La zona euro crece un 2,2% durante el verano
Francia tira de la la economía europea al aumentar su actividad un 3%
La zona euro aceleró ligeramente su actividad durante el verano. Su economía creció un 2,2% respecto al trimestre anterior, una décima más de lo que había hecho entre abril y junio, según los datos divulgados por Eurostat este viernes. Esta cifra ha sido posible principalmente po...
La zona euro aceleró ligeramente su actividad durante el verano. Su economía creció un 2,2% respecto al trimestre anterior, una décima más de lo que había hecho entre abril y junio, según los datos divulgados por Eurostat este viernes. Esta cifra ha sido posible principalmente por el tirón de Francia y de Italia, cuyo PIB aumentó un 3% y un 2,6% respectivamente. En el conjunto de la Unión Europea el crecimiento ha sido ligeramente menor, de un 2,1%.
Junto a Francia e Italia, también Austria y Bélgica han tenido un comportamiento más positivo de lo previsto, lo cual ha contribuido a que el crecimiento del área monetaria del euro haya mejorado las expectativas. El dato podría haber sido incluso mejor, pero Alemania y España han tenido la evolución contraria: han defraudado y crecido menos de lo esperado.
La economía de la zona euro ya se expandió en el anterior trimestre un 2,1%, dejando atrás la corta recesión de dos trimestres que vivió entre finales de 2020 y comienzos de este año. No obstante, la persistencia de los problemas de suministro en las cadenas de producción ralentizan todavía la actividad, especialmente en las economías más industriales, como la alemana, la gran locomotora europea, que ha crecido un 1,8% el pasado trimestre. “La falta de semiconductores está teniendo un efecto desproporcionado en Alemania”, explican los analistas de ING. Esto también se aprecia en otros países donde el sector manufacturero tiene peso, como la República Checa, donde el PIB ha aumentado un 1,4%.
La disparidad de los datos provisionales que se han conocido este viernes, en el que países como Austria crecen en un trimestre un 3,3% y otros como Lituania están estancados, ya fue apuntada por el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. El político italiano se mostró confiado el pasado domingo en una entrevista con EL PAÍS en que la economía europea mantenía su tónica positiva durante el verano y eso le llevó a concluir que las previsiones que la Comisión publicará el mes que viene corregirán al alza las realizadas en primavera. Algo que ya hizo el FMI a comienzos de octubre.
Sin embargo, el propio Gentiloni señaló la persistencia de riesgos. Uno de ellos lo constituyen esos problemas de suministros -los llamados cuellos de botella- que también pesan sobre la demanda. Los tiempos de espera en la compra de coches se cuentan por bastantes meses y eso afecta al consumo, que también se ve castigado por una inflación que, en la mayoría de países europeos, no se veía en décadas.
A pesar de esto, la economía europea está recuperándose a un ritmo mayor que las de Estados Unidos y China, al menos en los últimos dos trimestres. En el tercero, concretamente, el crecimiento de las dos grandes economías mundiales fue de un 0,5% y de un 0,2%, respectivamente. En el primero, como en Europa, son los cuellos de botella y el aumento de precios los que están frenando la salida de la crisis. En el gigante asiático los problemas llegan por la situación inmobiliaria, con Evergrande como mayor exponente, los cortes eléctricos y algunos brotes de coronavirus en varias provincias.
También en algunos países del este de la Unión Europea ha reaparecido la covid-19 como uno de los riesgos a los que se enfrenta su economía en los próximos meses. En ellos (Bulgaria), los niveles de vacunación están muy alejados de los alcanzados en España o Francia.