España mira al turismo asiático y americano para superar el bache del coronavirus
Una macroencuesta de Turespaña apunta que el país es, junto con Italia, destino predilecto de viajeros de ambos continentes, pero para atraerlos debe superar el modelo de sol y playa y apostar por el turismo cultural
El sector turístico español quiere dar un lavado de cara a su imagen internacional y dejar a un lado la masificación para abrirse a nuevos grupos de viajeros con otras inquietudes. En concreto, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha señalado la importancia de amarrar a los turistas americanos y asiáticos, quienes sitúan a España como su destino predilecto para su próximo viaje, según el ...
El sector turístico español quiere dar un lavado de cara a su imagen internacional y dejar a un lado la masificación para abrirse a nuevos grupos de viajeros con otras inquietudes. En concreto, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha señalado la importancia de amarrar a los turistas americanos y asiáticos, quienes sitúan a España como su destino predilecto para su próximo viaje, según el Estudio de posicionamiento de España como destino turístico del Instituto de Turismo de España (Turespaña), presentado este viernes. “Lo importante es dejar de medir cuántos turistas vienen a España y empezar a fijarnos en la calidad de ese turismo”, ha dicho la ministra en la presentación del informe.
La visión de la Península como destino de sol y playa permitió a España situarse antes de la pandemia como el segundo país más visitado del mundo, después de Francia. Pero para mantener la medalla de plata o incluso escalar al primer puesto, el sector deberá diversificarse hacia el turismo cultural y gastronómico y explotar turísticamente sus recursos naturales, los atractivos más valorados por el turismo de largo alcance.
El director general de Turespaña, Miguel Sanz, ha apostado por desestacionalizar el sector y atraer a extranjeros durante todo el año: “España es sin duda el destino más exitoso en vacaciones de verano en la playa, pero tenemos una gran oportunidad en lo que llamamos city breaks, viajes cortos motivados por ocio o cultura”. Esta clase de turismo permitiría, según Sanz, explotar destinos fuera de las dos grandes metrópolis, como Córdoba, Ávila o Valencia. “El turismo urbano en España afortunadamente tiene muchísimos productos, además de Barcelona y Madrid, que en números turísticos están muy por debajo de ciudades de medio tamaño de Italia, Francia o Alemania”.
El gran caladero de turistas para la etapa postcovid se encuentra en Asia y América, según el estudio de Turespaña. Los habitantes de estas dos regiones sitúan a España, junto con Italia, como su destino más deseado para su próximo viaje, según indica Carmen González, investigadora del Instituto Elcano y responsable académica del trabajo. “Es una muy buena noticia porque indica que hay un nicho muy grande de demanda”, ha señalado durante la presentación virtual.
Sin embargo, las inquietudes de estos viajeros son diferentes a las que España lleva explotando desde hace seis décadas. “El turista lejano no está tan interesado en el sol y la playa porque los tiene en destinos mucho más cercanos. Está mucho más interesado en actividades de tipo cultural y natural y en la gastronomía”, ha detallado González.
Más reveladoras para el sector son las respuestas de los viajeros asiáticos y americanos que no tienen a España como su destino predilecto, ya que tres de cada cuatro sitúan al país como su segundo destino favorito. Convencer a estos turistas para que vuelen a la Península en lugar de a otros destinos será el objetivo del Plan estratégico 2021-2024 que prepara Turespaña. Los viajeros encuestados (17.300) señalan que, para que España supere en atractivo a su primera opción, debe mejorar su oferta turística en “lugares menos masificados”, en “entornos naturales más allá de las playas” y facilitar una “mayor diversidad de actividades”, entre ellas las culturales.
Los ponentes han insistido en la importancia que supondría para España hacerse con estos enormes mercados turísticos en el mundo pospandémico, necesarios para que el sector se recupere tras el hundimiento sufrido en 2020, cuando perdió más del 75% de su facturación y su aportación al PIB cayó hasta el 4% (frente al 12,4% de 2019).
El mercado europeo, en decadencia
El informe de Turespaña relega a España a la tercera posición entre los países preferidos para viajar por los europeos. “Es normal, hay que tener en cuenta que la mayoría de los europeos ya han visitado España. El 36% lo ha hecho en los últimos cuatro años”, ha explicado Carmen González, del Instituto Elcano.
Según la macroencuesta, lo que más repele a los turistas europeos de la península es la masificación, problema que ha recalcado el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés: “Los ocho destinos más populares de sol y playa de España solo representan un 0,9% de la población española, pero recibieron 11 millones de visitantes internacionales, una clara indicación de la saturación en algunos destinos”.
La principal motivación de los europeos para viajar es el patrimonio cultural, histórico y artístico del país que visitan, pero eso no es lo que buscan cuando se desplazan a España, a donde viajan por su clima y sus playas, según el informe. “No es que en España la cultura y el patrimonio histórico no sean atractivos, lo que pasa es que otros países destacan por eso”, ha matizado Carmen González.