Evergrande incumple su primer reembolso de deuda en dólares y Fitch la declara en suspensión de pagos

La calificadora asume el impago del gigante inmobiliario chino tras varios intentos infructuosos de contactar con la compañía. El banco central descarta el riesgo de contagio económico

Un edificio de oficinas de Evergrande en Shanghái, en una imagen de archivo.AFP

Los malos presagios se siguen confirmando para la inmobiliaria más endeudada del mundo, la china Evergrande. La agencia de calificación Fitch ha rebajado este jueves su nota crediticia y la ha declarado en suspensión de pagos parcial porque asume que el gigante del ladrillo chino ha incumplido oficialmente con el reembolso acordado previamente con sus prestamistas en dólares. Esta puntuación, la penúltima en la escala de la calificadora estadounidense, se da a los emisores de deuda que incurren en el impago de sus obligacion...

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Los malos presagios se siguen confirmando para la inmobiliaria más endeudada del mundo, la china Evergrande. La agencia de calificación Fitch ha rebajado este jueves su nota crediticia y la ha declarado en suspensión de pagos parcial porque asume que el gigante del ladrillo chino ha incumplido oficialmente con el reembolso acordado previamente con sus prestamistas en dólares. Esta puntuación, la penúltima en la escala de la calificadora estadounidense, se da a los emisores de deuda que incurren en el impago de sus obligaciones pero que no dejan de operar ni entran en procesos de bancarrota o liquidación.

El grupo inmobiliario fundado por Xu Jiayin en 1996 se enfrentaba el lunes al final de un periodo de gracia de 30 días para afrontar el pago de los intereses de un bono extranjero de 82,5 millones de dólares (73,1 millones de euros), que venció el 6 de noviembre. Desde Fitch aseguran que, tras intentar infructuosamente ponerse en contacto con directivos de Evergrande para confirmar si se ha pagado dicha deuda, y considerando que ni la compañía ni los acreedores “han hecho ningún anuncio sobre un reembolso”, han dado por sentado que la promotora no ha cumplido con sus obligaciones.

A pesar de que ni la empresa ni las autoridades chinas han corroborado la noticia, el pasado viernes la empresa con sede en Cantón advirtió que había recibido una demanda por parte de los acreedores para pagar unos 260 millones de dólares (casi 230 millones de euros) y que “no tenía garantías de que el grupo tuviese fondos suficientes para cumplir con sus obligaciones financieras”. El lunes, la sospecha de que la compañía caería formalmente en el impago provocó que sus acciones se desplomaran un 20% en la Bolsa de Hong Kong, donde en lo que va de año acumula un retroceso del 87%.

Desde Fitch también aluden a la incertidumbre sobre los planes de la compañía de negociar con sus acreedores la reestructuración de la deuda en ultramar, ya que “apenas hay información al respecto”. Sí se ha confirmado que las autoridades cantonesas se reunieron el fin de semana con Xu Jiayin y acordaron la creación de un grupo de control de riesgos en el que, además del fundador y presidente de la inmobiliaria, figuran miembros de compañías estatales y de instituciones financieras.

El de esta semana se trataría del primer incumplimiento de una deuda de la promotora china, que desde septiembre ha ido salvando cada plazo para el pago de intereses, en muchas ocasiones reembolsando a sus acreedores en el último momento y tras las moratorias contempladas. Bloomberg estima la deuda de Evergrande en bonos extranjeros en hasta 19.200 millones de dólares (casi 17.000 millones de euros) y son varios los analistas que temen que este primer impago derive en una insolvencia cruzada, en la que el incumplimiento con un solo acreedor puede bastar para que otros reclamen la devolución de sus préstamos.

Evergrande acumula unos pasivos totales de 300.000 millones de dólares (260.000 millones de euros), y el viernes pasado anunció una reestructuración del papel en manos de acreedores extranjeros. Desde agosto, los analistas que siguen el día a día del sector temen que el impago genere una crisis mayor en el mercado inmobiliario del gigante asiático que provoque, a su vez, el clásico efecto dominó en el sistema financiero nacional y hasta global.

Con todo, el gobernador del banco central chino, Yi Gang, ha vuelto a asegurar este jueves que las crecientes dudas en torno a Evergrande no contagiarán al resto de la economía. En un discurso por vídeo emitido en un foro de Hong Kong, Yi ha indicado que los problemas del grupo se afrontarán “bajo las reglas del mercado” y que “los derechos de sus accionistas y acreedores serán plenamente respetados en función de su antigüedad legal”. El lunes, el instituto emisor anunció que inyectaría más de 166.000 millones de euros a la economía, lo que muchos han interpretado como un intento para contrarrestar la recesión del sector inmobiliario, a pesar de que el Gobierno chino no ha dado indicios de un rescate.

Evergrande llegó a ser la principal constructora de China, y su fundador presumía en 2017 de ser el hombre más rico de la nación más poblada del planeta. Sin embargo, desde que el año pasado la Administración de Xi Jinping aprobase una serie de restricciones para controlar el nivel de deuda de la industria, el grupo enfrenta una grave crisis de liquidez. Los problemas de la empresa se han extendido a otras firmas de bienes raíces, y la calificación crediticia de su principal rival, Kaisa Group, también ha sido degradada este jueves a la categoría de impago parcial por la propia Fitch.

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