El precio del petróleo deja atrás la pandemia y rebasa los 60 dólares
Las expectativas de recuperación económica y los cortes de producción en Texas alientan las subidas
El improbable escenario de un temporal de frío ártico asolando Texas se ha convertido en el último catalizador para los precios del petróleo. El barril de Brent, de referencia en Europa, superaba este lunes los 63 dólares, y el West Texas los 60, sus niveles más altos de los últimos 13 meses, antes de que la pandemia provocase un cataclismo que incluso llevó su cotización a niveles negativos el año pasado. El tempor...
El improbable escenario de un temporal de frío ártico asolando Texas se ha convertido en el último catalizador para los precios del petróleo. El barril de Brent, de referencia en Europa, superaba este lunes los 63 dólares, y el West Texas los 60, sus niveles más altos de los últimos 13 meses, antes de que la pandemia provocase un cataclismo que incluso llevó su cotización a niveles negativos el año pasado. El temporal sobre Texas, estado petrolero por excelencia, ha provocado problemas de suministro que se han traducido incluso en apagones para sus habitantes, al verse también afectada la producción eólica. El temor al cierre de pozos y la interrupción del transporte por carretera se ha instalado en el mercado petrolero. “El pronóstico muestra que este clima más frío de lo habitual se mantendrá durante gran parte de la semana, lo que debería continuar respaldando los precios del gas y el petróleo, especialmente si vemos interrupciones significativas en el suministro”, señalan los analistas del banco ING en una nota.
La subida, de más del 1,5% este lunes, se ha visto apoyada también por otros factores coyunturales: los trabajadores de la terminal de carga de petróleo más grande de Noruega meditan iniciar una huelga que podría interrumpir la producción y la coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen interceptó dos drones cargados de explosivos, lo que podría recrudecer las tensiones en la región.
Pero más allá de cuestiones puntuales, el petróleo sigue una tendencia de fondo: las previsiones de que la economía mundial se recupere este 2021 gracias a la inmunización masiva con las vacunas están ahí; gigantes como China e India han recuperado la normalidad mucho más rápidamente que los países occidentales; los bajos tipos de interés y la debilidad del dólar han llevado a los inversores a buscar refugio en otros activos, y los recortes de producción de la OPEP y la OPEP+ han allanado el terreno para que la oferta no sea demasiado elevada.
El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, percibe una reducción de la volatilidad de los precios, y cree que son equilibrados y se corresponden “con la situación del mercado”, según cita la agencia Reuters. Novak, dirigente de uno de los países productores clave, cree que los precios pueden estabilizarse entre los 45 y 60 dólares por barril.
En lo que va de año, el barril de Brent se ha revalorizado un 24%, y el West Texas un 27%. El avance se produce en un entorno todavía muy lejano al normal. El tráfico aéreo no ha recuperado sus niveles prepandemia debido a las restricciones en vigor, que han golpeado con fuerza al turismo. El consejero delegado de la compañía anglo-holandesa Shell, Ben van Beurden, cree que la demanda de combustible para la aviación jugará un papel clave en recuperación por venir, y estima que la normalización del sector llegará en 2022.
Las compañías petroleras han sufrido cuantiosas pérdidas durante el año pandémico. Shell registró pérdidas de 21.680 millones de dólares (18.083 millones de euros), cifras muy similares a las de BP, que tuvo números rojos por 20.305 millones de dólares (16.812 millones de euros). Total y Chevron también vieron sus cuentas flaquear: la francesa con pérdidas de 7.242 millones de dólares (5.982 millones) y la estadounidense de 5.543 millones de dólares (4.576 millones de euros).