Indra pierde 65 millones en 2020 frente al beneficio de 121 de un año antes

La empresa de tecnología logra elevar su cartera un 16% y reducir la deuda a su nivel más bajo en una década

Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra. Pablo Monge
Madrid -

Indra registró unas pérdidas netas de 65 millones de euros en 2020, frente a los 121 millones de euros que ganó en 2019, impactada por la crisis global de la covid-19, aunque la empresa de tecnología y consultoría destacó que pese a ello logró elevar su cartera un 16% y reducir la deuda a su nivel más bajo en diez años.

Los ingresos se redujeron un 5% en los términos reportados y un 1,6% en moneda local, hasta los 3.043 millones de euros. El tipo de cambio contribuyó negativamente en 108 millones de euros en 2020, principalmente por la de...

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Indra registró unas pérdidas netas de 65 millones de euros en 2020, frente a los 121 millones de euros que ganó en 2019, impactada por la crisis global de la covid-19, aunque la empresa de tecnología y consultoría destacó que pese a ello logró elevar su cartera un 16% y reducir la deuda a su nivel más bajo en diez años.

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Los ingresos se redujeron un 5% en los términos reportados y un 1,6% en moneda local, hasta los 3.043 millones de euros. El tipo de cambio contribuyó negativamente en 108 millones de euros en 2020, principalmente por la depreciación de las divisas latinoamericanas (real brasileño, y pesos mexicano y colombiano).

El valor de la cartera de pedidos de Indra se situó al cierre de 2020 en la cifra récord de 5.229 millones de euros, un 15,9% más que un año antes. En esta línea, la contratación neta de la empresa alcanzó los 3.858 millones en el conjunto del pasado ejercicio, un 4,7% más.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 77 millones de euros, un 77,6% menos, lo que provocó una reducción del margen de Ebitda hasta el 2,5%, frente al 10,8% de 2019. El resultado de explotación (Ebit) arrojó un resultado negativo de 33 millones de euros.

El presidente ejecutivo de Indra, Fernando Abril-Martorell, admitió en un comunicado que los resultados se han visto “profundamente afectados” en la rentabilidad por la crisis de la covid-19, reflejada principalmente en retrasos en los proyectos en curso y en la toma de decisiones sus clientes, y por el impacto de las provisiones del plan de acción que puso en marcha a mitad de ejercicio para afrontar la crisis y los cambios estructurales en las necesidades de sus clientes.

En concreto, Abril-Martorell ha detallado que su negocio de Transporte y Defensa sufrió un impacto mayor en los ingresos y en la rentabilidad subyacente (excluyendo los impactos extraordinarios) por el mayor volumen de retrasos sufridos, mientras que en Minsait ha tenido un impacto menor en ingresos, aunque sí es elevado en su margen operativo, sufriendo además una mayor debilidad en la demanda. Sin embargo, ha destacado que, a pesar de este entorno tan difícil, se ha registrado una buena evolución en la contratación y la generación de caja durante el ejercicio. Además, ha añadido que la cartera alcanza su nivel histórico más elevado, fundamentalmente por la contratación de Transporte y Defensa, mientras que la generación de caja ha permitido reducir la deuda neta al menor nivel absoluto de los diez últimos ejercicios.

Crecimiento por divisiones

Por ramas de actividad, la unidad de Transporte y Defensa registró un descenso de los ingresos del 4,5% en moneda local, hasta los 1.120 millones de euros, mientras que en términos reportados bajaron un 5,8%. La contratación en esta división aumentó un 21,9% en términos reportados y un 23,2% en moneda local, hasta los 1.800 millones de euros, gracias al fuerte repunte en Defensa y Seguridad (del 37% en moneda local).

Por su parte, la cifra de negocio de Minsait subió un 0,1% en moneda local, pero se redujo un 4,5% en términos reportados, hasta 1.924 millones de euros, mientras que la contratación alcanzó los 2.058 millones de euros, un 6,9% menos en términos reportados y un 1,5% menos en moneda local.

Por regiones, los ingresos descendieron un 0,6% en España, mientras que en América aumentaron un 4,7% en moneda local pero bajaron un 10,8% en términos reportados. En Europa subieron un 3,5% en moneda local y un 3% en términos reportados, mientras que en África, Oriente Medio y Asia bajaron un 23,4% y un 24%, respectivamente.

Deuda y flujo de caja

La deuda neta alcanzó los 481 millones de euros en 2020, frente a los 552 millones de 2019 y los 626 de los nueve primeros meses de 2020, lo que la sitúa en su nivel más bajo desde 2010. El flujo de caja libre (FCF) se situó en 83 millones de euros en 2020 (121 millones excluyendo la salida de caja de 38 millones por el plan de transformación de la plantilla), frente a ocho millones en 2019, mejorando significativamente por la positiva contribución del capital circulante. En el cuarto trimestre, el FCF se situó en 158 millones de euros (195 millones excluyendo la salida de caja por el plan de transformación de la plantilla).

De cara a 2021, la empresa espera unos ingresos mayores de 3.200 millones de euros en moneda constante y un Ebit reportado superior a 200 millones de euros. Asimismo, estima que el flujo de caja supere los 120 millones de euros (excluyendo las salidas de caja correspondientes a los planes de transformación de plantilla).

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