La Bolsa española regresa a niveles de principios de marzo, poco antes del primer estado de alarma
El Ibex supera los 8.400 puntos, pero mantiene su rezago respecto al resto de parqués europeos
El estirón de la banca en estos primeros compases de 2021 ha permitido este viernes al Ibex 35 recuperar las cotas de principios de marzo del año pasado, cuando el coronavirus ya traía de cabeza a Italia pero España aún no había declarado el estado de alarma. Eran días en los que los contagios identificados aún se contaban con cuentagotas y los inversores aún no podían siquiera imaginar la hecatombe que estaba por llegar. Diez meses después y toneladas de liquidez inyectada por los bancos centrales, el índice ...
El estirón de la banca en estos primeros compases de 2021 ha permitido este viernes al Ibex 35 recuperar las cotas de principios de marzo del año pasado, cuando el coronavirus ya traía de cabeza a Italia pero España aún no había declarado el estado de alarma. Eran días en los que los contagios identificados aún se contaban con cuentagotas y los inversores aún no podían siquiera imaginar la hecatombe que estaba por llegar. Diez meses después y toneladas de liquidez inyectada por los bancos centrales, el índice español ha superado a primera hora de la mañana los 8.400 puntos y cerrar la sesión ligeramente por encima de ese nivel tras avanzar un 0,26%.
Pese al estirón reciente y al buen comienzo de año, el Ibex sigue muy rezagada respecto al resto de parqués europeos. Parte importante de este desacoplamiento tiene que ver con la composición sectorial del índice —al peso del sector bancario hay que sumar la también mayor importancia de los valores turísticos en el selectivo de Madrid— y con el mayor zarpazo sufrido por el PIB español, que en 2020 ha liderado la tabla de descensos de la eurozona. Aunque este viernes volvían a números rojos, los valores bancarios y las empresas vinculadas al sector de las energías renovables son las que tiran al alza del índice en estos primeros compases de 2021 y han llevado al Ibex a un avance semenal superior al 4%.
Este viernes el principal vector de impulso de las Bolsas viene de Estados Unidos. A la victoria demócrata en Georgia, que le otorga los dos senadores que necesitaban para tener mayoría en el Senado y poder sacar adelante los paquetes de recuperación y estímulo para sacar a la primera economía mundial de la crisis, se suma el cambio de parecer de un Donald Trump que, tras azuzar en primera instancia a sus seguidores para que tomaran el Capitolio, ha acabado dando su brazo a torcer y prometiendo que facilitará una transición ordenada con su sucesor en la Casa Blanca, Joe Biden. Esa mayor distensión y claridad sobre el futuro político estadounidense llevó el jueves a Wall Street a marcar nuevos máximos históricos. En el lado contrario, la publicación del dato de empleo en el país norteamericano, notablemente peor de lo esperado, enfriaba algo los ánimos en el tramo final de la sesión europea.
La sesión de este viernes comenzó con buenas nuevas procedentes de las Bolsas asiáticas, cuyo cierre suele ser la primera referencia del día en la apertura de sus pares europeas. Allí, el Nikkei japonés se ha anotado una subida superior al 2,3%, marcando máximos de más de tres décadas y aumentando la brecha entre los parqués y la economía real. En el mercado de divisas el euro retrocede ligeramente frente al dólar —una buena noticia para los exportadores del Viejo Continente tras meses de subidas de la moneda común, un factor que encarece las ventas al exterior— y el petróleo avanza por cuarta jornada consecutiva.