Un bastón inteligente
La asturiana i4Life ha creado un dispositivo para dar más seguridad e independencia a los enfermos de párkinson
Hace ahora cinco años, la enfermedad de párkinson se cruzó en la familia de Marián García, ingeniera industrial, profesora de la Universidad Politécnica de Gijón. “Tras visitar a varios neurólogos, vi que las consultas eran salas vacías, sin medios. Me di cuenta de que faltaba tecnología para ayudar a estos pacientes”, explica. Unos pacientes que en España suman más de 150.000 con 10.000 nuevos casos cada año. El primer paso fue desarrollar una aplicación para estos enfermos, un diario donde se registraban datos para facilitar ...
Hace ahora cinco años, la enfermedad de párkinson se cruzó en la familia de Marián García, ingeniera industrial, profesora de la Universidad Politécnica de Gijón. “Tras visitar a varios neurólogos, vi que las consultas eran salas vacías, sin medios. Me di cuenta de que faltaba tecnología para ayudar a estos pacientes”, explica. Unos pacientes que en España suman más de 150.000 con 10.000 nuevos casos cada año. El primer paso fue desarrollar una aplicación para estos enfermos, un diario donde se registraban datos para facilitar el seguimiento al neurólogo. Una aplicación que lanzó en 2016 y sigue vigente, pero que no era suficiente para sentar las bases de la empresa. “Tenía el conocimiento técnico, pero me faltaba el empresarial”, cuenta. Decidió hacer un curso en el Centro Europeo de Empresas de Innovación del Principado de Asturias, donde aprendió las claves de la gestión. Poco después creó i4life, la start-up donde desarrollaría Pauto y mucho más.
Tras charlas con neurólogos y fisioterapeutas, vio la necesidad de crear un instrumento que mejorara la seguridad y diera independencia a los pacientes de Párkinson. Así nació Pauto, un dispositivo inteligente que se acopla a un bastón y que emite estímulos visuales (una línea láser verde que se refleja en el suelo) y táctiles (vibraciones) que evitan los bloqueos de la marcha, uno de los principales problemas a los que se enfrentan los enfermos y que provoca aislamiento social. Pero además también incluye la posibilidad de geolocalizar a esa persona, mandar un mensaje al teléfono móvil del cuidador si hay alguna caída o hacer un registro de síntomas para el seguimiento médico. “Un dispositivo ligero que funciona apretando un botón. Y para quienes no quieren acoplarlo en un bastón, pueden llevarlo en el bolsillo o, incluso, hay pacientes que lo insertan en el asa del carrito de la compra”, explica García.
i4life tiene dos años de vida y cuenta con cuatro socios fundadores y dos empleados. Su facturación en 2019 fue de unos 20.000 euros, mientras que este año prevén alcanzar 52.000, sin beneficios, “de momento es solo inversión”, afirma García.
Pauto, con un precio de 595 euros más una cuota de 7,95 euros al mes por la conexión online con el cuidador, acaba de llegar al Reino Unido y próximamente lo hará a Alemania. Ahora es su producto estrella, con el que han quedado finalistas en los premios de la Fundación Mapfre e IE University, pero no es el único. También han lanzado un pulsioxímetro (medidor de pulso y saturación en sangre), que se acopla al teléfono móvil, adecuado para deportistas y personas con problemas respiratorios, y un glucómetro que habla (que mide el nivel de glucosa en sangre), indicado para diabéticos con problemas de visión. Un conjunto de aparatos que ha necesitado una inversión de 250.000 euros aportados por los fundadores y por empresas privadas más unos 300.000 de financiación pública, como el Gobierno de Asturias y fondos europeos.