El Constitucional alemán despeja el camino para aprobar las ayudas europeas por la pandemia
Los jueces rechazan el recurso contra la ratificación del plan de recuperación de la UE para luchar contra el coronavirus
El Tribunal Constitucional alemán ha dado vía libre a la ratificación del fondo europeo de recuperación al rechazar el recurso de emergencia presentado contra su aprobación. La más alta instancia judicial del país ...
El Tribunal Constitucional alemán ha dado vía libre a la ratificación del fondo europeo de recuperación al rechazar el recurso de emergencia presentado contra su aprobación. La más alta instancia judicial del país dejó en el aire el pasado 26 de marzo la puesta en marcha del plan europeo de 750.000 millones de euros que los países más golpeados por la pandemia esperan con urgencia. Entonces, el tribunal con sede en Karlsruhe impidió que el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, firmara la ratificación, para pronunciarse sobre un recurso presentado por simpatizantes de la extrema derecha del país que entendían que el plan de ayudas viola los tratados europeos.
La decisión de los jueces alemanes sorprendió a los Veintisiete al paralizar la tramitación de unos subsidios y préstamos que, en teoría, debían haber empezado a fluir desde el 1 de enero y de los que España espera obtener hasta 140.000 millones de euros, casi a medias entre créditos y ayudas a fondo perdido. El conflicto judicial surgió en el proceso nacional de ratificación de la llamada Decisión de recursos propios, el acto legislativo de la UE que fija los ingresos del club comunitario.
Esta decisión debe ser aprobada por unanimidad de los Veintisiete y ratificada en todos ellos siguiendo los procedimientos previstos en cada país, generalmente en los parlamentos. Hasta ahora, lo han hecho 17 de los 27 países miembros, incluidos Francia, Italia y España. El retraso de la firma en Alemania, por tanto, no ha contribuido a dilatar el proceso en la UE, porque hay países que aún no la han aprobado. Polonia es uno de los que más problemas está poniendo por la división en su coalición de gobierno. Bruselas no puede empezar la emisión de deuda que financiará el fondo hasta que todos hayan ratificado la decisión.
El tribunal asegura que estudiará la ley, pero rechaza la petición urgente de suspensión que le habían planteado. “Basándonos en un examen sumario, no parece probable que el tribunal encuentre una violación” de la constitución alemana en el procedimiento, señala la máxima jurisdicción del país en una nota de prensa en su página web. “Las desventajas resultantes [de impedir la ratificación] podrían resultar irreversibles”, argumenta, porque “como instrumento de recuperación, el fondo europeo tiene como objetivo específico abordar las consecuencias de la pandemia y prevé medidas que deben tomarse dentro de un periodo de tiempo relativamente corto”.
El tribunal también alude a que debe respetar el “amplio margen de apreciación y pronóstico en la valoración de las cuestiones de política exterior” del Gobierno federal y sostiene que retrasar la entrada en vigor de la decisión “supondría además una tensión importante en las relaciones exteriores”.
La Cámara baja, o Bundestag, aprobó la ley que ratifica el fondo el 25 de marzo. Salió adelante con una mayoría de casi el 75% de los votos. Al día siguiente también la Cámara alta, el Bundesrat, dio el visto bueno a la legislación. Entre los que se oponen a que Alemania ratifique el fondo europeo, que ha sido bautizado simbólicamente como Next Generation EU (La UE de la próxima generación), está el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD). La formación argumenta que el mecanismo viola los tratados europeos al permitir que los Estados se endeuden de forma conjunta y ha calificado a la canciller alemana, Angela Merkel, de “irresponsable” por permitirlo. El recurso ante el tribunal de Karlsruhe lo presentó una alianza ciudadana creada en torno a uno de los fundadores de AfD, el economista Bernd Lucke, ahora fuera del partido.
Tras la aprobación en las dos Cámaras legislativas, el único paso que faltaba para la ratificación alemana del mecanismo que permite a la UE salir a los mercados y endeudarse era la firma del presidente, que ahora, después de la decisión del Constitucional, previsiblemente se producirá en las próximas horas.
Alivio en Bruselas
Las instituciones comunitarias, que temían que un varapalo judicial pudiera provocar un efecto dominó entre el resto de halcones, esperan que se reactive el proceso de ratificación en los diez países que aún no habían dado su autorización definitiva a los acuerdos sobre el fondo. Bruselas lleva semanas preparando toda la operativa necesaria para pedir a los mercados 806.000 millones de euros a falta de esa luz verde y de la presentación y aprobación de los planes nacionales. “Acojo con satisfacción la decisión de hoy del Tribunal Constitucional alemán. La UE mantiene el rumbo de su recuperación económica tras esta pandemia sin precedentes. El fondo Next Generation EU allanará el camino para una Unión Europea verde, digital y más resiliente”, ha afirmado a través de su cuenta de Twitter la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen.
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, también se ha congratulado del desenlace y ha urgido al resto de los países a seguir ese camino. “Buenas noticias de Alemania. Tras el veredicto del Tribunal Constitucional, Alemania tiene el camino despejado para finalizar la ratificación para la financiación del fondo de recuperación de la UE. Cuanto más rápido completen la ratificación el resto de Estados miembros, antes podremos recuperarnos de la pandemia”, ha sostenido. “La decisión del Tribunal Constitucional alemán es importante en Alemania y es un gran paso adelante en el camino hacia el plan de recuperación europeo”, ha coincidido el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni.
Bruselas mira ahora los pasos que den algunos de los socios que quedan por ratificar la pieza legislativa que permite crear impuestos comunitarios. Sin ese visto bueno, la Comisión no puede ir a los mercados. Entre esos socios están los Países Bajos, Finlandia, Polonia y Austria. De forma paralela, el próximo día 30 de abril termina el plazo para que los países lleven a Bruselas sus planes de recuperación, aunque algunos países no llegarán a esa fecha. Los socios que prevén presentar primero sus programas (entre ellos, España, Portugal, Grecia o Francia) han expresado ya su inquietud a la Comisión por el tiempo que está costando todo el procedimiento. El vicepresidente ejecutivo Valdis Dombrovskis, quien calificó la decisión de Karlsruhe como una “buena noticia”, ha afirmado que espera que los fondos puedan empezar a fluir hacia las capitales a finales de julio.