La Unión Europea pide a los países acelerar sus planes de recuperación
Los países acuerdan mantener los estímulos a la economía en 2021 y 2022
La pandemia dejará como legado una elevada deuda en la UE, pero los ministros han decidido que no es momento aún para pensar en su gestión. Los Veintisiete coincidieron este martes en mantener el impulso fiscal este año y el que viene para evitar quiebras y destrucción de empleo. “No podemos arriesgarnos a retirar los apoyos de manera prematura”, sostuvo el presidente del Consejo de ministros de Finanzas, el portugués João Leão. La UE urgió a los países a ce...
La pandemia dejará como legado una elevada deuda en la UE, pero los ministros han decidido que no es momento aún para pensar en su gestión. Los Veintisiete coincidieron este martes en mantener el impulso fiscal este año y el que viene para evitar quiebras y destrucción de empleo. “No podemos arriesgarnos a retirar los apoyos de manera prematura”, sostuvo el presidente del Consejo de ministros de Finanzas, el portugués João Leão. La UE urgió a los países a cerrar sus planes de recuperación. Según la Comisión, España está entre los cinco más avanzados.
El plan masivo de estímulos lanzado por la Administración de Joe Biden, de 1,9 billones de dólares (1,6 billones de euros), mete presión a la Unión Europea. Washington y Pekín vuelven a marcar de nuevo el ritmo de la recuperación, mientras que en Bruselas hay cierta preocupación a medida que se acerca el plazo límite del 30 de abril para presentar los planes de recuperación.
Hasta ahora, Bruselas ha recibido 20 borradores, aunque no todos están igual de avanzados. Entre algunos países miembros, según coinciden varias fuentes diplomáticas, hay malestar por el nivel de detalle y concreción que pide la Comisión y por haber emitido demasiado tarde sus orientaciones. El malestar es bidireccional. Bruselas ve con cierta ansia cómo el proceso de ratificación de los acuerdos sobre nuevos impuestos —imprescindible para endeudarse— avanza lentamente, puesto que solo nueve países lo han completado.
España no está en ninguno de ambos grupos. El plan español ha merecido una especial atención por parte del Ejecutivo comunitario, pero ahora está bien encarrilado. Bruselas lima con Madrid algunos desacuerdos en los hitos y objetivos fijados, de los que dependerán los desembolsos, pero el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, sostuvo que se ha hecho “mucho y muy buen progreso” en las últimas semanas. “Consideramos el plan español entre los más avanzados. Entre los veintisiete Estados miembros, el plan español está entre los cinco u ocho más avanzados”, añadió.
Sin embargo, la lentitud del plan hace que otros países teman que los recursos lleguen tarde. El primer ministro de Croacia, Andrej Plenkovic, afirmó en una entrevista en Politico que cree que podrá gastar el primer euro del plan “a principios del año que viene”. “Es muy complejo. Necesitas un plan, un proyecto, verificación, propuesta, implementación, documentación...”, lamentó.
La llegada de esos fondos es una pieza clave para la recuperación y la transformación económica que persigue Bruselas. Después de que el conjunto de la zona euro lanzara medidas de estímulo por una cantidad equivalente al 8% del PIB y garantías y avales por un importe cercano al 19% del PIB, las capitales necesitan poder echar mano este año a las primeras entregas de los 750.000 millones de euros del fondo. “El Eurogrupo está comprometido a una posición fiscal expansiva en la zona euro en 2021 y en 2022, teniendo en cuenta también el estímulo fiscal del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia”, sostuvieron el lunes los ministros del euro.
“Trayectoria de crecimiento”
El fondo de recuperación, pues, es clave para mantener un relato que quiere apartarse del de la última crisis. Lo recordó de nuevo este martes el vicecanciller y ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, quien a pesar de haber enfriado las expectativas de una reforma de las reglas fiscales sí aboga por mantener una potente repuesta del sector público. “Nadie quiere que Europa vuelva a una política de austeridad que contribuya al derrumbe de las inversiones y que recorte medidas sociales, que frene el crecimiento y reduzca el bienestar de los ciudadanos”, afirmó Scholz en Berlín tras la reunión del Ecofin, informa Efe.
Con los actuales niveles de déficit y deudas públicas, ese impulso fiscal requiere de que se mantenga la suspensión de las reglas fiscales en 2022. El ministro portugués de Finanzas, João Leão, sostuvo que los ministros empezaron a abordar esa cuestión. A pesar de que la decisión no se tomará hasta que la Comisión formule su propuesta oficial en mayo, todo indica que los titulares de Finanzas optarán por mantener la barra libre también el próximo año.
Leão sostuvo que los ministros de Finanzas siguen creyendo que en el segundo semestre se reanudará la recuperación económica y que en 2021 se recobrarán los niveles de PIB de antes de la pandemia. “Eso no supone la recuperación de la trayectoria de crecimiento de antes de la pandemia”, advirtió. El vicepresidente ejecutivo de la Comisión del área económica, Valdis Dombrovskis, recordó que con los datos que hay hasta ahora la cláusula que suspende temporalmente las reglas deberá mantenerse activada en 2022, pero no en 2023.