El sector turístico canario se encomienda a su temporada alta

Hoteleros y empresarios afrontan con optimismo el otoño y el invierno después de un verano de recuperación de la actividad

San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) -
Playa de Maspalomas, al sur de la isla de Gran Canaria, el pasado 2 de septiembre.Quique Curbelo

Una de las frases más conocidas de la serie Juego de Tronos es winter is coming (se acerca el invierno), el lema de la familia Stark. El sector turístico canario no deja de repetir este mantra y lo hace con una cauta esperanza después de un verano de recuperación. “La inminente temporada turística de otoño-invierno irradia un esperanzador optimismo”, asegura David Morales, presidente de la organización Skal Turismo de Gran Canaria y ...

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Una de las frases más conocidas de la serie Juego de Tronos es winter is coming (se acerca el invierno), el lema de la familia Stark. El sector turístico canario no deja de repetir este mantra y lo hace con una cauta esperanza después de un verano de recuperación. “La inminente temporada turística de otoño-invierno irradia un esperanzador optimismo”, asegura David Morales, presidente de la organización Skal Turismo de Gran Canaria y director del exclusivo hotel Lopesan Costa Meloneras. “Siempre desde la prudencia, me atrevo a parafrasear lo que decían en la exitosa serie de HBO: a great winter is coming [se acerca un gran invierno] para el sector turístico canario”.

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El otoño y el invierno constituyen la temporada alta para el turismo canario, cuando el frío llega al resto del hemisferio septentrional y en Canarias las temperaturas no bajan de los 20 grados. El pasado año, la segunda ola de la pandemia acabó con las esperanzas del sector de aprovechar estos seis meses para remontar el cero turístico del confinamiento y poner remedio al que finalmente se convirtió en el peor año de la historia para el sector. Los próximos meses, sin embargo, se presentan distintos.

El Gobierno canario prevé cerrar el año 2021 con unas cifras de turistas muy similares a las de 2020 (unos 4,6 millones, un 30% de lo alcanzado en 2019). Pero con una salvedad: en 2020 se dieron unos primeros meses de actividad sin pandemia que hundieron el cómputo anual. En 2021 ocurrirá justo lo contrario: la tendencia será alcista en la última parte del año. “Nuevamente juega a nuestro favor”, asegura la consejera de Turismo, Industria y Comercio, Yaiza Castilla, “el hecho de que van a ser prioritarios en la decisión de viajar los destinos seguros y confiables a efectos de servicios sanitarios con nivel europeo, frente a nuestros habituales competidores del norte de África en invierno u otros destinos de larga distancia”, sostiene. “Podría decirse que Canarias va a tener muy poca competencia”.

Playas como Maspalomas, Meloneras o Playa del Inglés, las tres en el municipio de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) siguen llenas en las soleadas tardes de principios de septiembre. “Ha bajado un poco la actividad respecto a la semana pasada”, asegura Vicente, un acalorado camarero que corta rápidamente la conversación para servir dos jarras de cerveza en el añejo centro comercial a pie de playa en Maspalomas, “pero seguimos bastante liados, como se ve. Y más que lo vamos a estar si todo sigue controlado y no hacemos locuras”.

“Deseos para venir en los mercados emisores hay en abundancia”, asegura Tom Smulders, vicepresidente de la Federación de Hostelería y Turismo de la provincia de Las Palmas. “Se nos abre ahora en Canarias una gran oportunidad ante la temporada de otoño-invierno si conseguimos mantener a raya la pandemia en las islas y seguimos elevando el porcentaje de vacunación, que ya es bueno”, apunta Jorge Marichal, presidente de la patronal de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel).

Casi un 75% de la planta de alojamientos de las islas ha reabierto ya sus puertas, según los datos de la industria, con una ocupación estimada del 50%. Marichal, en todo caso, matiza que “las restricciones actuales derivadas de la necesidad de controlar la pandemia, no solo en Canarias, sino también en los principales mercados emisores, obligan a las empresas a tomar decisiones con márgenes de tiempo muy cortos”.

Turistas en el aeropuerto de Gran Canaria, el 16 de agosto.Elvira Urquijo A. (EFE)

Los empresarios, eso sí, celebran la decisión del Gobierno de Canarias de ampliar la validez de los pasaportes covid hasta los 12 meses en vez de los ocho meses previstos inicialmente, un plazo que estaba causando cancelaciones de reservas, según fuentes del sector. Esta decisión deberá facilitar la llegada de turistas alemanes (los segundos en importancia para las islas, con un 19% del total en un año normal). El Reino Unido, principal mercado emisor con un 37% de los visitantes, permanece sin embargo en una situación de incertidumbre. “El mercado británico tiene un problema gordo”, explica Smulders. “Aunque estamos en ámbar, a la vuelta los ciudadanos se ven en la obligación de presentar pruebas PCR, lo que les encarece el viaje. Por eso, los aviones procedentes del Reino Unido, si bien están operativos, vienen medio vacíos”.

