Renfe trabaja ya en el traspaso de Cercanías al País Vasco bajo el modelo catalán
La compañía estatal incorporará a su plantilla 1.200 trabajadores de las contratas privadas de las estaciones, aunque la ley exige un concurso público
Renfe ya ha entablado negociaciones con Euskotren, el operador público de transportes del País Vasco, para trasferir la gestión de los servicios de Cercanías que circulan por la región de una forma similar al modelo competencial trasferido a Cataluña. Así lo ha avanzado en el Senado el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, quien ha asegurado “no tener ningún problema” en plantear para el P...
Renfe ya ha entablado negociaciones con Euskotren, el operador público de transportes del País Vasco, para trasferir la gestión de los servicios de Cercanías que circulan por la región de una forma similar al modelo competencial trasferido a Cataluña. Así lo ha avanzado en el Senado el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, quien ha asegurado “no tener ningún problema” en plantear para el País Vasco una forma de gestionar los Cercanías más acorde a sus competencias.
“A finales de 2018 ya se transfirieron dos líneas de ancho métrico y no tenemos ningún inconveniente en que los trayectos de servicio público se gestionen (en el País Vasco) a través de un modelo similar al de Cataluña. De hecho, Renfe ya está hablando con Euskotren para plantear una forma de gestión en los Cercanías más acorde a sus competencias”, ha defendido.
Aunque el ministro de Transportes se ha referido al modelo catalán, el Gobierno de la Generalitat no está conforme con el traspaso que se realizó en 2010 del servicio de Cercanías porque entiende que la competencia se ha quedado limitada a la fijación de horarios y frecuencias, mientras que la verdadera gestión del sistema sigue en manos de Renfe y la infraestructura viaria está controlada por Adif. Por eso, ya ha solicitado en varias ocasiones una transferencia completa, incluyendo los activos de ambas empresas públicas.
Por su parte, el Gobierno vasco también reclama la competencia exclusiva de los puertos y de los tres aeropuertos del País Vasco, pese a que actualmente esta última recae en Aena, una empresa privada aunque tenga como mayor accionista al Estado con un 50% del capital. En este sentido, el ministro ha recordado que en la gestión portuaria las comunidades ya “gozan de mucha autonomía”, mientras que en la aeroportuaria la estructura de la empresa y la composición del accionariado “limita la transferencia”.
Ingreso en plantilla de 1.200 empleados
Por otra parte, Renfe incorporará a plantilla a más de 1.200 personas que ahora trabajan en empresas privadas dando servicio en las estaciones en tareas como venta de billetes o atención al viajero, así como otros 400 nuevos empleados destinados a los centros de competencias digitales que ahora desarrollan subcontratas.
La incorporación de estas 1.600 personas a la plantilla de la empresa pública se producirá tras el fallo favorable dado por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos a la actualización del plan estratégico de Renfe, que preveía la internalización de estas funciones a través de la filial Logirail, según el anuncio realizado por el presidente de Renfe, Isaías Táboas, en un vídeo subido a subido a la intranet de la compañía.
En el mensaje de Táboas no se aclara si habrá algún proceso de oposición para el ingreso en la empresa pública de esos trabajadores o si, por el contrario, se incorporarán a Renfe de forma automática subrogando a todas las plantillas que ahora prestan su servicio en las empresas privadas. Tampoco un portavoz de la compañía ha aclarado este extremo.
La Abogacía del Estado dictaminó que esos puestos de trabajo debían cubrirse a través de una oferta pública de empleo siguiendo los criterios de publicidad, concurso, igualdad, mérito y capacidad. Y desde el sindicato UGT apuntan a un examen, pero en el que se otorgue “preferencia al personal actual” de las contratas privadas que prestan ahora los servicios, de forma que será muy difícil que otros aspirantes externos logren las plazas. Como admite el sindicato en un comunicado, el ingreso en la empresa pública supondrá una notable mejora en las condiciones laborales y salariales de esos trabajadores.