión de poco menos de 3.500 millones en la planta, por lo que los subsidios superarían el euro por cada cuatro invertidos.
Actualmente, optan a esa inversión cuatro comunidades autónomas: Extremadura, Aragón, Valencia y Cataluña, si bien las opciones de esta última podrían haber quedado relegadas frente al resto, según algunas fuentes consultadas. Grupo Volkswagen, que debería tomar una decisión sobre la ubicación definitiva de la planta de celdas de baterías que proveerá a las fábricas de Barcelona y Pamplona durante el primer trimestre del próximo año, no ha respondido a este diario sobre si ha tomado alguna decisión al respecto. Fuentes no oficiales próximas al grupo alemán niegan que se haya descartado ninguna alternativa y emplazan a conocer la convocatoria de las ayudas para que el consejo de supervisión del consorcio alemán acabe tomando una decisión. La elección de Extremadura o Aragón permitiría recibir mayores subvenciones por su condición de regiones menos desarrolladas.
El documento con el que la Comisión Europea dio luz verde al PERTE del coche eléctrico advierte de que “ningún proyecto primario individual debe exceder el 20% del presupuesto total de ayudas del PERTE del vehículo eléctrico y conectado”. El plan completo de fomento del coche eléctrico contempla un total de 2.975 millones de euros, que se reparten entre 1.550 millones en subvenciones a fondo perdido y el resto en créditos blandos, con tipos de interés al 0% y una carencia de tres años. Solo la planta de celdas de baterías podría optar a un total de 595 millones combinando ayudas directas y créditos.
El Ministerio de Industria espera que para el PERTE pidan ayudas un máximo de diez grandes proyectos tractores, cada uno de ellos compuesto por diversos proyectos primarios que pueden ser desde una fábrica de baterías a una de coches o la reconversión de una instalación de la industria auxiliar. El Gobierno prevé que se presenten hasta tres proyectos de baterías. La Comunidad Valenciana hace tiempo que trabaja en uno liderado por Power Electronics. Extremadura prepara otro bajo el paraguas de Phi4Tech. Pero ambas instalaciones son de menor tamaño que la que pretende Volkswagen, que articulará una red europea con seis factorías de al menos 40 gigavatios.
Esta última inversión es la más preciada de las que impulsará el PERTE y en su pugna ha entrado la candidatura de Sagunto (Valencia) después de que el Gobierno valenciano acudiese directamente a Volkswagen. Su principal baza es una buena logística y un fuerte ecosistema empresarial, informa Ferran Bono. Fuentes consultadas indican que la Generalitat busca aprovechar que en el futuro Ford y Volkswagen puedan compartir baterías eléctricas. De esta forma, se reforzaría la planta de Ford en Almussafes en la competencia que tendrá en el futuro con la planta de Colonia, en Alemania, para tratar de ser la que produce el coche eléctrico en Europa. Será una cuestión de supervivencia, aseguran.
El grupo alemán será previsiblemente el que más fondos europeos se quede del PERTE del vehículo eléctrico. Quiere transformar la planta de Seat en Martorell (Barcelona) para poder fabricar hasta medio millón de utilitarios propulsados por baterías para diferentes marcas del grupo a partir de 2025, y además plantea la opción de ensamblar motores eléctricos e incluso el reciclaje de baterías. En Navarra planea también construir un todocamino urbano. Solo la inversión en Barcelona superará los 2.000 millones.
Según la validación de Bruselas al plan de ayudas español, Volkswagen podrá poner sobre la mesa todas esas candidaturas para recibir ayudas, pero el máximo que podrá percibir será el 15% de todo el presupuesto: menos de 450 millones. El Gobierno aprobó en julio el PERTE para transformar el sector. Según la Comisión, las ayudas minimizarán la pérdida de empleo por el abandono del vehículo de combustión y favorecerán la I+D “dados los relativos bajos niveles de gasto en I+D en el sector automotriz español, comparado con otros Estados miembros”.
Inversiones hechas para 2025 y evaluaciones en 2023 y 2026
El Gobierno confía en que el PERTE del vehículo eléctrico movilice unos 13.700 millones de euros, y espera poder aprobar los dos documentos necesarios para ponerlo en marcha —la orden de bases que deberán seguir los candidatos y la posterior convocatoria— antes de que concluya el año, tal y como le reclaman desde el sector. Según el texto del Plan de Recuperación remitido a Bruselas, las inversiones que reciban ayudas deberán estar finalizadas 30 meses después de ser admitidas y, a más tardar, en el segundo semestre de 2025.
Por otra parte, el Ejecutivo constituirá una comisión de seguimiento y se ha comprometido ante la Unión Europea a enviarle en el segundo trimestre de 2023 un informe de evaluación final del reparto de las ayudas y otro adicional tres años después. Si bien el primero de esos documentos se centrará en la implementación del esquema de ayudas, el segundo deberá pasar revista a los resultados obtenidos. A finales de este año, deberán entregar otro informe en el que contarán cómo será la metodología de ambos estudios.