El número de empresas por habitante en España se reduce hasta cifras de 2015
Todavía bajo el influjo de la pandemia, en el segundo trimestre del año se contabilizaron 28,3 firmas por cada 10.000 residentes
Los problemas para encontrar trabajo en España tienen que ver ―por encima de muchos otros factores― con el descuadre que existe entre el número de demandantes de empleo y el total de puestos que son necesarios cubrir. Y si algo ha provocado la ...
Los problemas para encontrar trabajo en España tienen que ver ―por encima de muchos otros factores― con el descuadre que existe entre el número de demandantes de empleo y el total de puestos que son necesarios cubrir. Y si algo ha provocado la pandemia es que la oferta se haya reducido de manera abrumadora. La cantidad de empresas registradas por cada mil habitantes no ha dejado de caer desde la irrupción del virus hasta retrotraerse a cifras de 2015. Así se indica en el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo: oportunidades de empleo y conflictividad laboral que la compañía de recursos humanos ha publicado este jueves.
Ya son seis trimestres consecutivos en los que el número de empresas con respecto al cómputo de residentes no ha parado de decrecer. Según Adecco, la cantidad de firmas por cada mil personas se sitúa en el segundo semestre de 2021 en 28,3; un resultado similar al que se registraba en el mes de diciembre de 2015. Entonces, el número de empresas registradas en la Seguridad Social en el segundo semestre fue de 1.286.555, lo que dividido por la población de aquel año arroja un total de 27,6 empresas por cada 1.000 habitantes. Según los últimos datos oficiales, en junio de 2021 se registraron 1.306.988 empresas (20.433 más que hace seis años), sin embargo, la población hoy es mayor que la de entonces. En cuanto a la comparación en términos interanuales la contracción alcanza el 1,5%.
“Para recuperar nuestro tejido empresarial y los niveles de empleo previos a la crisis del coronavirus es necesario impulsar un diálogo social constructivo, crear un marco regulador menos rígido que atraiga inversión y emprendimiento, y que genere seguridad jurídica, apostando por las políticas activas de empleo y la colaboración público-privada para favorecer la creación de empleo de calidad”, señala Javier Blasco, director del departamento de estudios de Adecco.
La CEOE ha venido advirtiendo desde el inicio de la pandemia de las consecuencias que la caída de la actividad iba a provocar sobre el tejido empresarial. En los momentos más complicados, entre los meses de febrero y abril de 2020 ―con el confinamiento domiciliario ya presente―, el número de empresas inscritas en la Seguridad Social descendió en cerca de 90.000. Los ingresos de todo el año, según cuantificó la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, se redujeron en 287.000 millones de euros.
Aunque la situación sanitaria ha experimentado una mejoría considerable gracias al despliegue de las vacunas, muchos negocios (y trabajadores) siguen afectados por las restricciones que se mantienen todavía presentes. De hecho, la desaparición de empresas ha resultado un fenómeno común en todos los territorios del país, a pesar de que no todos ellos cuentan con el mismo músculo financiero. Con una salvedad: en el último trimestre el parque empresarial ha crecido en Castilla-La Mancha (0,3%), rompiendo con una racha de cinco consecutivos a la baja. En el lado opuesto de la balanza se colocan Canarias y Baleares, que concentran las mayores bajadas, con unas caídas del 4,5% y un 5,6% interanual, respectivamente.
La pandemia, como también ha sucedido con otros epígrafes del mercado laboral (teletrabajo, jornada laboral...) ha acelerado algunas dinámicas que venían arrastrándose en los años anteriores a la aparición del coronavirus. Con la destrucción de las empresas ha sucedido lo mismo. Como refleja el estudio de Adecco, hay comunidades en las que el número de compañías en relación con su población venía recortándose desde tiempo atrás. Por ejemplo en Cataluña.
A pesar de ser un polo importante para el asentamiento de empresas, ya son 12 los trimestres consecutivos en los que se reduce su parte empresarial (-2% interanual tomando como referencia el segundo trimestre de 2021); hace tres años era la cuarta región con mayor proporción de empresa, y ahora ocupa el sexto lugar (29,4) superado por Baleares (31,5), Aragón (30,6), Extremadura (30,2) y Galicia (29,8). Todas ellas se sitúan por debajo de La Rioja, que lidera la clasificación (33,3), y por delante de Canarias (25,5) y País Vasco (26,4) que cierran la lista.