La UE da la luz verde definitiva al plan de recuperación de España y desbloquea los primeros 9.000 millones de ayudas
Los ‘halcones’ empiezan a marcar terreno para asegurar el despliegue de las inversiones y las reformas
La Unión Europea ha dado este martes la luz verde definitiva al plan de recuperación con el que España aspira a obtener hasta 140.000 millones de euros. La aprobación del programa desbloquea un anticipo de 9.000 millones que pondrá en marcha una agenda de inversiones y reformas que se desplegará con especial intensidad en los próximos tres años. El documento ha pasado sin cambios el filtro d...
La Unión Europea ha dado este martes la luz verde definitiva al plan de recuperación con el que España aspira a obtener hasta 140.000 millones de euros. La aprobación del programa desbloquea un anticipo de 9.000 millones que pondrá en marcha una agenda de inversiones y reformas que se desplegará con especial intensidad en los próximos tres años. El documento ha pasado sin cambios el filtro del Consejo de la UE, pero no sin que varios países, entre ellos Alemania, hayan hecho observaciones sobre su contenido. Además del plan español, otros 11 socios han recibido el visto bueno de los ministros de Finanzas del club comunitario.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, confesaba esta mañana en una entrevista en TVE desear tener el “don de la ubicuidad”. Calviño estaba en Madrid, donde asistía al Consejo de Ministros como flamante primera vicepresidenta del renovado Ejecutivo de Pedro Sánchez. A la vez, en Bruselas sus colegas daban por fin la luz verde definitiva a un plan que la también ministra de Economía ha estado negociando prácticamente 10 meses con la Comisión Europea. Solo este año, España espera recibir 19.000 millones de euros en ayudas a fondo perdido.
El plan español, como el resto, ha pasado sin apuros. El ministro de Finanzas de Eslovenia (que tiene la presidencia de turno de la UE), Andrej Sircelj, ha explicado tras la reunión de ministros (Ecofin) que el debate ha tenido un tono general, sin apuntar a ningún país. Según ha explicado, los Estados miembros han resaltado la necesidad de controlar el destino del dinero y la correcta ejecución de las reformas estructurales a las que se han comprometido los países a cambio de los fondos.
Las discusiones país por país se habían producido antes, a nivel técnico. Después del beneplácito de la Comisión, todos los socios podían aportar sus observaciones a los planes. Y estas quedaban recogidas en estos programas si eran respaldadas por unanimidad. Alemania planteó en esas reuniones que la evaluación de la Comisión Europea sobre la reforma de las pensiones española era confusa, puesto que concluía que aliviaría las arcas públicas a la vez que admitía que planteaba riesgos. Fuentes diplomáticas explican que un país también puso sobre la mesa que algunas reformas no estaban cerradas al estar pendientes del diálogo social. “El tono fue en todo momento muy positivo y constructivo”, matizan estas fuentes.
El plan español ha acabado aprobando el examen del Consejo sin ningún cambio. Entre otras cosas, porque cualquier modificación implicaba que España estuviera de acuerdo. Aun así, fuentes diplomáticas destacan que los países del norte han empezado a marcar ya terreno ante la dinámica que va a tener lugar a partir de ahora. España deberá demostrar a la Comisión y a sus socios cada seis meses que ha ejecutado las reformas e inversiones a las que se ha comprometido si quiere obtener los fondos. Por ahora, el departamento que dirige Nadia Calviño cree que no habrá problemas para obtener los 10.000 millones del primer pago, que se producirá en diciembre, puesto que están condicionados a actuaciones que ya se han sacado adelante.
Absorción de 108.000 millones
Pero el diseño del plan no dará tregua al Gobierno. De momento, el Ejecutivo de Sánchez ha pedido los 69.500 millones de euros en ayudas que tiene asignados. Y de esta cantidad, se ha propuesto recibir casi el 80% en los tres primeros años. La idea es encadenar esos recursos con los 38.000 millones de euros que llegarán también de Bruselas en concepto de fondos estructurales, en especial a partir de 2024. Es decir, España deberá absorber casi 108.000 millones de euros en ayudas de aquí a 2027. Pero esa lógica implica la ejecución inmediata de las principales inversiones y reformas, entre ellas las del mercado laboral y pensiones. Y para ello requiere acuerdos en el marco del diálogo social. “Es ahora cuando necesitamos impulsar la inversión pública y movilizar la inversión privada”, ha sostenido ante la Eurocámara Calviño, quien ha explicado a los eurodiputados que España jamás ha recuperado el nivel de inversión pública anterior a la crisis financiera de 2008.
La lógica española, de poner en marcha enseguida el plan, no es la que han seguido hasta ahora la mayoría de los países de la UE. Según fuentes comunitarias, los países han ido espaciando las reformas o dejándolas para el final. España, pues, deberá ir cerrando ya desde el segundo semestre de este año todos sus compromisos para pasar el primer examen de 2022. Y así sucesivamente cada semestre: un aprobado, un desembolso. En caso incumplir con un hito, la Comisión puede decidir congelar todo el desembolso previsto para el semestre o pagar solo una parte. Pero también los países, en especial los del Norte, a partir de ahora irán controlando que cada socio, también España, cumpla con lo acordado para recibir ese dinero.
Además de las subvenciones, España tiene también derecho a 70.000 millones en créditos. “Vamos a recurrir a los préstamos del Next Generation EU”, ha sostenido Calviño. El Gobierno dudó si emplearlos, pero acabó considerando que hacerlo suponía también un mensaje político de apoyo a la emisión de eurobonos. El Ejecutivo se plantea usarlos para instrumentos concretos, como financiar las prestaciones que requiera el nuevo mecanismo de flexibilidad laboral que reemplazará a los ERTE desplegados en esta crisis. “Estamos revisando qué proyectos de financiación son los idóneos”, ha dicho Calviño.
Los ministros de Finanzas de la UE han dado también luz verde a los planes de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Luxemburgo y Portugal. Todos estos países recibirán el 13% del importe de sus planes de recuperación. Los planes de otros cuatro países (Chipre, Croacia, Lituania y Eslovenia) se aprobarán en un Ecofin extraordinario el próximo 26 de julio. La Comisión ha emitido por ahora deuda por 35.000 millones de euros en dos operaciones.