Mercados emisores

Marichal se muestra algo más optimista. “El emisor británico parece que se anima”, asegura, “aunque también estamos teniendo turistas, en menor medida, de Centroeuropa y Europa del Este”. Para compensar, las patronales esperan la entrada a partir de octubre del tradicional tercer mercado emisor, el escandinavo (Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia) en su huida del frío y de la ausencia de sol en sus países de origen.

Existen, según David Morales, otros motivos que mejoran las perspectivas. “Al tradicional turismo de sol y playa, se unirá también el inicio ya confirmado de la temporada de cruceros británicos, alemanes y nórdicos”, explica. Estas embarcaciones toman los puertos canarios como escalas de referencia en sus rutas invernales, en especial los de Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura. Está, además el incremento de la demanda del llamado sector MICE (Reuniones, Incentivos, Congresos y Exposiciones) gracias a la “combinación de una destacadísima oferta en Canarias de palacios de congresos y convenciones, conjuntamente con una amplia y variada oferta de alojamientos, una vez el teletrabajo y las videoconferencias vuelven a dar paso a los eventos presenciales”.

Punto de partida

“Este verano ha estado bien, no me puedo quejar, nos ha salvado el turismo nacional”, asegura Sonia Domínguez, dependienta de un puesto de bebidas en la playa de Meloneras. No en vano, el trasiego de este verano no tiene nada que ver con el de hace un año. En julio, Canarias ha encadenado su cuarto mes de subidas interanuales tras la debacle de la pandemia. En julio (último dato disponible) entraron por vía aérea 602.537 personas a las islas (423.483 extranjeros y 179.054 residentes en España), según los datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC). Esta cifra supone duplicar las cifras del mismo mes de 2020.

Las operaciones en los aeropuertos canarios pueden dar una pista sobre cómo ha podido mejorar el negocio en agosto para los empresarios locales. Durante los cinco fines de semana del mes se produjeron en total 19.033 operaciones, sostienen fuentes del sector, lo que supone un incremento del 22% respecto a los cinco fines de semana de agosto de 2020. Los vuelos internacionales se incrementaron un 56%, si bien estos siguen suponiendo apenas la mitad de los vuelos nacionales (6.035 frente a 12.998).

De cara al invierno, el Gobierno canario calcula que se produzca una recuperación de 12% en la capacidad aérea regular durante la temporada de invierno, según los datos de la Consejería de Turismo, Industria y Comercio, hasta 8,04 millones de plazas. Un alza sustentada por los emisores internacionales. “Contamos que en noviembre y diciembre se recupere entre el 60% y el 70% de la actividad aérea que se registró en esos dos meses de 2019″, explican fuentes del departamento, que matizan que las reservas se están materializando “con mucha menor antelación, fruto de la situación pandémica y de la incertidumbre” generada. “Las aerolíneas están deseando operar al 100% y buscan oportunidades donde sea, tomando decisiones menos conservadoras y más arriesgadas que antes”.

“Nos toca ahora presentarnos como un destino seguro para competir con Egipto, los países del Caribe, Sudamérica o Asia”, sentencia Tom Smulders. “Estamos en una situación privilegiada”.

"No queremos otro año como este"

Javier del Pino (50 años), lleva 32 ejerciendo como taxista en el municipio de San Bartolomé de Tirajana. "Durante el verano hemos tenido mucho trabajo, sobre todo durante los fines de semana. Ahora la cosa ha bajado un poco, pero espero que se reactive cuando empiecen a llegar más turistas internacionales", explica apoyado en su Toyota. "Espero que en octubre se anime la cosa, porque no queremos pasar otro año como este último".

"Estamos ampliando de cara al invierno"

Diego Sánchez (59 años), es el gerente del restaurante El Toro y confía, sobre todo, en el turismo escandinavo de cara al invierno. Confiesa que ha notado un bajón desde que los residentes canarios han abandonado el sur, pero aun así, trabaja para tener más capacidad. "Estamos ampliando la terraza, hasta ahora solo teníamos abierta una parte, pero vamos a tener abiertas las tres zonas de terraza desde octubre, que es cuando se acaba el ERTE".

"Nos ha salvado el turismo nacional"

Victoria Alonso (45 años) es la propietaria de Biyou, un puesto de ropa y accesorios en la playa de Maspalomas. El verano "ha estado bien", asegura. "Hemos ido arrancando poco a poco, tímidamente, con mucho sobresalto, pero nos ha salvado el turismo nacional".

Se muestra optimista respecto a la temporada de otoño-invierno. "Yo creo que va a ser buena, tengo confianza. Este negocio lleva abierto desde hace 44 años y los escandinavos nos dicen que están locos por venir".


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