CaixaBank gana 4.181 millones de euros hasta junio por la fusión y repartirá la mitad del resultado ajustado en dividendos
Sin contar los impactos extraordinarios por la compra de Bankia, la entidad obtiene un beneficio de 1.278 millones, frente a los 205 millones del mismo periodo del año anterior
CaixaBank ganó 4.181 millones de euros entre enero y junio de este año, un beneficio 20 veces superior al obtenido en el mismo periodo de 2020 (cuando fue de 205 millones, lastrado entonces por las provisiones contra la pandemia). El resultado se debe a los impactos extraordinarios asociados a la fusión con Bankia, cuya aportación se incluye solo a partir del segundo trimestre, según ha...
CaixaBank ganó 4.181 millones de euros entre enero y junio de este año, un beneficio 20 veces superior al obtenido en el mismo periodo de 2020 (cuando fue de 205 millones, lastrado entonces por las provisiones contra la pandemia). El resultado se debe a los impactos extraordinarios asociados a la fusión con Bankia, cuya aportación se incluye solo a partir del segundo trimestre, según ha explicado el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, en la presentación de las cuentas del primer semestre. Sin contar con la fusión, el resultado ajustado del grupo es de 1.278 millones. El banco destinará el 50% de este beneficio a dividendo en efectivo.
La gran fusión entre las dos entidades bancarias ya da sus frutos. Gortázar ha destacado que el banco resultante “ha completado con éxito la primera fase de la fusión, después de presentar un muy buen resultado semestral y de haber alcanzado un acuerdo laboral para la reorganización de la entidad”. El impacto extraordinario de la fusión es de 2.903 millones como resultado de la aportación al beneficio de 4.300 millones por el fondo negativo de comercio (que refleja la diferencia entre el valor contable de Bankia y lo que se pagó por la entidad, conocido como badwill) y la aportación negativa de 1.397 millones derivada del proceso de reestructuración de personal y otros gastos de la fusión.
El consejero delegado también ha detallado cómo ha sido este proceso de reestructuración laboral. La entidad ha destinado 1.884 millones para costear los costes del expediente de regulación de empleo (ERE) que se inició como consecuencia de la fusión con Bankia y las duplicidades que generó. El ERE prevé la salida voluntaria de 6.452 personas, y Gortázar ha revelado que la demanda para entrar en este expediente ha sobrepasado las expectativas: lo han pedido 7.900 trabajadores. “Esto indica que las condiciones que hemos ofrecido son atractivas y responsables”, ha destacado el consejero delegado. La sobredemanda no implica que el ERE se amplíe, sino que se revisarán todas las solicitudes para atender los territorios donde hay un exceso de demanda y otros donde faltan voluntarios para irse. “Vamos a intentar gestionar los excedentes de provincias”, ha dicho Gortázar.
El plazo de adhesión al ERE finaliza precisamente este viernes, y el acuerdo con los sindicatos implica que la indemnización media para los empleados, cuya salida se prevé a partir del cuarto trimestre, sea de 292.000 euros. El consejero delegado también ha prometido “no desbancarizar” España, especialmente en las pequeñas poblaciones, pese a que el acuerdo de integración de Bankia prevé el cierre de más de 1.500 oficinas.
El dividendo en un solo pago
En vistas al resultado obtenido este primer semestre y a los efectos de la reestructuración, CaixaBank ha podido revisar al alza los objetivos de ahorro de costes hasta los 940 millones anuales, frente a los 770 millones que se preveían inicialmente. El ahorro surge de 590 millones por el ajuste de personal, y 350 millones de otras partidas. Cuando se complete el proceso de fusión, la entidad prevé que haya un total de 1.230 millones de euros anuales por sinergias derivadas de la integración.
Sobre la decisión de destinar la mitad del beneficio ajustado a dividendos en efectivo (que se pagarán en un único abono en 2022), CaixaBank aprovecha el fin de la limitación del pago de dividendo impuesta por el BCE, y lo justifica con que “se han conseguido unos niveles muy confortables de capital”. El retorno a dividendos generosos es, según Gortázar, una prioridad para los más de 680.000 accionistas (entre los que están la Fundación La Caixa, con un 30%, y el FROB, con un 16,1%) y se trata de “una remuneración adecuada”.
Los resultados del grupo son comparables a la cuenta proforma que suma los resultados de CaixaBank y Bankia por separado en el mismo periodo de 2020. En este sentido, y sin contar con los efectos extraordinarios de la fusión, el beneficio es de 1.343 millones (entre enero y junio del año pasado fueron 347 millones entre los dos bancos). Con esta visión comparable, los ingresos core (el anglicismo con el que se denomina a aquellos ingresos propiamente derivados de la actividad bancaria) aumentan un 1,2% hasta los 5.641 millones.
El margen de intereses se sitúa en los 3.275 millones, un 2,3% menos por el impacto de la reducción de tipos de interés y por el cambio de estructura de la cartera (a causa de la pandemia, hubo un mayor peso de los préstamos ICO y del crédito al sector público, y menos aportación de la financiación al consumo).
Menores dotaciones por insolvencias
El grupo mejora en ingresos por dividendos (152 millones de euros en total, incluyendo los 51 millones de Telefónica y los 98 millones por el Banco de Fomento de Angola), y en los ingresos por participaciones (con 217 millones, implica un aumento del 79% con respecto al primer semestre del año pasado, lo que indica una recuperación tras la pandemia).
El margen bruto de la entidad se reduce un 0,6%, ya que, pese a que aumentan los ingresos core y de participadas, ha habido menores resultados de operaciones financieras (un 68,4% menos) y mayores cargas registradas en otros ingresos y gastos de explotación (un 12,2% más). En esta última partida, destaca la aportación de 181 millones al Fondo Único de Resolución. Con todo, la entidad ha reducido los gastos de administración y amortización recurrentes (un 0,6% menos). También ha reducido las dotaciones para insolvencias: este primer semestre se situaron en 451 millones de euros, mientras que en el mismo periodo del año anterior fueron 1.814 millones de euros para anticipar el impacto de la pandemia. El ratio de morosidad se mantiene estable en el 3,6%.
El volumen de negocio del grupo (recursos y créditos a clientes) supera los 964.000 millones de euros. Los recursos de clientes han aumentado un 44,7% gracias a la incorporación de Bankia (un 6% si no se cuenta este impacto). Los activos líquidos se sitúan en 162.731 millones de euros, con un crecimiento de 48.280 millones debido principalmente a la integración de Bankia.